2Aclarados esos puntos, coincido con el criterio <strong>de</strong> Chiesa <strong>de</strong> que no hay razón alguna parasostener que la interpretación <strong>de</strong> nuestra constitución tiene que ser siempre más amplia y protectoraque la que prevalece en la jurisdicción fe<strong>de</strong>ral. Ni siquiera se justifica, a mi juicio,establecer una presunción <strong>de</strong> que <strong>de</strong>ba ser más amplia. Cuando la factura más ancha, <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong>la interpretación que <strong>de</strong>ba dársele a una garantía <strong>de</strong> nuestra Carta <strong>de</strong> Derechos que es equivalenteo idéntica a una garantía que contiene la carta <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> la Constitución <strong>de</strong> los EstadosUnidos, le toca al Supremo resolver, en forma racional y analítica, y no mediante la invocaciónretórica <strong>de</strong> la frase "factura más ancha", si tomando en cuenta los valores básicos, los interesesinvolucrados y las estructuras institucionales que informan nuestra vida colectiva, y la experienciaobtenida al aplicar la norma fe<strong>de</strong>ral a casos concretos, se justifica dar a la garantía <strong>de</strong>nuestra Carta <strong>de</strong> Derechos una interpretación más abarcadora y protectora que la prevalecienteen la jurisdicción fe<strong>de</strong>ral, o si conviene que adoptemos una interpretación similar o paralela a laque el Supremo Fe<strong>de</strong>ral tiene establecida.No <strong>de</strong>bemos adoptar ciegamente la norma fe<strong>de</strong>ral. Tampoco <strong>de</strong>bemos rechazarla sinconsi<strong>de</strong>rar <strong>de</strong>tenidamente las ventajas que pueda tener la doctrina elaborada por los jueces <strong>de</strong>lSupremo Fe<strong>de</strong>ral. Hay que consi<strong>de</strong>rar las experiencias obtenidas por tribunales fe<strong>de</strong>rales yestatales al aplicar las garantías <strong>de</strong> la Constitución <strong>de</strong> Estados Unidos, sobre todo cuando esasexperiencias han pasado por el crisol <strong>de</strong> la crítica <strong>de</strong> la <strong>Aca<strong>de</strong>mia</strong> y <strong>de</strong> otras fuentes autorizadasque participan en el <strong>de</strong>bate interpretativo constitucional en Estados Unidos. Nuestros valoresbásicos en lo que concierne a las garantías individuales, y los compromisos que hemos contraídocomo pueblo con la libertad, la igualdad, el <strong>de</strong>bido proceso <strong>de</strong> ley, y el sistema representativo y<strong>de</strong>mocrático <strong>de</strong> gobierno, son idénticos en sustancia a los que sirven para interpretar las normasconstitucionales fe<strong>de</strong>rales.No tiene nada <strong>de</strong> extraño, por tanto, que en el área <strong>de</strong> las garantías individuales lasprotecciones que conce<strong>de</strong>n las normas fe<strong>de</strong>rales <strong>de</strong> ordinario sean suficientemente amplias ysatisfactorias para la sociedad puertorriqueña.De ahí que, cuando se trata <strong>de</strong> garantías que son similares o idénticas a las que contiene laConstitución fe<strong>de</strong>ral, a mi juicio <strong>de</strong>be acudirse en primera instancia a la doctrina fe<strong>de</strong>ral parainterpretarlas. Existen también razones prácticas <strong>de</strong> mucho peso que indican que ese es el mejorcurso a seguir. En esa forma el <strong>de</strong>bate interpretativo no arranca en cero. En vez <strong>de</strong> empezar conuna tábula rasa, nuestros jueces tienen el beneficio <strong>de</strong> los análisis, argumentos y otros factoresque sirven <strong>de</strong> base a las interpretaciones adoptadas por los jueces <strong>de</strong>l Tribunal Supremo <strong>de</strong> EstadosUnidos en sus <strong>de</strong>cisiones. La norma fe<strong>de</strong>ral casi siempre viene acompañada <strong>de</strong> unrazonamiento y <strong>de</strong> una teoría que establece los principios <strong>de</strong> la <strong>de</strong>cisión judicial y permiteaplicarla sin excesiva dificultad a circunstancias futuras. Esto facilita la labor <strong>de</strong> los jueces yabogados que tienen la obligación <strong>de</strong> acatar y aplicar las garantías <strong>de</strong> nuestra Constitución. Asíse evitan adjudicaciones constitucionales que no obe<strong>de</strong>cen a principios y sí a resultadosespecíficos que se <strong>de</strong>sean obtener.Claro está, luego <strong>de</strong> analizar a fondo la doctrina fe<strong>de</strong>ral, nuestro Tribunal Supremo pue<strong>de</strong><strong>de</strong>liberadamente rechazarla y darle a la garantía nuestra un alcance más abarcador y protectorque la cláusula equivalente <strong>de</strong> la Constitución <strong>de</strong> Estados Unidos. En ese caso no basta <strong>de</strong>cir quenuestra Constitución es <strong>de</strong> factura más ancha que la fe<strong>de</strong>ral. Hay que justificar plenamente lasrazones para dar a la garantía <strong>de</strong> nuestra Constitución una protección más amplia que laprotección otorgada por la Constitución <strong>de</strong> Estados Unidos. El Supremo puertorriqueño vienetambién obligado en ese caso a formular una teoría que sirva <strong>de</strong> base a la garantía constitucionalasí creada y a forjar las normas que faciliten su aplicación en el futuro. Esta tarea pue<strong>de</strong> ser
difícil, pero es preciso llevarla a cabo para que el <strong>de</strong>sarrollo y la aplicación <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho constitucionalno <strong>de</strong>pendan <strong>de</strong> factores subjetivos. Nuestro Tribunal Supremo, a mi juicio, no le presta aesta función toda la atención que merece. Ejemplo <strong>de</strong> ello son las <strong>de</strong>cisiones que el Tribunalemitió en torno a la doctrina <strong>de</strong> aca<strong>de</strong>micidad en 1991: Asociación <strong>de</strong> Periodistas v. González,91 JTS 54; Berberena v. Echegoyen, 91 JTS 65; y Lasso v. Iglesia Pentecostal La NuevaJerusalem, 91 JTS 74. El profesor José Julián Álvarez hizo un excelente análisis crítico <strong>de</strong> lasmismas en 61 Rev. Jur. U.P.R., págs. 656-674. Otro ejemplo más reciente es la <strong>de</strong>cisión emitidaen E. L. A. v. Rexco Industries, 91 JTS 151 (6 diciembre 1994) sobre la garantía constitucionalque or<strong>de</strong>na el pago <strong>de</strong> intereses en casos <strong>de</strong> expropiación forzosa. En este último caso el Tribunalrechaza la norma fe<strong>de</strong>ral y adopta una distinta para <strong>de</strong>terminar la justa compensación que <strong>de</strong>beconcedérsele a la parte expropiada al amparo <strong>de</strong>l mandato <strong>de</strong> la Sección 9 <strong>de</strong>l Artículo II <strong>de</strong>nuestra Constitución.Nuestra Constitución, como acertadamente señala Chiesa, provee importantes garantías noreconocidas en la jurisdicción fe<strong>de</strong>ral. Cuando esto ocurre, la factura más ancha <strong>de</strong> nuestra Carta<strong>de</strong> Derechos surge <strong>de</strong>l texto <strong>de</strong> nuestra Constitución, <strong>de</strong> su estructura y <strong>de</strong> su historia. En elámbito penal, por ejemplo, se prohíbe la pena <strong>de</strong> muerte y la interceptación <strong>de</strong> comunicacionestelefónicas, y se consagra el <strong>de</strong>recho absoluto a la libertad bajo fianza antes <strong>de</strong> mediar fallocon<strong>de</strong>natorio. A<strong>de</strong>más, como es bien sabido, se dispone que la <strong>de</strong>tención preventiva antes <strong>de</strong>ljuicio no exce<strong>de</strong>rá <strong>de</strong> seis meses, se or<strong>de</strong>na la supresión ante los tribunales <strong>de</strong> toda pruebaobtenida ilegalmente, y se prohíbe el ingreso <strong>de</strong> menores <strong>de</strong> 16 años en una cárcel o presidio. Enotras áreas, nuestra Carta <strong>de</strong> Derechos reconoce expresamente el <strong>de</strong>recho a la intimidad: prohíbetodo discrimen por motivo <strong>de</strong> raza, color, sexo, nacimiento, origen o condición social o por razón<strong>de</strong> i<strong>de</strong>as políticas o religiosas; y reglamenta estrictamente la utilización <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>expropiación forzosa en lo que a la prensa concierne. Por otro lado, los <strong>de</strong>rechos económicos ysociales, incluyendo el <strong>de</strong>recho a la educación, reciben protección constitucional. También esmás ancha la factura <strong>de</strong> nuestra Carta <strong>de</strong> Derechos <strong>de</strong>bido a que en Puerto Rico reconocemos<strong>de</strong>rechos constitucionales a los individuos frente a personas particulares, y no solamente frente alEstado. Esto es así en cuanto a los <strong>de</strong>rechos económicos y sociales, a la interceptación <strong>de</strong> lacomunicación telefónica y al <strong>de</strong>recho a la intimidad, entre otros.Cuando la factura más ancha surge <strong>de</strong> una garantía adicional reconocida en nuestraConstitución que no tiene equivalente en la fe<strong>de</strong>ral, nuestro Tribunal Supremo se enfrenta otravez al problema <strong>de</strong> interpretarla en forma racional y a<strong>de</strong>cuada. Tiene que formular una teoría yforjar normas básicas que <strong>de</strong>limiten el alcance <strong>de</strong> la garantía y la hagan manejable, sin restarleefectividad frente a la complejidad y variabilidad <strong>de</strong> las situaciones humanas que está llamada areglamentar.Cabe preguntarse también en qué medida el Tribunal Supremo cumple con esta función. Enmateria constitucional, la interpretación requiere siempre usar principios externos a laConstitución, o sea, principios interpretativos que no se encuentran en los textosconstitucionales. Esto no significa, sin embargo, que lo que existe es un caos o que el <strong>de</strong>rechoconstitucional es simplemente cuestión <strong>de</strong> política. Significa únicamente que esos principiosinterpretativos que están fuera <strong>de</strong> la Constitución <strong>de</strong>ben ser i<strong>de</strong>ntificados y justificados. No setrata <strong>de</strong> principios que ya están expresados en las palabras <strong>de</strong> la Constitución don<strong>de</strong> po<strong>de</strong>mos ir abuscarlos. Tampoco se trata <strong>de</strong> principios que, según la frase que está muy en boga actualmente,se encuentran inmersos en la Constitución a don<strong>de</strong> hay que ir a encontrarlos como se buscan loshechos <strong>de</strong> un caso.3
- Page 1 and 2:
REVISTA DE LA ACADEMIA PUERTORRIQUE
- Page 3:
2enardecerá, en vez de corregir, l
- Page 9 and 10:
través de la Ley, enardecerá, en
- Page 11 and 12:
MEDICINE AND BIOLOGY: HOW FAR CAN T
- Page 13:
unfair, in view of the total absenc
- Page 16 and 17:
CONTESTACIÓN AL DISCURSO DEL HON.
- Page 18 and 19:
la Oficina de Política sobre Cienc
- Page 20 and 21:
códigos de ética existentes y los
- Page 22 and 23:
REFORMING THE FEDERAL SENTENCING GU
- Page 24 and 25:
narcotics and firearms, they tend t
- Page 26 and 27:
Our faith in technology and plannin
- Page 28 and 29:
single, all-powerful judge”. 17 W
- Page 30 and 31:
CONTESTACIÓN AL DISCURSO DEL HON.
- Page 32 and 33: 3trafficking and gun-related offens
- Page 34 and 35: 5conduct which experience has shown
- Page 36 and 37: 2En este escrito trataré de establ
- Page 38 and 39: 4atender sus obligaciones económic
- Page 40 and 41: 6B. Juicio Público: Al igual que e
- Page 42 and 43: 8explicar la doctrina vigente. 47 A
- Page 44 and 45: 10tan serio disturbio emocional (
- Page 46 and 47: 12En Soto Ramos v. Superintendente
- Page 48 and 49: 14profesional y cómo ésta podría
- Page 50 and 51: 16Las implicaciones de esta exigenc
- Page 52 and 53: 18jurado. 116 Por otro lado, nuestr
- Page 54 and 55: 20forma rigurosa, de que la renunci
- Page 56 and 57: 22Tribunal Supremo ha seguido celos
- Page 58 and 59: 24protección es mayor que la que e
- Page 60 and 61: 264. Absuelto un acusado por determ
- Page 62 and 63: 28En Puerto Rico sólo cabe regular
- Page 64 and 65: 30B. Aplicación ex post facto de l
- Page 66 and 67: 32relación con el alcance 224 de l
- Page 68 and 69: 34se trata de una norma que comenz
- Page 70 and 71: 364) que la corroboración se relac
- Page 72 and 73: 38arresto. Bajo la Enmienda Cuarta,
- Page 74 and 75: 40razonable a la intimidad, no hay
- Page 76 and 77: 42Nuestra legislación permite la d
- Page 78 and 79: 44Derechos se dispone expresamente
- Page 80 and 81: 46Estados Unidos, adopta una posici
- Page 84 and 85: La verdad es que los principios con
- Page 86 and 87: EL DOLOR Y LA ANGUSTIA MENTALRamón
- Page 88 and 89: 3.7 8 9 10conocida y aceptada, hast
- Page 90 and 91: 5estímulo. Sin embargo, el punto e
- Page 92 and 93: 7de reconocimiento mundial, como ex
- Page 94 and 95: dice que éste no distingue entre e
- Page 96 and 97: 11dos meses y medio más tarde cuan
- Page 98 and 99: implicaciones negativas. Se debe de
- Page 100 and 101: 2naturaleza de los seres vivos, apl
- Page 102 and 103: 4de la clase dominante en la socied
- Page 104 and 105: 6su hora admitió ser identificado
- Page 106 and 107: 8cumpla la prestación que la norma
- Page 108 and 109: 10Encontramos la expresión todaví
- Page 110 and 111: 12La satisfacción de necesidades h
- Page 112 and 113: 14como aquí se propone, puede hace
- Page 114 and 115: LOS DERECHOS HUMANOS FRENTE AL ESTA
- Page 116 and 117: Como resultado, se ha llegado a un
- Page 118 and 119: Yugoslavia, Georgia, Azerbaiján, A
- Page 120 and 121: METASTESIS DE LA «RAZÓN» Y EL «
- Page 122 and 123: fue quizás el producto de esa mism
- Page 124 and 125: embargo, la corroboración de la ne
- Page 126 and 127: VICuando Hegel, en su Phänomenolog
- Page 128 and 129: del entendimiento (Verstehen) en el
- Page 130 and 131: por el poder, por las estructuras y
- Page 132 and 133:
lo único que indica esta trasgresi
- Page 134 and 135:
Legislativa enmendó la Ley 53 orig
- Page 136 and 137:
Incluso, únicamente ofreció su t
- Page 138 and 139:
Al llegar a la gobernación en 1965
- Page 140 and 141:
Presidente del Tribunal Supremo y a
- Page 142 and 143:
Lamentablemente, vivimos en una soc
- Page 144 and 145:
1. El que en todas las acciones rel
- Page 146 and 147:
coordinación interagencial, con pa