28.08.2020 Views

Azuza Street

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Azusa Street

La noche del 3 de julio sentí fuertemente que debía ir a

orar a la pequeña obra misionera de Peníel en Pasadena. Allí

encontré al hermano Boehmer, que había llegado antes que

yo. Él también había sentido que Dios lo llamaba a orar allí.

Oramos por un espíritu de aYiyamiento para Pasadena hasta

que la carga se hizo casi insoportable. Yo lloraba como

una mujer que está por dar a luz. El Espíritu intercedía. fínalmente

la carga se leyantó de nosotros. Después de un

breve tiempo de espera, una gran calma se posó sobre nuestro

ser, Entonces, repentinamente, sin ayiso, el mismísimo

SeñorJesucristo se nos reye!ó. Parecía estar directamente en

medio de nosotros, tan cerca que podríamos haber extendido

la mano para tocarlo. Pero no osamos mO\'ernos. Yo no

podía ni mirarlo. En realidad, parecía que todo yo era espíritu.

Su presencia parecía más real, si fuera posible. que si

hubiera podido yerlo y tocarlo físicamente. Oh'idé que tenía

ojos y oídos. Mi espíritu lo reconocía, Gn cielo de amor di­

Yino llenaba y conmoyía mi alma. Un fuego ardiente me recorría.

En realidad, todo mi ser parecía fluir delante de Él.

como la cera ante el fuego. Perdí toda conciencia de tiempo

y espacio, y solo fui consciente de su marayillosa presencia.

Lo adoré postrado ante sus pies. Realmente parecía que estaba

en el "monte de la transfiguración". Estaba perdido en

el puro Espíritu.

Él se quedó durante algún tiempo con nosotros. Luego,

lentamente, retiró su presencia. Todavía estaríamos allí si

Él no se hubiera retirado. Después de esta experiencia, yo

no pude dudar de que Él es real. El hermano Boehmer experimentó

aproximadamente lo mismo que yo. Ambos habíamos

perdido toda conciencia de la presencia del otro

mientras el Señor estuvo allí. Casi teníamos miedo de hablar

o de respirar cuando yolyimos en nosotros. El Señor

no nos había dicho nada: solo había arrobado nuestros espíritus

con su presencia. Él había yenido a fortalecernos y

50-------------------------

adquiérelo en tu librería

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!