Presentación - Música Litúrgica

Carta a los Corintios
sobre las consecuencias del mal uso de los carismas y se preocupa de que
no se apague ningún carisma.
Sabemos que entramos a formar parte de este Cuerpo por el Bautismo,
que nos compromete, si es necesario, a hacer esa transfusión de sangre
a favor del miembro más débil con nuestra acción caritativa y nuestra
vida eucarística. Así vivimos esa comunicación de bienes entre los que
militamos aún en este mundo y con los hermanos que gozan en el Señor,
y a esto es a lo que llamamos comunión de los santos. Santa Teresita del
Niño Jesús soñaba con ser sacerdote y misionera, pero su vocación religiosa
contemplativa se lo impedía. Un día, leyendo el capítulo 12 y 13 de
la 1ª carta a los Corintios, exclamó con gozo: desde este momento ya soy
sacerdote y misionera, porque he elegido el mejor carisma, el carisma del
amor. Enferma caminaba y se decía: «yo me canso para que no se canse
aquel misionero...»; y Dios tomaba su oración en Lisieux y la llevaba al
país de misión para convertir a miles de personas. Y ahí la tenemos como
Patrona de las Misiones, al lado de San Francisco Javier.
• ¿Cómo resucitan los muertos? (1 Cor. 15)
Los hombres de todos los tiempos se han cuestionado: ¿Hay vida
después de esta vida? ¿Resucitan los muertos? ¿Son muchos los que se
salvan? El Concilio Vaticano II en el número 10 de la Constitución «la
Iglesia en el mundo actual», se plantea estos interrogantes: ¿Qué es el
hombre? ¿Cuál es el sentido del dolor, de la muerte que, a pesar de tantos
progresos, subsisten todavía? ¿Qué valor tienen las victorias a tan alto
precio? ¿Qué puede dar el hombre a la sociedad? ¿Qué puede esperar de
ella? ¿Qué hay después de esta vida?.
Cree la Iglesia que Cristo, muerto y resucitado, da al hombre su luz
y su fuerza a fin de que pueda responder (GS). El misterio del más allá ha
estado presente en la conciencia de todas las culturas y se ha manifestado
de diversas maneras. No son pocos los expertos en medicina y psicología,
que han recogido en libros las vivencias de aquellos muertos aparentemente
y que han vuelto a la vida, inquietándonos con el interrogante:
¿hay vida después de esta vida?
La relectura de los libros santos de Job y de los Macabeos nos hace
ver el camino largo que siguió Israel para encontrar salida al enigma de la
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