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Azuza Street

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Oc California a \1aine

durante dos noches dormí muy poco. Vimos varios trenes

descarrilados por el camino, y dos veces estuvimos a punto

de salirnos nosotros mismos del carril antes de llegar a California.

La gran altura también me provocaba mucha tensión.

Estaba muy cansado por todo el agotador trabajo del

verano. Nos hizo muy felices volver a California.

Habíamos despachado nuestro equipaje a Los Ángeles,

sin saber dónde nos alojaríamos de allí en más. Pero antes

de llegar a Pasadena el Señor me mostró que debíamos bajar

allí. No esperábamos que nadie nos recibiera, aunque le

habíamos escrito al hermano Boehmer diciéndole que volveríamos

en ese tren. Cuando llegamos a Pasadena, sin ningún

lugar adonde ir, nos encontramos con que el hermano

Boehmer nos estaba esperando. Nos llevó al hogar de una

obra misionera en la calle Mary que habían abierto recientemente

junto con la obra misionera Alley. Dios había arreglado

todo para nosotros, sin que lo supiéramos. Eramos

verdaderamente unos peregrinos cansados del camino, que

necesitaban descanso. Llegamos el 5 de diciembre de 1907.

Apenas nos habíamos ubicado cuando caí víctima de un

terrible ataque de gripe. También se enfermaron Ruth y

john. El diablo había tratado de entorpecer nuestro regreso,

y ahora parecía decidido a matarnos. Durante tres días sufrí

dolores punzantes en los brazos y los hombros, hasta casi

perder la razón. Los santos oraron y fui librado. Descubrí

que la obra había retrocedido considerablemente. Había

muchas divisiones y el Espíritu estaba muy atado. La oposición

externa se había vuelto más organizada y decidida. En

Los Ángeles sucedía algo similar.

Los santos de la obra misionera de Alley habían sufrido

mucho bajo la tiranía de un líder que no había recibido el

"bautismo". Los ayudé a orar para que se fuera de la obra y

del hogar, y fueron librados. Él se les había impuesto por sí

mismo. Era como los perros que se meten sin ser llamados.

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