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Azuza Street

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El pastor Smale retorna del ayjyamiento en Gales

para la prensa religiosa. Antes de ir a una reunión en una carpa

en Pasadena, oré y ayuné. El Señor me ungió portentosamente

en la predicación, y yeinte almas llegaron a su altar. En

este momento ya el espíritu de intercesión se había apoderado

de mí de tal forma que oraba casi de día y de noche. También

ayunaba mucho, tanto que mi esposa muchas veces temía seriamente

por mi salud. Los padecimientos de mi Señor se habían

hecho carne en mí. Estaba con Él en el Huerto. La "agonía

de su alma" había caído pesadamente sobre mí. Llegué a

temer, como Él, que quizá no viviera para ver la respuesta a

mis oraciones y lágrimas por el avivamiento. Pero Él me aseguró,

emiando más de un ángel para sostenerme, que estaba

satisfecho conmigo. Sentí que empezaba a comprender un poco

de lo que Pablo decía cuando hablaba de "completar sus sufrimientos"

por un mundo perdido. Algunos hasta temían que

yo hubiera perdido el juicio. No podían entender mi colosal

preocupación. Tampoco muchos pueden comprender estas

cosas hoy "El hombre natura/no percibe las cosas que son del

Espíritu". Son "/orum" para él. Los espíritus egoístas no

pueden comprender ese sacrificio. Pero "quien quiera salvar

su alma, la perderá". "Si el grano de trigo no cae en la

tierra y muere... " Nuestro Señor fue "varón de dolores", así

como de gozo.

Yo iba con frecuencia a Pasadena, confiando en que Dios

proveería para el viaje de vuelta. Cierta vez, el hermano

Boehmer sintió que yo estaba yendo allí. Fue hacia la pequeña

Obra Misionera de Peniel y me encontró allí. Pasamos

yarias horas orando. Después Él pagó mi viaje de regreso.

En aquellos días pasábamos muchas noches orando

juntos. Era un gran privilegio pasar toda una noche con el

Señor. Él se mostraba tan cercano... Parecía que nunca nos

cansábamos. Boehmer trabajaba como jardinero. Nunca le

pedí un centavo, pero él siempre me daba algo. Dios, finalmente,

no solo tenía su dinero, sino su vida también, en el

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