Manual 2 - The Church of Jesus Christ of Latter-day Saints
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Presentación<br />
por el asesor<br />
Relato de las<br />
Escrituras y análisis<br />
Pasaje de las<br />
Escrituras y análisis<br />
• ¿Qué pensamiento inspiró en Alma la esperanza de escapar de su tormento? (La<br />
pr<strong>of</strong>ecía que su padre había anunciado en cuanto a la venida de Jesucristo para expiar<br />
los pecados del mundo [véase el versículo 17].)<br />
• ¿Qué hizo Alma cuando comprendió su indignidad y recordó la expiación de Cristo?<br />
(Oró clamando en su corazón: “ . . . ¡Oh Jesús, Hijo de Dios, ten misericordia de mí..!”<br />
[versículo 18].)<br />
• ¿Qué ocurrió después de su oración? (Ya no pudo acordarse más de sus pecados y su<br />
alma se llenó de luz y de gozo [véanse los versículos 19–20].)<br />
Explique a los jóvenes que Alma, hijo, tuvo un corazón quebrantado y un espíritu contrito,<br />
lo cual hizo que ejerciera fe en Cristo y se arrepintiera. Aunque nuestros pecados podrían<br />
ser diferentes de los de Alma, tenemos la misma necesidad de ver con honradez<br />
nuestros pecados en contraste con la pureza de Cristo. Al hacerlo, también nosotros<br />
podremos tener un corazón quebrantado y un espíritu contrito.<br />
Explique a los jóvenes que la gente que fue a escuchar las palabras del rey Benjamín<br />
tuvo una experiencia similar (véase Mosíah 2:5–6). El rey Benjamín le habló al pueblo en<br />
cuanto a la expiación de Jesucristo y a los grandes sufrimientos que debió padecer por<br />
los pecados de Su pueblo. También les habló de los pecados y transgresiones de ellos.<br />
Como resultado de creer en las palabras del rey Benjamín, los del pueblo se vieron<br />
“ . . . a sí mismos en su propio estado carnal, aún menos que el polvo de la tierra. Y<br />
todos a una voz clamaron, diciendo: ¡Oh, ten misericordia, y aplica la sangre expiatoria<br />
de Cristo para que recibamos el perdón de nuestros pecados, y sean purificados<br />
nuestros corazones..!” Como respuesta a sus clamores, “ . . . el espíritu del Señor<br />
descendió sobre ellos, y fueron llenos de gozo, habiendo recibido la remisión de sus<br />
pecados” (Mosíah 4:2–3).<br />
Explique que el rey Benjamín analizó lo que le había sucedido a su pueblo. Pida a uno de<br />
los jóvenes que lea Mosíah 4:4–8 y que la clase examine el significado de estos<br />
versículos.<br />
Ayude a los jóvenes para que comprendan que tener un corazón quebrantado significa<br />
sentir pesar por nuestros pecados y reconocer nuestro estado caído.<br />
Explíqueles que cuando los pr<strong>of</strong>etas dicen que somos menos que el polvo de la tierra,<br />
simplemente están diciendo que el polvo de la tierra obedece perfectamente la voz de<br />
Dios y se mueve cuando se le ordena hacerlo. Por el contrario, el hombre (que ha sido<br />
creado del polvo de la tierra) no es perfectamente obediente y con frecuencia se rebela o<br />
rechaza los mandamientos y consejos de Dios (véase Helamán 12:6–8).<br />
Como consecuencia de reconocer su insignificancia, los que creen en Cristo vendrán a<br />
Él con un espíritu de arrepentimiento, buscando el perdón de sus pecados. Esto es lo<br />
que significa tener “un corazón quebrantado”. No es suficiente ablandar un corazón<br />
endurecido por la rebelión y las transgresiones, sino que uno debe también buscar al<br />
Señor con toda la energía del alma para pedirle un corazón renovado, el perdón de los<br />
pecados y la misericordia que proviene de la sangre expiatoria de Cristo. La oración del<br />
espíritu contrito es igual a la oración del pueblo del rey Benjamín: “ . . . ¡Oh, ten<br />
misericordia, y aplica la sangre expiatoria de Cristo para que recibamos el perdón de<br />
nuestros pecados, y sean purificados nuestros corazones..!” (Mosíah 4:2). Es también<br />
igual a la oración de Alma, hijo: “ . . . ¡Oh Jesús, Hijo de Dios, ten misericordia de mí que<br />
estoy en la hiel de la amargura, y ceñido con las eternas cadenas de la muerte<br />
[espiritual]!” (Alma 36:18).<br />
Debemos desarrollar un corazón quebrantado y un espíritu contrito<br />
Pida a los jóvenes que lean y marquen Moroni 6:2.<br />
• Según este versículo, ¿para quiénes se reserva el bautismo? (Para aquellos que<br />
tienen un corazón quebrantado y un espíritu contrito.)<br />
Lección 19<br />
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