Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Evangelio de San Juan<br />
Moisés en la Ley, y también los profetas, lo hemos encontrado: Jesús el hijo de<br />
José, el de Nazaret. Le respondió Natanael: ¿De Nazaret puede haber cosa buena?<br />
Le dice Felipe: Ven y lo verás. Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: Ahí<br />
tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño. Le respondió Natanael:<br />
Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel.<br />
2.- BODAS DE CANÁ. Tres días después se celebraba una boda en Caná<br />
de Galilea y estaba allí la madre de Jesús. Y sus discípulos. Y, como faltara vino,<br />
le dice a Jesús su madre: No tienen vino… Todavía no ha llegado mi hora. Dice su<br />
madre a los sirvientes: Haced lo que él os diga. Había allí seis tinajas de piedra y<br />
les dice Jesús: Llenad las tinajas de agua. Sacadlo ahora, les dice, y llevadlo al<br />
maestresala. Cuando el maestresala probó el agua convertida en vino, como ignoraba<br />
de dónde era, llama al novio y le dice: Todos sirven primero el vino bueno y<br />
cuando ya están bebidos, el inferior. Pero tú has guardado el vino bueno hasta<br />
ahora. Así, en Caná de Galilea, dio Jesús comienzo a sus señales. Y manifestó su<br />
gloria, y creyeron en él sus discípulos.<br />
Se acercaba la Pascua de los judíos y Jesús subió a Jerusalén, y encontró en<br />
el Templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas en sus<br />
puestos. No hagáis de la Casa de mi Padre una casa de mercado. Los judíos le<br />
replicaron: ¿Qué señal nos muestras para obrar así? Destruid este Santuario y<br />
en tres días lo levantaré. Cuarenta y seis años se han tardado en construir este<br />
Santuario, ¿y tú lo vas a levantar en tres días? Pero él hablaba del Santuario de<br />
su cuerpo. Mientras estuvo en Jerusalén, por la fiesta de la Pascua, creyeron<br />
muchos.<br />
3.- DIÁLOGO CON NICODEMO. Había entre los fariseos un hombre<br />
llamado Nicodemo, magistrado judío. Fue éste donde Jesús de noche y le dijo:<br />
Rabbí, sabemos que has venido de Dios como maestro, porque nadie puede realizar<br />
las señales que tú realizas si Dios no está con él. En verdad, en verdad te digo:<br />
el que no nazca de lo alto no puede ver el Reino de Dios. Le dice Nicodemo:<br />
¿Cómo puede uno nacer siendo ya viejo? ¿Puede acaso entrar otra vez en el seno<br />
de su madre y nacer? En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de agua y de<br />
Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios. ¿Cómo puede ser eso? Jesús le<br />
respondió: Tú eres maestro en Israel y ¿no sabes estas cosas? Y como Moisés<br />
levantó la serpiente en el desierto, así tiene que ser levantado el Hijo del hombre,<br />
para que todo el que crea tenga por él vida eterna. Porque tanto amó Dios al<br />
mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino<br />
que tenga vida eterna. Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar<br />
al mundo, sino para que el mundo se salve por él.<br />
129