Manual 2 - The Church of Jesus Christ of Latter-day Saints
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Lección 50<br />
“Juan había tenido una gran influencia en los miembros de su quórum [de presbíteros],<br />
aun cuando nunca había jugado al fútbol, ni había ido a acampar, a bailar ni participado<br />
con ellos en ninguna de las actividades típicas de los adolescentes; fue su fe y su firme<br />
determinación lo que influyó en ellos. Además, Juan les dio la oportunidad de prestar<br />
servicio con amor.<br />
“Siendo diácono, Juan quiso repartir la Santa Cena; por lo tanto, otro jovencito recibió la<br />
asignación de empujar la silla de ruedas mientras Juan llevaba la bandeja en las rodillas.<br />
Al principio fue algo incómodo hacerlo, pero pronto los otros diáconos se sintieron<br />
ansiosos de ayudar a Juan a cumplir con esa responsabilidad del sacerdocio.<br />
“Cuando lo ordenaron presbítero, estaba muy débil y no se podía hincar para bendecir la<br />
Santa Cena, pero el quórum encontró la solución: Ponían la silla de ruedas junto a la<br />
mesa sacramental. Uno de ellos preparaba el pan, luego se arrodillaba junto a él y le<br />
sostenía el micrófono mientras Juan decía la oración. El ayudar a su hermano pronto<br />
pasó a ser un honor para cada uno de los miembros del quórum.<br />
“Entusiasmados seguían el liderato de Juan como primer asistente del quórum de<br />
presbíteros. Como Juan no pudo cumplir con su sueño de llegar a ser Scout Águila, los<br />
presbíteros juntaron dinero para comprarle una placa especial de reconocimiento y se la<br />
entregaron en una reunión sacramental. La placa decía: ‘A Juan, por el gran servicio que<br />
presta a su quórum y por ser un ejemplo para todos nosotros’.<br />
“Con los años, los jóvenes de aquel quórum tuvieron muchas actividades, pero ninguna<br />
les enseñó más a magnificar su sacerdocio y a quererse mutuamente que la experiencia<br />
que tuvieron con su amigo Juan” (véase “Honremos el sacerdocio”, Liahona, julio de<br />
1991, pág. 46).<br />
• ¿En qué forma sirvieron a este joven los miembros de su quórum?<br />
• ¿Qué podemos hacer como poseedores del Sacerdocio Aarónico para servir a los<br />
discapacitados?<br />
Escriba en la pizarra las sugerencias de los jóvenes y destaque los puntos siguientes:<br />
1. Siendo sus amigos. Aceptando a las personas incapacitadas como nuestros<br />
semejantes, sentándonos a su lado, escuchándoles y tratándoles con respeto.<br />
2. Siendo un buen ejemplo en las reuniones del sacerdocio al ayudar a los jóvenes con<br />
problemas de conducta para que aprendan a participar debidamente en tales reuniones.<br />
3. Haciendo caso omiso de toda conducta indebida. Prestando atención a la lección y al<br />
asesor en vez de percatarnos de cualquier disturbio en la clase.<br />
4. Felicitándoles cada vez que participen positivamente en la clase.<br />
El asesor debe enseñar a los jóvenes cómo prestar servicio a los incapacitados. Para<br />
hacer esto, los jóvenes deberán planearlo con eficacia y estar dispuestos a colaborar.<br />
Debemos ayudar a los discapacitados en su servicio a los demás<br />
En gran parte, vivir de acuerdo con el Evangelio de Jesucristo consiste en aprender a<br />
servir al prójimo. Por tanto, debemos ayudar a los incapacitados a fin de que logren<br />
ayudar a otros en todo lo que sus habilidades les permitan.<br />
Relato Lea a los jóvenes la historia del élder Jo Folkett, quien sirvió diligentemente a pesar de<br />
sus incapacidades físicas:<br />
“[Cuando Jo Folkett tenía catorce años de edad] se le formó un coágulo de sangre en la<br />
espina dorsal. Solamente una persona en un millón sufre de este problema y por lo<br />
general esos casos son de personas de mediana edad y les causa lesión cerebral o la<br />
muerte.<br />
“El élder Folkett logró sobrevivir y quedó perfectamente [sano], excepto sus piernas . . .<br />
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