La <strong>Virgen</strong> María, página 120Sabiduría, 214 causa de nuestro gozo, vaso espiritual, vaso honroso, vaso de insignedevoción, rosa mística, 215 torre davídica, 216 torre ebúrnea, casa áurea, 217 arca del Pacto,puerta del cielo, estrella matutina, salud de los enfermos, refugio de los pecadores,consoladora de los afligidos, auxilio de los cristianos, reina de los ángeles, reina de lospatriarcas, reina de los profetas, reina de los apóstoles, reina de los mártires, reina de losconfesores, reina de los santos, reina concebida sin mancha, reina del santísimo rosario,reina de la paz.”O bien, la Salve Regina: “Salve Reina, madre de misericordia; vida, dulzura y esperanzanuestra, salve. A ti recurrimos, exilados hijos de Eva; gimiendo y llorando, en este vallede lágrimas a ti suspiramos. Ahora, pues, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojosmisericordiosos. Y muéstranos, después de este exilio, a Jesús, el fruto bendito de tuvientre, ¡oh clemente, oh piadosa, oh dulce <strong>Virgen</strong> María!”De este culto se esperan los más excelsos beneficios: para el individuo, que la Santísima<strong>Virgen</strong> lo proteja en la vida, en la muerte y después de la muerte; para la familia, para laIglesia y para la sociedad civil. Y no es solamente útil, sino necesario, tanto que “para losadultos, los cuales conocen suficientemente a María, tal devoción es moralmentenecesaria para alcanzar la salvación eterna, de modo que uno de ellos que se mostrarapositivamente indiferente o se negara a venerar e invocar a María, es moralmenteimposible que se salve.” 218No parece, por lo demás, que haya necesidad de inculcar este deber. La piedad mariana esuno de los aspectos más impotentes de la devoción católica contemporánea. Si la santamisa, con su solemne y vetusta liturgia, recamada de conceptos e imágenes bíblicas y consu orientación cristocéntrica sigue oficialmente ocupando el centro del culto católico, elcorazón del pueblo está más bien con la <strong>Virgen</strong> María, que con los tremendos misteriosabstractos del altar. Desde hace cien años, las apariciones de la <strong>Virgen</strong> monopolizan casienteramente las manifestaciones espontáneas de lo sobrenatural en el catolicismo. Cristono aparece más sino a las cansadas, cuando a alguien le aparecen estigmas; pero Maríatriunfa en apariciones fascinantes, admitidas y sancionadas oficialmente o no, darevelaciones que son recogidas y comentadas apasionadamente, aunque no se distinganpor una gran profundidad o independencia de las condiciones ambientes, 219 convierte214 María es el trono de Salomón, en el cual se sienta la Sabiduría . Sofía es el paralelobíblico del Verbo, que se encarna en el seno de María. Guillaume, op. cit., pp. 383 sgs.215 Símbolo de la belleza de María.216 En este versículo y el siguiente, María es la roca de Sión, prefigurada por Débora, Jaely otras heroínas del Antiguo Testamento; el baluarte de la Iglesia católica contra lasherejías. Guillaume, op cit., p. 351.217 María es el templo de Jerusalén, en el cual Dios se manifiesta; más aún, es el Arcasanta del Pacto, que contiene el verdadero maná (el pan de Vida, Cristo) y el Autor de lastablas de la Ley. Guillaume, op cit., p. 373 sgs.,218 Roschini, Chi é <strong>Maria</strong>? Catecismo mariano, p. 77.219 Así Nuestra Señora de la Salette se dirige en un francés popular, a algunos niños:“Avancez, mes enfants, n’ayez pas peur; je suis ici pour vous conter una grande nouvelle.
La <strong>Virgen</strong> María, página 121pecadores endurecidos, santa enfermos incurables. Evidentemente la facultad inventivade la piedad popular está orientada prevalentemente en la dirección de la <strong>Virgen</strong> María.En presencia de este complejo de circunstancias, habida cuenta del tono afectivo, de laardiente devoción, de la altura de las calificaciones litúrgicas, se debe admitir que ladefinición de hiperdulía, si bien no puede ser lógicamente disputada (al fin de cuentas, lasdefiniciones son libres) está asaz desprovista de significado. Lo que importa, y cuyaimportancia es imposible exagerar, es que el corazón de las masas católicas está orientadodevocionalmente no hacia una auténtica manifestación de lo divino, sino hacia la “purahumanidad” de la <strong>Virgen</strong> <strong>Maria</strong>. Lo cual, según todos los cánones religiosostradicionales, es la esencia de la idolatría.El culto de María es una inmensa transferencia afectiva de la persona de Jesús a la de sumadre. Esto se hace posible por el hecho de que en la figura de María se han idoreuniendo poco a poco todos los atributos que eran objeto de devoción, de amor y dereconocimiento en la persona de Jesús, con excepción de la divinidad. ¿Cuál puede ser elvalor religioso intrínseco de esto? ¿Y cuáles serán sus frutos para la fe y para la vidacristiana del catolicismo?Los promotores del culto de María creen que a través de la veneración de la Madre sepuede reavivar la fe en el Hijo. Ellos han de estar más al corriente que nosotros de lasreacciones del alma católica; pero para nosotros es evidente que siguen una peligrosailusión. Una devoción encendida como la devoción mariana tiene todas las característicasde un culto exclusivo y celoso. Los progresos de la devoción mariana podrán contribuir auna glorificación cada vez más hiperbólica de María, pero no se puede presumirlógicamente que contribuyen a un mejor conocimiento, a una valoración más profunda, ala adopción consciente de una auténtica fe cristiana.Los valores más características del cristianismo, al transferirse de la persona de Cristo ala de María, experimentan un debilitamiento paralelo a la diferencia de grado entre elRedentor divino y la madre puramente humana. María no es Dios que desciende hacia lahumanidad para redimirla, sino la humanidad inmaculada que por su fe y su obedienciaparece ser acogida en gracia, se glorifica en la encarnación, asciende al cielo, intercedepor sí misma, se patrocina ella misma, tiene compasión de sí misma, La gracia divina,que en los escritos bíblicos es el insondable e insindicable fiat de la majestad de Dios,está a las órdenes del “eterno femenino”, al cual no se le puede negar nada. En María, lahumanidad gobierna el Reino de los cielos y da órdenes aun al Omnipotente.Pero los valores cristianos aparecen en María no sólo despotenciados, sino tambiénpeligrosamente cercanos a algunos sentimientos fundamentalmente humanos, que notienen nada de específicamente fundamentalmente humanos, que no tienen nada deespecíficamente cristianos. María personifica el ideal de los ascetas de ambos sexos en elSi mon peuple ne veut pas se soumettrem, je suis forcés de laisser aller le bras de monFils. Il est si fort et si pesant, que je ne pais plus le maintenir. Depuis le temps que jesouffre pour vous-autrs!” (Marie, corred., cit., p. 212).
- Page 1 and 2:
La Virgen María, página 1LA VIRGE
- Page 3:
La Virgen María, página 3Ahora bi
- Page 6 and 7:
La Virgen María, página 6El Padre
- Page 8 and 9:
La Virgen María, página 8jamás p
- Page 10 and 11:
La Virgen María, página 10recibi
- Page 12 and 13:
La Virgen María, página 12según
- Page 14 and 15:
La Virgen María, página 14de los
- Page 16 and 17:
La Virgen María, página 16mirada
- Page 18 and 19:
La Virgen María, página 18habiend
- Page 20 and 21:
La Virgen María, página 20Elvidio
- Page 22 and 23:
La Virgen María, página 22Este ha
- Page 24 and 25:
La Virgen María, página 24Muy bie
- Page 26 and 27:
La Virgen María, página 26virgen
- Page 28 and 29:
La Virgen María, página 28esa lit
- Page 30 and 31:
La Virgen María, página 30ilimita
- Page 32 and 33:
La Virgen María, página 32transfi
- Page 34 and 35:
La Virgen María, página 34aquí u
- Page 36 and 37:
La Virgen María, página 36fervor,
- Page 38 and 39:
La Virgen María, página 38Y ahora
- Page 40 and 41:
La Virgen María, página 40A su in
- Page 42 and 43:
La Virgen María, página 42crític
- Page 44 and 45:
La Virgen María, página 44dialéc
- Page 46 and 47:
La Virgen María, página 46En este
- Page 48 and 49:
La Virgen María, página 48Si aten
- Page 50 and 51:
La Virgen María, página 50La Virg
- Page 52 and 53:
La Virgen María, página 52En real
- Page 54 and 55:
La Virgen María, página 54tu serv
- Page 56 and 57:
La Virgen María, página 56recuerd
- Page 58 and 59:
La Virgen María, página 58parece
- Page 60 and 61:
La Virgen María, página 60agnosti
- Page 62 and 63:
La Virgen María, página 62et beat
- Page 64 and 65:
La Virgen María, página 64desiert
- Page 66 and 67:
La Virgen María, página 66Para lo
- Page 68 and 69:
La Virgen María, página 68interpr
- Page 70 and 71: La Virgen María, página 70confies
- Page 72 and 73: La Virgen María, página 72superst
- Page 74 and 75: La Virgen María, página 74produjo
- Page 76 and 77: La Virgen María, página 76La inma
- Page 78 and 79: La Virgen María, página 78la Igle
- Page 80 and 81: La Virgen María, página 80singula
- Page 82 and 83: La Virgen María, página 82La defi
- Page 84 and 85: La Virgen María, página 84por la
- Page 86 and 87: La Virgen María, página 86problem
- Page 88 and 89: La Virgen María, página 88leche y
- Page 90 and 91: La Virgen María, página 90En los
- Page 92 and 93: La Virgen María, página 92feminid
- Page 94 and 95: La Virgen María, página 94como Sa
- Page 96 and 97: La Virgen María, página 96La inte
- Page 98 and 99: La Virgen María, página 98Sin emb
- Page 100 and 101: La Virgen María, página 100la pie
- Page 102 and 103: La Virgen María, página 102está
- Page 104 and 105: La Virgen María, página 104El seg
- Page 106 and 107: La Virgen María, página 106mérit
- Page 108 and 109: La Virgen María, página 108a cier
- Page 110 and 111: La Virgen María, página 110consid
- Page 112 and 113: La Virgen María, página 112mujer
- Page 114 and 115: La Virgen María, página 114el ace
- Page 116 and 117: La Virgen María, página 116lo div
- Page 118 and 119: La Virgen María, página 118muere
- Page 122 and 123: La Virgen María, página 122catoli
- Page 124 and 125: La Virgen María, página 124interp
- Page 126 and 127: La Virgen María, página 126misió
- Page 128 and 129: La Virgen María, página 128benevo
- Page 130 and 131: La Virgen María, página 130confor
- Page 132 and 133: La Virgen María, página 132un nue
- Page 134 and 135: La Virgen María, página 134los gu
- Page 136 and 137: La Virgen María, página 136“Cel
- Page 138 and 139: La Virgen María, página 138trabaj
- Page 140 and 141: La Virgen María, página 140El pen
- Page 142 and 143: La Virgen María, página 142la ver
- Page 144 and 145: La Virgen María, página 144En rea
- Page 146 and 147: La Virgen María, página 146no só
- Page 148: La Virgen María, página 148Si est