Presentación - Música Litúrgica

Libros históricos
debes a mi señor?» «Cien medidas de aceite.» «Toma tu recibo y escribe cincuenta.»
«Cien cargas de trigo.» «Toma tu recibo y escribe ochenta.» El señor alabó al
administrador injusto porque había obrado astutamente, pues los hijos de este
mundo son más astutos que los hijos de la luz. Haceos amigos con el Dinero
injusto, para que, cuando llegue a faltar, os reciban en las eternas moradas. Ningún
criado puede servir a dos señores. No podéis servir a Dios y al Dinero.
EPULÓN Y LÁZARO. Era un hombre rico que vestía de púrpura y celebraba
espléndidas fiestas, y un pobre, llamado Lázaro, que echado junto a su
portal, cubierto de llagas, deseaba hartarse de lo que caía de la mesa del rico...
Murió el pobre y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. Murió también
el rico y fue sepultado. Estando en el Hades entre tormentos, levantó los ojos y
vió a lo lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Y, gritando, dijo: «Padre Abraham,
ten compasión de mí y envía a Lázaro a que moje en agua la punta de su dedo y
refresque mi lengua, porque estoy atormentado en esta llama.» Le dijo: «Hijo,
recuerda que recibiste tus bienes durante tu vida y Lázaro, al contrario, sus males;
ahora, pues, él es aquí consolado y tú atormentado. Entre nosotros y vosotros
se interpone un gran abismo, de modo que los que quieran pasar de aquí a vosotros,
no puedan; ni de ahí puedan pasar donde nosotros.» Te ruego, padre, que le
envíes a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que les dé testimonio,
y no vengan también ellos a este lugar de tormento.» «Tienen a Moisés y
a los profetas; que les oigan.» «Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se
convencerán, aunque un muerto resucite.»
17.- GRAVEDAD DEL ESCÁNDALO. EL PERDÓN. Dijo a sus discípulos:
Es imposible que no vengan escándalos; pero, ¡ay de aquel por quien vienen!
Si tu hermano peca, repréndele; y si se arrepiente, perdónale. Y si peca contra
ti siete veces al día, y siete veces se vuelve a ti, diciendo: «Me arrepiento», le
perdonarás.
DIEZ LEPROSOS. Camino a Jerusalén, salieron a su encuentro diez hombres
leprosos, y, levantando la voz, dijeron: ¡Jesús, Maestro, ten compasión de
nosotros! Al verlos, les dijo: Id y presentaos a los sacerdotes. Uno de ellos, viéndose
curado, se volvió glorificando a Dios en alta voz; y postrándose rostro en
tierra a los pies de Jesús, le daba gracias; y éste era un samaritano. Los otros
nueve, ¿dónde están? Levántate y vete; tu fe te ha salvado.
18.- PERSEVERANCIA EN LA ORACIÓN. Les decía una parábola para
inculcarles que era preciso orar siempre sin desfallecer. Había un juez en una
ciudad, que ni temía a Dios ni respetaba a los hombres. Había en aquella ciudad
LA BIBLIA,
PASO A PASO 114