Manual 2 - The Church of Jesus Christ of Latter-day Saints
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“—No.<br />
“—Tampoco yo —dijo—. ¿Por qué no lo leemos juntos a ver si podemos obtener un<br />
testimonio?<br />
“Aquello me pareció bien, así que cuando regresamos a Uravan el domingo por la noche,<br />
cada uno de nosotros traía un ejemplar del Libro de Mormón. Todos los días, después<br />
del trabajo, dedicábamos una o dos horas a la lectura y a analizar y orar acerca de lo que<br />
habíamos leído.<br />
“Una noche, estando ya cerca del final del Libro de Mormón, Daniel y yo oramos juntos como<br />
de costumbre y después, separadamente, cada uno de nosotros se arrodilló y oró en silencio.<br />
Yo oré con mayor sinceridad que nunca antes para saber si el Libro de Mormón era verdadero.<br />
“De pronto, me arrebató un sentimiento indescriptible, una sensación purificante, como si<br />
mi espíritu estuviera siendo lavado, depurado y refinado. La sensación que tuve era tan<br />
poderosa que abrí los ojos y miré hacia arriba, casi como si esperara ver a personajes<br />
celestiales. Pero mis ojos se empañaron y las lágrimas me corrieron por las mejillas.<br />
“Un tanto conturbado, me di vuelta para ver si Daniel oraba todavía. Me sorprendí al<br />
notar que también sus lágrimas le rodaban por las mejillas.<br />
“—¿Qué te sucede? —le pregunté.<br />
“—Lo mismo que te sucede a ti —respondió.<br />
“Esa noche . . . reconocí que la Iglesia es verdadera, que José Smith es un pr<strong>of</strong>eta y que<br />
el Señor contesta nuestras oraciones” (Robert M. Hogge, “A Friend in <strong>Christ</strong>”, Ensign,<br />
octubre de 1992, págs. 25–26).<br />
Cita “Nuestros dones y oportunidades varían; algunos resaltan más . . . Todos tenemos por<br />
lo menos un don, y la invitación de buscar ‘diligentemente los mejores dones’. (D. y C.<br />
46:8)” (véase Neal A. Maxwell, Liahona, febrero de 1977, pág. 5).<br />
• Se nos ha invitado a buscar “diligentemente los mejores dones”. ¿Cómo podemos<br />
buscarlos?<br />
Las posibles respuestas podrían incluir:<br />
1. Pedir el don por medio de la oración.<br />
2. Ayunar para obtener el don.<br />
3. Estudiar acerca del don en los mensajes de los líderes de la Iglesia.<br />
4. Practicar el uso del don.<br />
5. Observar a los que poseen ese don.<br />
6. Obedecer los mandamientos y poner en práctica los dones que ya poseemos.<br />
7. Tener fe en que el Señor nos dará el don.<br />
8. Servir a los demás.<br />
Conclusión<br />
Cita “El propósito de los dones espirituales es iluminar, animar y edificar a los fieles a fin de<br />
que hereden paz en esta vida y sean guiados hacia la vida eterna en el mundo venidero.<br />
Su presencia es una prueba de la divinidad de la obra del Señor; donde no se<br />
encuentren, no se hallará tampoco la Iglesia y reino de Dios. La promesa es que jamás<br />
serán suprimidos, mientras permanezca la tierra en su estado actual, sino a causa de la<br />
incredulidad (Moroni 10:19)” (Bruce R. McConkie, Mormon Doctrine, Salt Lake City:<br />
Bookcraft, 1966, pág. 314).<br />
Testimonio y cometido Exprese su testimonio y sus impresiones acerca de los dones espirituales. Exhorte a los<br />
jóvenes a:<br />
1. Esforzarse por descubrir los dones espirituales que poseen.<br />
2. Confiar a nuestro Padre Celestial sus impresiones acerca de los dones espirituales.<br />
3. Consultar con sus padres acerca de los dones espirituales.<br />
4. Reconocer y apreciar los dones espirituales de los demás.<br />
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