17.07.2015 Views

1020026230

1020026230

1020026230

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

sus esfuerzos y la de manera cómo habíaevitado, cuando ya estaban en mitad delcamino, que el pito y el tamboril desaparecieran.•Parece que unos bárbaros querían perfeccionarel pito añadiéndole dos agujeros...¡Un pito con cinco agujeros! ¡Quésacrilegio! Él se atenía religiosamenteal pito de tres agujeros, al pito de susantepasados, y no tenía miedo á nadie,pudiendo apostar con cualquiera á quiénlo tocaba mejor, por lo que respecta á lountuoso de los ligados y á la vivacidadde las variaciones y de los trinos.—Esto se me ocurrió—decía con ademánmodesto y vagamente inspirado,con ese acento particular que haría cómicala más conmovedora de las oracionesfúnebres;—se me ocurrió una nocheque estaba yo sentado al pie de un olivooyendo cantar á un ruiseñor... y dijepara mi capote: ¡Cómo, Buisson! ese pájaroque ha hecho Dios canta así, ¿y loque él hace con un solo agujero no lohabías de poder hacer tú con tres?La frase es tonta; pero aquel día mepareció deliciosa.Un buen meridional no goza completamentede sus emociones si no las compartecon otros. Yo admiraba á Buissony necesitaba que lo admirasen los demás.Y ahí me tenéis correteando porParís, paseando á mi tamborilero, presentándolocomo un fenómeno, reclutandoamigos, organizando una velada enmi casa para que le oyesen.Buisson tocó, contó sus luchas y susesfuerzos para perfeccionarse en el manejode los instrumentos; repitió aquellode que la idea de hacerse un maestrose le había ocurrido una noche que estabaoyendo cantar á un ruiseñor, y misamigos hicieron como que se asombrabande tanta habilidad y maestría.Aquel era el primer paso. Tenía yopor entonces una obra en ensayo en elteatro del Ambigú, una obra provenzalHablé de Buisson, de su tamboril, de supito, á Hostein, que era el director, y yasupondréis la elocuencia con que lo hiceOcho días seguidos estuve calentándolela cabeza, hasta que al fin me dijo:-¿Por qué no metemos á vuestro tamborileroen la obra? Falta una cosa que

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!