Introducción general a las obras completas de Andrés Bello

Escena IV
AMPELISCA
-¿Qué cosa puedo hacer de más provecho
que sacarme del pecho
esta mísera vida
tan enojosa y de cuidados llena?
Si el destino la corta,
hágalo en hora buena; no me importa;
cuando las esperanzas que abrigaba
todas me abandonaron. He corrido
acá y allá; rincón tan escondido
que no haya registrado no me queda.
Con la voz, los oídos y los ojos,
he buscado, he llamado a mi consierva
sin que encontrar pudiera
a mi desventurada compañera
de servidumbre, ni a dónde me encamine
sé, ni de quién me informe, que me diga
si una señal ha visto o resto suyo.
Y desierto lugar como el que miro
en derredor, no tiene el mundo todo.
Mas si en alguna parte oculta se halla
no habrá rincón, peñasco, ni sendero
que no visite hasta encontrarla viva.
PALESTRA
-¿Quién habla aquí tan cerca?
AMPELISCA
-Temerosa (?)
¡Tiemblo! ¿Qué voz es ésa?
PALESTRA
-¡Buena esperanza! Acórreme.
¿No es el que escucho mujeril acento?
Poesías
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