Manual 2 - The Church of Jesus Christ of Latter-day Saints
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“Existen muchos ejemplos, tanto antiguos como modernos, que hacen referencia a la<br />
influencia de la buena música. El desconsuelo desapareció y las mentes se llenaron de<br />
paz cuando las palabras ‘Santos venid’ dieron a los pioneros el valor que necesitaban<br />
para enfrentar sus dificultades. Esta misma canción ha servido de inspiración para<br />
muchos en el transcurso de los años. En una ocasión, estaba hablando con un piloto que<br />
había regresado recientemente de un arduo vuelo. Hablamos del valor y del miedo, y le<br />
pregunté cómo se había podido controlar al pasar por todo lo que había enfrentado, y<br />
me dijo: ‘Tengo un himno que es mi favorito, y cuando me encontraba en medio de la<br />
desesperación, cuando quedaban pocas esperanzas de que pudiera volver, lo entoné<br />
mentalmente, y fue como si los motores del avión cantaran conmigo’.<br />
“‘Santos venid, sin miedo, sin temor,<br />
mas con gozo andad.<br />
Aunque cruel jornada ésta es,<br />
Dios nos da Su bondad’.<br />
“De esta fuente extrajo ese hombre la fe, ingrediente básico del valor.<br />
“El Señor mismo estaba preparado para Su más grande prueba mediante la influencia de<br />
la música, pues las Escrituras nos dicen: ‘Cuando hubieron cantado el himno, salieron al<br />
monte de los Olivos’ (Marcos 14:26).<br />
“Recordad, jóvenes, deseo que cada uno de vosotros recuerde que ésta es vuestra<br />
Iglesia, y que vuestro Señor y Salvador se encuentra al frente de ella. Su guía e<br />
inspiración constante está a vuestra disposición cuando conserváis la mente llena de<br />
buenos elementos, de lo hermoso, de lo que inspira. Ésta es una de las formas de<br />
lograrlo: escoged un himno o canción favorito, al igual que lo hizo mi amigo el piloto; un<br />
himno cuya letra sea edificante y su letra sea reverente; un himno que os haga sentir la<br />
inspiración verdadera. Hay muchas canciones hermosas entre las que se puede elegir;<br />
buscad la guía del Espíritu al hacer la selección; escudriñad la canción cuidadosamente;<br />
memorizadla. Aun cuando no hayáis tenido preparación musical, podéis analizar una<br />
simple canción. Utilizad entonces esto como un curso para vuestros pensamientos.<br />
Haced que sea vuestro canal de emergencia.<br />
“Cuando encontréis actores sombríos infiltrándose en vuestros pensamientos sobre el<br />
escenario de vuestra mente, pensad en esta canción; cambiará por completo vuestro<br />
estado de ánimo.<br />
“Debido a que la música es edificante y limpia, los pensamientos turbios se alejarán<br />
avergonzados. Porque la virtud, si la deseamos, no se asociará con lo inmundo. La<br />
maldad no puede tolerar la presencia de la luz. En el debido tiempo os encontraréis<br />
tarareando la música casi en forma automática para alejaros de los pensamientos<br />
indignos. Jóvenes, tomad parte activa en cosas buenas y dignas, conservad la mente<br />
llena de pensamientos nobles, ‘porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él’ y<br />
tendréis la habilidad de alcanzar aquellas cosas que llenarán de plenitud vuestra vida.<br />
“Recordad que sois hijos e hijas del Dios Todopoderoso. Os doy mi testimonio de que<br />
Dios es nuestro Padre, de que somos Sus hijos, de que nos ama y que ha proveído<br />
cosas grandes y gloriosas en esta vida. Yo sé estas cosas, y agradezco a Dios la<br />
influencia edificante de la buena música en mi vida, que ha favorecido mis pensamientos<br />
y elevado mi alma”. (Véase Boyd K. Packer, en Conference Report, octubre de 1973,<br />
págs. 21–25; o Ensign, enero de 1974, págs. 25–28.)