Manual 2 - The Church of Jesus Christ of Latter-day Saints
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• Si guardamos fielmente tanto el espíritu como la letra de esta promesa, ¿cómo hemos<br />
de actuar? ¿Será menester que alguien nos recuerde que también debemos cumplir las<br />
otras dos promesas?<br />
El Espíritu del Señor acompañará siempre a quienes participen dignamente de la<br />
Santa Cena<br />
Pizarra y análisis • ¿Qué nos promete el Señor si cumplimos los convenios que hacemos al participar de<br />
la Santa Cena? (Que siempre tendremos Su Espíritu con nosotros.)<br />
Escriba en la pizarra: Dios promete que tendremos Su Espíritu con nosotros.<br />
• ¿Qué significado podría tener en su vida personal si tuvieran siempre con ustedes el<br />
Espíritu del Señor? (Podrían disfrutar del conocimiento, el consuelo y la guía que el<br />
Espíritu del Señor nos proporciona.)<br />
• Al tener el Espíritu con nosotros, ¿por qué será más fácil vivir el evangelio?<br />
Pasaje de las<br />
Escrituras y análisis<br />
Lección 41<br />
Explique a los jóvenes que, para recibir la guía constante del Espíritu Santo, no basta con<br />
simplemente participar de la Santa Cena, sino que debemos hacerlo dignamente.<br />
Lea 1 Corintios 11:27–30.<br />
• ¿Qué dice Pablo acerca de aquel que participa de la Santa Cena indignamente? (Que<br />
“será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor” y que lo hace para su propia<br />
condenación.)<br />
• ¿Significa esto que debemos ser perfectos para poder participar de la Santa Cena?<br />
(No, pero es necesario que nos esforcemos por vivir de acuerdo con el evangelio y que<br />
nos arrepintamos de toda transgresión.)<br />
• ¿Cómo debemos prepararnos para participar dignamente de la Santa Cena?<br />
(Arrepintiéndonos diariamente, procurando el perdón de quienes hayamos <strong>of</strong>endido y<br />
recordando con frecuencia a Cristo y Su sacrificio expiatorio. Durante la administración<br />
de la ordenanza, podemos repasar mentalmente las oraciones sacramentales y orar para<br />
recibir la fortaleza necesaria para cumplir nuestros convenios.)<br />
• Este pasaje de las Escrituras dice: “ . . . pruébese cada uno a sí mismo”. ¿Cómo puede<br />
el examinar con frecuencia nuestra vida ayudarnos a participar de la Santa Cena con el<br />
debido espíritu?<br />
• ¿Por qué es la Santa Cena un buen momento para “probarnos” o examinarnos a<br />
nosotros mismos?<br />
Cita Una de las bendiciones que recibimos al participar de la Santa Cena consiste en<br />
renovarnos espiritualmente y fortalecernos así para vivir más cabalmente el evangelio. El<br />
élder Melvin J. Ballard dijo:<br />
“ . . . Siempre he considerado este bendito privilegio como un medio de progreso<br />
espiritual, pues pienso que no hay otro más fructífero para alcanzar este fin como<br />
participar dignamente de la Santa Cena del Señor. Ingerimos alimentos para vigorizar<br />
nuestro cuerpo físico, y si no lo hiciéramos, nos debilitaríamos hasta llegar a<br />
enfermarnos; es igualmente necesario para nuestro cuerpo espiritual que obtengamos de<br />
la Santa Cena el alimento espiritual necesario para nuestra alma . . .<br />
“¿Quién de nosotros no lesiona en alguna forma su espíritu por medio de la palabra, el<br />
pensamiento o la acción, de domingo a domingo? Cierto es que hacemos cosas que<br />
lamentamos y por las cuales deseamos ser perdonados, tal como <strong>of</strong>ender a otras<br />
personas. Si sentimos pesar en el corazón por el error cometido, si sentimos en el alma<br />
que deseamos ser perdonados, entonces, el medio para obtener el perdón no es repetir<br />
el bautismo . . . sino arrepentirnos de nuestros pecados e ir a aquellos a quienes<br />
hayamos <strong>of</strong>endido y obtener su perdón; después, debemos acudir a la mesa<br />
sacramental donde, si hemos seguido con toda sinceridad los pasos del arrepentimiento,<br />
seremos perdonados y la cura espiritual se verificará en nuestra alma” (Liahona, junio de<br />
1976, pág. 4).<br />
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