12.07.2015 Views

Virgen Maria completa - Escritura y Verdad

Virgen Maria completa - Escritura y Verdad

Virgen Maria completa - Escritura y Verdad

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

La <strong>Virgen</strong> María, página 99porque el sistema teológico-soteriológico católico, con su rígida estructura jurídica, noconsiente otra vía de expresión. Cristo, en el dogma católico, ya no puede ser el símbolode una gracia total, porque sigue siendo el juez supremo, sentado sobre el arco iris, queaterrorizara a Lutero cuando niño ; sigue siendo el frío ejecutor del juicio final, pintadopor Miguel Ángel en la capilla Sixtina, con el brazo levantado para maldecir, si lapiadosa Madre no lo detiene ; si no es, inversamente, el crucificado, demasiado arcano yal mismo tiempo demasiado aplastado por el peso de la inexorable justicia divina, paraser realmente el consolador, el amigo de todos los días, el misericordioso.La Reforma tuvo el valor de una reacción contra esta dura teología jurídica ; fue lareconquista del rostro evangélico de Jesús : pero no lo olvidemos esta reconquista sólofue posible al precio de una revolución que convulsionó a Europa y despedazó su unidadreligiosa ¡Muy difícil debió ser la reconquista de un Cristo misericordioso, si sólo pudoser alcanzada a tal precio!Y precisamente porque el catolicismo se negó a aceptar ese descubrimiento del Cristo dela misericordia, precisamente porque en el Concilio de Trento no supo hacer otra cosaque reforzar y perfeccionar, contra la Reforma, su sistema jurídico-soteriológico, no lequedó otro camino, para expresar pese a toda una fe más simple, una piedad másinmediata, que intentar rodear la enorme fortaleza conceptual, ritual, disciplinaria,sacramental del cristianismo medieval, lanzándose a campo traviesa por la senda de lapiedad mariana. Y por esto es fácil que ésta continúe desarrollándose, y se avive con todoel amor, toda la devoción que se relacionan con esta intuición más fresca, más“evangélica” de ;a misericordia divina : ¡se la aviva deformándola!Porque sería inútil ignorar esta simple verdad. María no es Jesús, la piedad mariana no esel evangelio. En la piedad mariana, la gran paradoja evangélica de un Dios de justicia quesabe estar más allá de la justicia, se resuelve en sus elementos antitéticos: por una parte,una divinidad toda severidad, toda justicia; por otra, una misericordia toda humana, sinjusticia; una misericordia que encuentra, sí, un símbolo inmortal en la mujer y la madre;pero que también encuentra en ella sus límite inquietante: porque está precisamente deeste lado de la ética, como el instinto materno, que sin discriminación está siempre departe del hijo, por depravado que sea, y oculta sus culpas con cómplice indulgencia. 168 Si168 Este aspecto de la piedad mariana está claramente indicado por Charles Brütsch, en sulibro La Vierge Marie, Délachaux et Nietlé, Neuchatel, 1943: “Faibles, nois désirons éterrevétus de force; mais nous n’aimons pas á nous rennonaitre ocupables decant Dieu et ademander pardon. Marie au coeur tendre ne fait pas éclater notre péche contre Dieu . . .Lorsque, en revanche, nous rencontrons Jesús Christ, et que nous portons nos regardssur la croix nous ne pouvons le faire san éprouver le péche qui nous sépare de Dieu . . .Mais la croix nous dit aussi que tous nos péchés sont éternellement pardonnés” (p. 56).Justo y bien dicho. Pero tal vez Brütsch no observa suficientemente la naturalezalegalista, jurídica de la conciencia católica del pecado y de la redención; p[ara lo cual lamisma contemplación de la cruz no le sugiere al católico esa gloriosa antítesis resuelta deun pecado radical anulado por un perdón incondicional, que inspira a la piedadevangélica, sino que permanece empantanada tratando de calcular el mérito de congruo y

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!