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Azuza Street

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Capítulo 8

El ministerio del hermano

Durham en Los Ángeles

Aproximadamente una semana antes de que yo volviera,

el hermano Durham comenzó a realizar reuniones en la

vieja Obra Misionera de Azusa. Fue enviado por el Señor

desde Chicago con un mensaje para los santos pentecostales

en Los Angeles. Primero se le había negado una audiencia

en la iglesia del Aposento Alto, por lo que fue a Azusa.

El hermano Seymour estaba de viaje por el Este. Durham

comenzó a hacer reuniones y los hermanos se agolparon en

el viejo lugar y lo llenaron nuevamente con elevadas alabanzas

a Dios. Esto fue lo que el Señor nos había hecho saber a

tres de nosotros, más de un año antes, mientras orábamos.

Yo había vuelto justo a tiempo para verlo. Dios había vuelto

a reunir a muchos de los viejos líderes de Azusa, trayéndolos

de muchas partes del mundo, a Los Angeles, evidentemente,

para esto. Muchos lo llamaron "el segundo

aguacero de la lluvia tardía". El domingo, el lugar estaba

atestado de gente, y quinientas personas debieron quedar

afuera. La gente no dejaba sus asientos entre reuniones por

temor a perderlos.

Con esto, la iglesia del Aposento Alto perdió su base de un

día para otro. El líder había abusado de su privilegio, así como

los hermanos. Él también le había fallado al Señor en otros aspectos.

El Señor puede librar a cualquier hombre o iglesia si se

obliga a hacerlo. Pero no podemos abusar persistentemente de

nuestro privilegio, destruir a los profetas de Dios, y creer que

finalmente escaparemos a las consecuencias. Grande fue la

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