La <strong>Virgen</strong> María, página 68interpretación de otro pasaje a menudo discutido. Respondiendo al pelagiano Julián deEclanum, que lo acusaba de atribuir al diablo, por su nacimiento, la propia <strong>Virgen</strong> María,Agustín replica: “No atribuyo a María al diablo por la condición de su nacimiento,porque esta condición se disuelve por la gracia del renacimiento” (quia ipsa conditosolvitur gratia renascendi): 109 ella, pues, es salvada de la común sujeción al mal poraquella misma virtud de regeneración que es concedida a los fieles y no por algúnprivilegio de nacimiento. 110 Por esto los teólogos católicos más prudentes no consideran aAgustín como una fuente explícita de la Inmaculada Concepción, limitándose a afirmarque ésta se puede descubrir en sus premisas, en las que está contenida implícitamente. 111Y aun esta interpretación, como hemos visto, debe ser tomada con cautela; mientras sepuede admitir, con Harnack, que al conceder a María una posición de excepción conrespecto al pecado actual, Agustín en realidad favoreció en manera general el desarrollodogmático que había de conducir, quince siglos más tarde, a la definición de laInmaculada Concepción. 112No es mayor la claridad que se puede obtener de los padres de los siglos siguientes. Esdigno de notarse que Nestorio, el mismo que combatió en Éfeso el título de Madre deDios, admitía que María hubiera estado exenta de la condena inherente al pecadooriginal, y por lo tanto de los dolores de parto. Pero Nestorio tenía simpatía por elpelagianismo, y hay evidentemente una especia de afinidad electiva entre esta teoría, queatenúa la gravedad de la caída original, y la doctrina de la inmaculada concepción, quequiere eximir de ella a la <strong>Virgen</strong> María: este paralelismo se halla en todos los siglossiguientes. 113de materna carne peccati. Quod enim carnos inde suscepit, id profecto aut suscipiendummundavit, aut suscipiendo mundavit. Ideo Virginem matrem, non lege carnis peccati, idest, non concupiscentia carnalis motu concipientem, sed pia fide sanctum germen in sefieri promerentem, quam eligeret creavit de qua creavit de qua crearetur elegit.: Elpensamiento es el mismo del pasaje anteiormente citado. Cristo fue concebido sinpecado, si bien la “carne” de su madre no era sin pecado, antes estaba enteramente en lalínea de la descendencia inicua de Adán. Pero aquella carne de pecado, la tomó sobre sí opara purificarla, o purificándola en el hecho mismo de asumirla. El fue de hechoconcebido no según la ley del pecado, o sea sin concupiscencia, por fe en la promesadivina anunciada por el ángel. P. .L. 44, 174.109 Agustín, Contra Julianum, IV, 122, P. L. 45, 1418.110 La teología católica como veremos luego, ha debido eludir la dificultad distinguiendola situación de hecho de la derecha ; cf. Roschini, Mariología, I, p. 146 sgs.111 Conf. La interpretación de Roschini : “Duobus texibus rite perpensis nobis videtur S.Augustinum immaculatam Conceptionem sufficienter saltem docuisse.” Sufficienter, esdecir indirectamente, implícitamente, con bastante probabilidad (Mariología, I, p. 147).112 A. Harnack, Historia del dogma, tr. Ital. Mendrisio, 1914, vol. V, p. 305, nota.113 Por eso no se justifica la irónica exclamación : “Miranda res!”, con la cual Roschinirefiere esta opinión de Nestorio (Mariología, II, 1, p. 38). Para los teólogos católicos, auntan eruditos como él, Nestorio permanece clavado por los siglos de los siglos a su figuraconvencional de empedernido basfemador de María.
La <strong>Virgen</strong> María, página 69Para hallar expresiones explícitas en el sentido de que María está exenta de la condena dela caída primordial, es necesario descender hasta la época carolingia. Pascasio Radbertoafirma que María no sufrió los dolores de parto porque estaba inmune de la culpa, y porlo tanto de la pena de la caída de Adán; y sostiene, en consecuencia, que se la debedeclarar “incorrupta e incontaminada y extraña a todo contagio del primer origen”; peroconcibe tal inmunidad como el efecto de una santificación en el sentido materno. 114 Encambio, según Anselmo de Canterbury, María no sólo fue concebida, sino que nació enpecado, como todos los hijos de Adán. 115En nuestra cuestión, como en todo el desarrollo de la mariología, la piedad popular y laliturgia, precedieron a las definiciones dogmáticas: en 1140 algunos canónigos de Lioninstituyeron una fiesta en honor de la inmaculada concepción de María. Todavía hoypodemos darnos cuenta de la impresión de novedad que tal iniciativa debió producir,leyendo la célebre epístola que Bernardo de Clairvaux les escribió en aquella ocasión:“Entre las iglesias de la Galia, Lion, como todos saben, ha tenido hasta ahora lapreeminencia, sea por la dignidad de su sede episcopal, sea por honorables estudios yloable disciplina . . . Por eso me maravilla que algunos de vosotros hayan queridocambiar ese vuestro óptimo aspecto, introduciendo una nueva ceremonia, que los ritos dela Iglesia ignoran, que la razón no aprueba, y la tradición antigua no recomienda. ¿Somosquizás más doctos o más piadosos que los Padres? ¿Queremos definir nosotrostemerariamente lo que ellos, en su prudencia, dejaron en duda? Porque se trata de unacuestión tal que, si no fuera un deber no indagarla, la diligencia de los Padres no hubierapodido pasarla por alto. Pero diréis, se debe honrar mucho a la Madre del Señor. Decísbien pero el honor de la reina quiere ser juicioso. La virgen real no tiene necesidad de unfalso honor, estando cargada de auténticos títulos de gloria. Honra la integridad de sucarne, la santidad de su vida; admira su fecundidad virginal; venera a su Hijo divino.Celebra a aquella que no conoció concupiscencia al concebir, ni dolor al dar a luz.Predica a aquella que es reverenciada por los ángeles, deseada por las gentes,preconocida por los patriarcas y los profetas, electa entre todas, preferida de todos.Magnifica a la que en su seno fue portadora de la gracia, la mediadora de la salvación, larestauradora de las edades; exalta a aquella que está exaltada por encima de los corosangélicos, en los reinos celestiales: todo esto, para mí, canta de ella la Iglesia, y meenseña a cantar. Yo sostengo y transmito con certeza lo que de ella he recibido; pero114 Pascasio Radbertus, De partu Virginis : “Nullis quando nata est, subjacuit delictis,neque contraxit, in utero santificata, originale peccatum.” P. L. 96, 211.115 Anselmo, Cur Deus homo., lib. II, cap. 16: “Nam licet ipsa hominis eiusdem conceptiosit munda et absque carnalis delectationis peccato, Virgo tamen ipsa unde assumptus est,est in iniquitatibus concepta et in peccatis concepit eam matereius, et cum originalipeccato nata est, quoniam et ipsa in Adam peccavit, in quo omnes peccaverunt.” Elpensamiento es puesto en labios del interlocutor del diálogo, Bosone, pero Anselmo norefuta su declaración; la cual concuerda con los pensamientos ya citados de Agustín :Jesús fue concebido sin pecado, es decir, sin concupiscencia, si bien la <strong>Virgen</strong> de la cualfue concebido había sido concebida en iniquidad y nacida en pecado original, en cuantoella también había pecado en Adán. Erlangen 1834, p. 124.
- Page 1 and 2:
La Virgen María, página 1LA VIRGE
- Page 3:
La Virgen María, página 3Ahora bi
- Page 6 and 7:
La Virgen María, página 6El Padre
- Page 8 and 9:
La Virgen María, página 8jamás p
- Page 10 and 11:
La Virgen María, página 10recibi
- Page 12 and 13:
La Virgen María, página 12según
- Page 14 and 15:
La Virgen María, página 14de los
- Page 16 and 17:
La Virgen María, página 16mirada
- Page 18 and 19: La Virgen María, página 18habiend
- Page 20 and 21: La Virgen María, página 20Elvidio
- Page 22 and 23: La Virgen María, página 22Este ha
- Page 24 and 25: La Virgen María, página 24Muy bie
- Page 26 and 27: La Virgen María, página 26virgen
- Page 28 and 29: La Virgen María, página 28esa lit
- Page 30 and 31: La Virgen María, página 30ilimita
- Page 32 and 33: La Virgen María, página 32transfi
- Page 34 and 35: La Virgen María, página 34aquí u
- Page 36 and 37: La Virgen María, página 36fervor,
- Page 38 and 39: La Virgen María, página 38Y ahora
- Page 40 and 41: La Virgen María, página 40A su in
- Page 42 and 43: La Virgen María, página 42crític
- Page 44 and 45: La Virgen María, página 44dialéc
- Page 46 and 47: La Virgen María, página 46En este
- Page 48 and 49: La Virgen María, página 48Si aten
- Page 50 and 51: La Virgen María, página 50La Virg
- Page 52 and 53: La Virgen María, página 52En real
- Page 54 and 55: La Virgen María, página 54tu serv
- Page 56 and 57: La Virgen María, página 56recuerd
- Page 58 and 59: La Virgen María, página 58parece
- Page 60 and 61: La Virgen María, página 60agnosti
- Page 62 and 63: La Virgen María, página 62et beat
- Page 64 and 65: La Virgen María, página 64desiert
- Page 66 and 67: La Virgen María, página 66Para lo
- Page 70 and 71: La Virgen María, página 70confies
- Page 72 and 73: La Virgen María, página 72superst
- Page 74 and 75: La Virgen María, página 74produjo
- Page 76 and 77: La Virgen María, página 76La inma
- Page 78 and 79: La Virgen María, página 78la Igle
- Page 80 and 81: La Virgen María, página 80singula
- Page 82 and 83: La Virgen María, página 82La defi
- Page 84 and 85: La Virgen María, página 84por la
- Page 86 and 87: La Virgen María, página 86problem
- Page 88 and 89: La Virgen María, página 88leche y
- Page 90 and 91: La Virgen María, página 90En los
- Page 92 and 93: La Virgen María, página 92feminid
- Page 94 and 95: La Virgen María, página 94como Sa
- Page 96 and 97: La Virgen María, página 96La inte
- Page 98 and 99: La Virgen María, página 98Sin emb
- Page 100 and 101: La Virgen María, página 100la pie
- Page 102 and 103: La Virgen María, página 102está
- Page 104 and 105: La Virgen María, página 104El seg
- Page 106 and 107: La Virgen María, página 106mérit
- Page 108 and 109: La Virgen María, página 108a cier
- Page 110 and 111: La Virgen María, página 110consid
- Page 112 and 113: La Virgen María, página 112mujer
- Page 114 and 115: La Virgen María, página 114el ace
- Page 116 and 117: La Virgen María, página 116lo div
- Page 118 and 119:
La Virgen María, página 118muere
- Page 120 and 121:
La Virgen María, página 120Sabidu
- Page 122 and 123:
La Virgen María, página 122catoli
- Page 124 and 125:
La Virgen María, página 124interp
- Page 126 and 127:
La Virgen María, página 126misió
- Page 128 and 129:
La Virgen María, página 128benevo
- Page 130 and 131:
La Virgen María, página 130confor
- Page 132 and 133:
La Virgen María, página 132un nue
- Page 134 and 135:
La Virgen María, página 134los gu
- Page 136 and 137:
La Virgen María, página 136“Cel
- Page 138 and 139:
La Virgen María, página 138trabaj
- Page 140 and 141:
La Virgen María, página 140El pen
- Page 142 and 143:
La Virgen María, página 142la ver
- Page 144 and 145:
La Virgen María, página 144En rea
- Page 146 and 147:
La Virgen María, página 146no só
- Page 148:
La Virgen María, página 148Si est