Manual 2 - The Church of Jesus Christ of Latter-day Saints
Manual 2 - The Church of Jesus Christ of Latter-day Saints
Manual 2 - The Church of Jesus Christ of Latter-day Saints
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Lección 22<br />
incluyan las siguientes: Honrar el Sacerdocio Aarónico; observar a mi padre, a mis<br />
maestros orientadores y a otros poseedores del sacerdocio a fin de ver cómo emplean<br />
ese sacerdocio; estudiar las Escrituras para ver el ejemplo de otros grandes hombres;<br />
mirar hacia adelante al momento en que se les confiera el Sacerdocio de Melquisedec;<br />
aprender todo lo que se requiere para ser un buen padre.)<br />
Analice con la clase las ideas de los jóvenes. Formule preguntas tales como:<br />
• ¿Qué cualidades reúne todo fiel poseedor del Sacerdocio de Melquisedec?<br />
• ¿Qué cualidades posee un buen padre?<br />
• ¿A quién conocen ustedes que posea estas cualidades?<br />
• ¿Qué hombres de las Escrituras poseían tales cualidades?<br />
Relato Pida a uno de los jóvenes que lea la siguiente historia y pida al resto de la clase que<br />
consideren las siguientes preguntas a medida que escuchan el relato:<br />
• ¿Cómo deberá prepararse un joven para ser como el padre de la siguiente historia?<br />
• ¿Cómo debe de haber estado viviendo ese poseedor del sacerdocio para estar en<br />
comunión con el Espíritu?<br />
El élder Bruce R. McConkie contó una vez lo siguiente:<br />
“Uno de los recuerdos de mi temprana niñez es cuando paseaba a caballo por un huerto<br />
de manzanos. El animal era manso y dócil, y yo me sentía seguro en la montura.<br />
“Pero un día, algo asustó al caballo, que entonces echó a correr desbocado por el<br />
huerto; las ramas de los árboles me hicieron caer de la montura, causando que una de<br />
mis piernas se me enredara en el estribo. Desesperadamente me así a la desgastada<br />
correa que por lo general se usa para atar . . . la silla; mi peso debía haber roto la<br />
correa, pero de algún modo no lo hizo. Otras dos o tres sacudidas bruscas del caballo<br />
desbocado habrían roto la correa o me la hubieran arrancado de las manos, dejándome<br />
para ser arrastrado a la muerte con el pie enredado en el estribo.<br />
“De pronto, el caballo se detuvo y me di cuenta de que alguien estaba firmemente<br />
sosteniendo las riendas y tratando de calmar al tembloroso animal. Casi de inmediato me<br />
encontré en los brazos de mi padre.<br />
“¿Qué había sucedido? ¿Qué hizo que mi padre acudiera a mi rescate en ese instante<br />
antes de que yo cayera bajo los cascos de mi atemorizado caballo?<br />
“Mi padre había estado sentado en casa, leyendo el diario, cuando el Espíritu le susurró:<br />
‘¡Ve inmediatamente al huerto!’<br />
“Sin vacilar, sin esperar a saber por qué razón, mi padre corrió. Encontrándose en el<br />
huerto sin saber la razón por la cual estaba allí, vio el caballo desbocado y pensó: Debo<br />
detener a ese animal.<br />
“Lo hizo y me encontró. Y así fue cómo me salvó de serias heridas o posiblemente aun<br />
de la muerte” (véase “Escucha al Espíritu”, Liahona, enero de 1973, págs. 24–24).<br />
Analice las respuestas de los jóvenes a las preguntas que les presentó antes de leer el<br />
relato anterior. Señale que el Espíritu Santo ayudó al padre del élder McConkie a cumplir<br />
su responsabilidad de proteger a su familia, y que para obtener la misma ayuda como<br />
padres, debemos prepararnos espiritualmente.<br />
Conclusión<br />
Testimonios Si el tiempo lo permite, y bajo la guía del Espíritu, tal vez quiera usted compartir algunos<br />
de sus sentimientos personales para con su padre como patriarca de su hogar, o de la<br />
gran responsabilidad que usted siente como patriarca de su propia familia, o puede pedir<br />
a los jóvenes que expresen sus sentimientos con relación a sus padres.<br />
Cometido Exhorte a cada joven para que escoja una manera de apoyar a su padre como patriarca<br />
de su hogar y hacer algo al respecto durante la semana entrante. Pídales también que<br />
piensen en la clase de patriarca que ellos mismos quieran llegar a ser y que comiencen a<br />
prepararse para esa responsabilidad divina.<br />
91