Presentación - Música Litúrgica

Libros históricos
Dejamos la Biblia y en un zig-zag turístico, primero por el mundo,
visitamos México con la Virgen de Guadalupe, la gran misionera de América,
venimos a Lourdes, el gran hospital de María, para pasar a Fátima,
altar del mundo… Y ahora caminamos por España: en Zaragoza besamos
la columna del Pilar, garantía de nuestra fe…, en Valencia con la Virgen
de los Desamparados encontramos un compendio de doctrina social…,
en Montserrat con la Morenita visitamos el primer conservatorio europeo
que lleva al hombre exterior al mundo interior…, en Asturias con la Virgen
de Covadonga celebramos la gran epopeya de la reconquista…, en
Extremadura con nuestra Señora de Guadalupe vemos partir hacia América
a los primeros misioneros…, en Huelva con la Virgen del Rocío hacemos
el camino con la carga de religiosidad popular…, en Sevilla con la
Virgen de los Reyes saludamos a Fernando III, el Santo…, y en Jaén con la
Virgen de la Cabeza ahondamos en nuestras raíces apostólicas. No es de
extrañar que el pueblo cristiano la haya honrado siempre y que nuestros
mejores artistas la hayan cantado con las mejores notas musicales, con las
mejores piezas literarias de nuestros literatos y que hayan plasmado su
grandeza en más de 4.300 santuarios marianos, centros de espiritualidad
y escuelas de apóstoles. Y es que María está muy dentro del corazón de la
cristiandad. Un San Bernardo repite, «réspice stellam, voca Mariam», mira
la estrella e invoca a María…, un San Luís Grignon de Monfort quiere
hacerlo todo con María, por María, en María y para María…, y en una
síntesis mariológica con el pueblo afirmamos «ad Iesum per Mariam», a
Jesús por María. San Juan, desterrado en Patmos, nos cuenta la visión de
la mujer, coronada de 12 estrellas, con la luna a sus pies, venciendo al
Dragón, como Fray Juan Sánchez Cotán la plasmó en su lienzo, que se
encuentra en el museo de Santa Cruz de Toledo.
LA BIBLIA,
PASO A PASO 124