8cumpla la prestación que la norma indica.No se ha <strong>de</strong> preten<strong>de</strong>r aquí mencionar todos y cada uno <strong>de</strong> tales principios generales. Ha <strong>de</strong>bastarnos consi<strong>de</strong>rar los más manifiestos. No pue<strong>de</strong> faltar en esta consi<strong>de</strong>ración, como es obvio,aquel principio que nos obliga a respetar los compromisos libremente asumidos, esto es, el que<strong>de</strong>clara pacta sunt servanda; ni tampoco el que nos obliga a reparar, en forma específica o porequivalente, todo daño injustamente causado por nosotros. 21 Más tampoco pue<strong>de</strong> faltar otroprincipio, complementario <strong>de</strong>l anterior: el que obliga a restituir el enriquecimiento injustamenteobtenido 22 o, lo que es igual, el <strong>de</strong>recho que se ejercita para obtener reparación <strong>de</strong> aquellos dañosque sufrimos, sean ellos <strong>de</strong> carácter patrimonial o moral, y que presentan un nexo causal con elbeneficio <strong>de</strong> otro, cuando el beneficiario no logra exhibir un título que lo autorice a retener talbeneficio.Sabido es que este principio tiene una noble prosapia, que se <strong>de</strong>scubre en las condictionesromanas; que fue proclamado por el jurista Pomponio, quien vivió en el siglo II <strong>de</strong> nuestra era,según aparece en el Digesto; que fue acogido y difundido por los glosadores y post-glosadoresmedievales; que fue incorporado a numerosísimos códigos, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el <strong>de</strong> las Siete Partidas, <strong>de</strong> DonAlfonso X el Sabio, en el siglo XIII, hasta los más recientes; que allí don<strong>de</strong> los códigosomitieron mencionarlo como tal principio, como es el caso <strong>de</strong>l código Napoleón y <strong>de</strong> los que enél se inspiraron -o bien don<strong>de</strong> no hubo código, como en la mayoría <strong>de</strong> los países anglosajones-,hubo que introducirlo por vía jurispru<strong>de</strong>ncial. 23 Por todo lo anterior, no cabe la más mínima duda<strong>de</strong> que tal principio cumple con la condición <strong>de</strong> haber sido reconocido por las nacionescivilizadas. Es algo sabido, a<strong>de</strong>más, que no sólo rige como principio general con caráctersubsidiario respecto a las normas <strong>de</strong> Derecho civil, sino que inspira muchas <strong>de</strong> tales normas,como son, por ejemplo, las relativas al pago <strong>de</strong> lo no <strong>de</strong>bido, a la gestión <strong>de</strong> negocios ajenos, a lacláusula resolutoria tácita <strong>de</strong> los contratos, a los casos <strong>de</strong> accesión, a las prestaciones mutuas quese <strong>de</strong>ben el reivindicante y el poseedor vencido cuando la reivindicación prospera, etc. Tambiénes sabido que a este principio se le ha reconocido vigencia en el Derecho internacional. 24 Cabe<strong>de</strong>stacar, por fin, que el carácter racional y necesario que <strong>de</strong> suyo tiene es tal, que se le <strong>de</strong>spren<strong>de</strong><strong>de</strong> la mera lectura atenta <strong>de</strong>l Libro V, relativo a la justicia, <strong>de</strong> la Ética Nicomaquea <strong>de</strong>Aristóteles, para quien la injusticia en la distribución se caracteriza por la carencia <strong>de</strong> uno y elexce<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> otro. 25 La aplicación <strong>de</strong>l principio en estudio viene a constituir una vía paralela a la<strong>de</strong> la imputación <strong>de</strong> culpabilidad para que, quien ha sufrido un daño, pueda obtener reparación<strong>de</strong>l mismo. Tiene la ventaja sobre la responsabilidad fundada en la culpabilidad <strong>de</strong> que norequiere para su proce<strong>de</strong>ncia la prueba, a menudo difícil <strong>de</strong> aportar, <strong>de</strong> que hubo dolo onegligencia, sino sólo la <strong>de</strong> que, entre lo perdido <strong>de</strong> una parte y lo ganado <strong>de</strong> otra, hay un vínculo<strong>de</strong> conexión causal. Esto significa que este modo <strong>de</strong> responsabilidad opera sobre un supuesto <strong>de</strong>relativa objetividad, libre <strong>de</strong> toda actitud recriminatoria. Tiene, claro está, el inconveniente <strong>de</strong>que la reparación estará limitada, si no se ha dispuesto otra cosa, al quid minus, vale <strong>de</strong>cir, a la21Véase, <strong>de</strong> George Ripert, Les règles du Droit civil applicables au rapports internationaux (contribution a l’étu<strong>de</strong> <strong>de</strong>s principesgénéraux du Droit visés au Statut <strong>de</strong> la Cour Permanente <strong>de</strong> Justice Internationale), II Recueil <strong>de</strong>s cours <strong>de</strong> l’Académie, 569 ss.22Véase, G. Ripert, supra nota 21 a las págs 631-32, y también D.P. O‟Connell, The Law of State Succession, 105, (1956).23Véase mi ensayo titulado “La responsabilidad fundada en el enriquecimiento injusto y su proyección hacia los problemas éticojurídicosy políticos <strong>de</strong> nuestro tiempo”, en Rev. Jur. <strong>de</strong> la Universidad Interamericana <strong>de</strong> Puerto Rico, vol. XXIV, No. 2, eneroabril<strong>de</strong> 1990, pp. 193 a 211.24Véase el libro <strong>de</strong> O‟Connell, supra nota 22 en la pág. 105; cf., por ejemplo, el caso <strong>de</strong> Lena Goldfields (1930) y lo que sobreello escribe Alain Pellet, Recherche sur les principes généraux du Droit en Droit International, 169, tesis (1974), citado por E.Zoller, supra, nota 18, en la pág. 243.25Et. N., L. V, 7, 113lb, 17 a 20.
9menor <strong>de</strong> las sumas que representen, respectivamente, el empobrecimiento y el enriquecimiento.Pero no es esto algo que, en el contexto <strong>de</strong> este estudio, pueda preocuparnos en <strong>de</strong>masía, dada laenormidad <strong>de</strong> los beneficios que la explotación <strong>de</strong>l Sur produce en el Norte.La única dificultad que presenta esta vía hacia una reparación radica en el hecho <strong>de</strong> que,para su proce<strong>de</strong>ncia, ha <strong>de</strong> concurrir, a más <strong>de</strong>l empobrecimiento <strong>de</strong> uno, <strong>de</strong>l enriquecimiento <strong>de</strong>otro y <strong>de</strong>l nexo causal entre ambos hechos, la ausencia <strong>de</strong> un título que autorice al beneficiariopara retener aquello en que aparece beneficiado. A menudo, en efecto, pue<strong>de</strong> señalarse comotítulo algún tratado, o bien, frecuentemente, la secuencia contractual, más o menos continua, queconstituye el comercio internacional.Ante la situación <strong>de</strong> que el enriquecido exhiba un título que le favorece, los civilistas han<strong>de</strong>bido enfrentar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> antiguo una opción: hay aquellos que, a pretexto <strong>de</strong> <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r <strong>de</strong>rechosadquiridos, fetichizan todo contrato, y que, <strong>de</strong> acuerdo con esta actitud, restringen al mínimo elámbito en que cabe consi<strong>de</strong>rar si hay o no hay enriquecimiento injusto; mas, frente a éstos, hayotros civilistas a quienes, para rechazar la acción <strong>de</strong> in rem verso (nombre que se da a esta acciónreparatoria), no les basta la existencia <strong>de</strong> un título, sino que reclaman para ello un títulosuficiente; conforme con este criterio, consi<strong>de</strong>ran que tal suficiencia falta si el propio contratogenera el resultado injusto o contribuye a crearlo o a afianzarlo. Los primeros, dando un alcance<strong>de</strong>sorbitado al principio pacta sunt servanda, consi<strong>de</strong>ran la vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong> los contratos conin<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> que sus resultados sean justos o injustos; los segundos, en cambio, piensan quesi el contrato es generador <strong>de</strong> una situación injusta, cabrá sospechar que su vali<strong>de</strong>z es vulnerableo, en todo caso, que, <strong>de</strong> algún modo, él es un título insuficiente para excluir la acción reparatoria<strong>de</strong>l daño que <strong>de</strong> él ha <strong>de</strong>rivado.Estos últimos civilistas invocan -como medio para impugnar, repudiar o corregir el contratoque es fuente <strong>de</strong> injusticias, o sea, para requerir su anulación, reconciliación, resolución o revisión-,ya sea el vicio que pudiera afectar <strong>de</strong> lesión a una <strong>de</strong> las partes o el error que ésta sufrió;ya sea la <strong>de</strong>saparición <strong>de</strong> la base <strong>de</strong>l contrato o Geschäftsgrundlage, que dicen los juristasalemanes; ya sea la teoría <strong>de</strong> la imprevisión o cláusula rebus sic stantibus, o bien, por fin, en elcommon law, las figuras llamadas breach of contract y discharge by frustration. Son éstas víasdiversas, <strong>de</strong>stinadas todas a proteger a la parte que, como consecuencia <strong>de</strong>l contrato celebrado,sufrió un daño patrimonial o moral que sería injusto no reparar. 26La opción por esta última posición doctrinaria se justifica doblemente en los casos <strong>de</strong>convenciones internacionales, a menudo firmadas por gobernantes que no eran representanteslegítimos <strong>de</strong> sus propios pueblos, sobre quienes, sin embargo, se preten<strong>de</strong> hacer recaer lapretendida obligación que en la convención se estipula. Tal opción se justifica por igual cuandono ha habido propiamente una convención, sino más bien una práctica mercantil continuada queresulta abusiva. En estos casos, en efecto, es posible imputar a las empresas rapaces que,reiteradamente, se benefician <strong>de</strong> las condiciones <strong>de</strong>l proceso comercial en curso, un abuso <strong>de</strong>l<strong>de</strong>recho a negociar y contratar.Resulta claro que la opción aquí <strong>de</strong>fendida, en teoría, como la más justa, es, a<strong>de</strong>más, en lapráctica, la que conviene a los intereses <strong>de</strong> los países <strong>de</strong>l Sur, tan frecuentemente sometidos agobiernos y a condiciones económicas que el Norte favorece, sostiene y alguna vez impone.7. Pocas dudas pue<strong>de</strong>n caber en cuanto a que los países industrializados <strong>de</strong>l Norte seenriquecen en proporciones gigantescas en <strong>de</strong>smedro <strong>de</strong> los países <strong>de</strong>l Sur.26Véase mi ensayo citado supra, nota 23, págs. 207 a 211.
- Page 1 and 2:
REVISTA DE LA ACADEMIA PUERTORRIQUE
- Page 3:
2enardecerá, en vez de corregir, l
- Page 9 and 10:
través de la Ley, enardecerá, en
- Page 11 and 12:
MEDICINE AND BIOLOGY: HOW FAR CAN T
- Page 13:
unfair, in view of the total absenc
- Page 16 and 17:
CONTESTACIÓN AL DISCURSO DEL HON.
- Page 18 and 19:
la Oficina de Política sobre Cienc
- Page 20 and 21:
códigos de ética existentes y los
- Page 22 and 23:
REFORMING THE FEDERAL SENTENCING GU
- Page 24 and 25:
narcotics and firearms, they tend t
- Page 26 and 27:
Our faith in technology and plannin
- Page 28 and 29:
single, all-powerful judge”. 17 W
- Page 30 and 31:
CONTESTACIÓN AL DISCURSO DEL HON.
- Page 32 and 33:
3trafficking and gun-related offens
- Page 34 and 35:
5conduct which experience has shown
- Page 36 and 37:
2En este escrito trataré de establ
- Page 38 and 39:
4atender sus obligaciones económic
- Page 40 and 41:
6B. Juicio Público: Al igual que e
- Page 42 and 43:
8explicar la doctrina vigente. 47 A
- Page 44 and 45:
10tan serio disturbio emocional (
- Page 46 and 47:
12En Soto Ramos v. Superintendente
- Page 48 and 49:
14profesional y cómo ésta podría
- Page 50 and 51:
16Las implicaciones de esta exigenc
- Page 52 and 53:
18jurado. 116 Por otro lado, nuestr
- Page 54 and 55:
20forma rigurosa, de que la renunci
- Page 56 and 57: 22Tribunal Supremo ha seguido celos
- Page 58 and 59: 24protección es mayor que la que e
- Page 60 and 61: 264. Absuelto un acusado por determ
- Page 62 and 63: 28En Puerto Rico sólo cabe regular
- Page 64 and 65: 30B. Aplicación ex post facto de l
- Page 66 and 67: 32relación con el alcance 224 de l
- Page 68 and 69: 34se trata de una norma que comenz
- Page 70 and 71: 364) que la corroboración se relac
- Page 72 and 73: 38arresto. Bajo la Enmienda Cuarta,
- Page 74 and 75: 40razonable a la intimidad, no hay
- Page 76 and 77: 42Nuestra legislación permite la d
- Page 78 and 79: 44Derechos se dispone expresamente
- Page 80 and 81: 46Estados Unidos, adopta una posici
- Page 82 and 83: 2Aclarados esos puntos, coincido co
- Page 84 and 85: La verdad es que los principios con
- Page 86 and 87: EL DOLOR Y LA ANGUSTIA MENTALRamón
- Page 88 and 89: 3.7 8 9 10conocida y aceptada, hast
- Page 90 and 91: 5estímulo. Sin embargo, el punto e
- Page 92 and 93: 7de reconocimiento mundial, como ex
- Page 94 and 95: dice que éste no distingue entre e
- Page 96 and 97: 11dos meses y medio más tarde cuan
- Page 98 and 99: implicaciones negativas. Se debe de
- Page 100 and 101: 2naturaleza de los seres vivos, apl
- Page 102 and 103: 4de la clase dominante en la socied
- Page 104 and 105: 6su hora admitió ser identificado
- Page 108 and 109: 10Encontramos la expresión todaví
- Page 110 and 111: 12La satisfacción de necesidades h
- Page 112 and 113: 14como aquí se propone, puede hace
- Page 114 and 115: LOS DERECHOS HUMANOS FRENTE AL ESTA
- Page 116 and 117: Como resultado, se ha llegado a un
- Page 118 and 119: Yugoslavia, Georgia, Azerbaiján, A
- Page 120 and 121: METASTESIS DE LA «RAZÓN» Y EL «
- Page 122 and 123: fue quizás el producto de esa mism
- Page 124 and 125: embargo, la corroboración de la ne
- Page 126 and 127: VICuando Hegel, en su Phänomenolog
- Page 128 and 129: del entendimiento (Verstehen) en el
- Page 130 and 131: por el poder, por las estructuras y
- Page 132 and 133: lo único que indica esta trasgresi
- Page 134 and 135: Legislativa enmendó la Ley 53 orig
- Page 136 and 137: Incluso, únicamente ofreció su t
- Page 138 and 139: Al llegar a la gobernación en 1965
- Page 140 and 141: Presidente del Tribunal Supremo y a
- Page 142 and 143: Lamentablemente, vivimos en una soc
- Page 144 and 145: 1. El que en todas las acciones rel
- Page 146 and 147: coordinación interagencial, con pa