46Estados Unidos, adopta una posición más liberal, con el resultado <strong>de</strong> ampliar el alcance <strong>de</strong> lagarantía, en relación con la jurispru<strong>de</strong>ncia fe<strong>de</strong>ral 332 . En tercer lugar, hay que consi<strong>de</strong>rar el casoen que nuestro Tribunal Supremo sigue la jurispru<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la Corte Suprema <strong>de</strong> los EstadosUnidos sobre el alcance <strong>de</strong> la garantía en cuestión, con efecto <strong>de</strong> que no habrá “factura másancha” 333 . Por último, hay que consi<strong>de</strong>rar la situación -muy frecuente por cierto- en que nuestroTribunal Supremo no se ha pronunciado sobre la adopción en Puerto Rico <strong>de</strong> la jurispru<strong>de</strong>nciarestrictiva fe<strong>de</strong>ral, ya advirtiendo que no tiene que resolverlo 334 o bien porque no se ha planteadola cuestión 335 . Por supuesto, una situación no es permisible, que sería que la garantíaconstitucional bajo nuestra Carta <strong>de</strong> Derechos tuviera menor alcance que la que tiene la garantíaequivalente bajo la Constitución <strong>de</strong> los Estados Unidos; esto no es posible, pues el alcance <strong>de</strong> lagarantía fe<strong>de</strong>ral establece el contenido mínimo <strong>de</strong> la garantía bajo nuestra Carta <strong>de</strong> Derechos. Porsupuesto, en otras ocasiones, la "factura más ancha" no tiene que ver con <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong> nuestroTribunal Supremo, sino que es producto <strong>de</strong> una garantía en nuestra Carta <strong>de</strong> Derechos, sinequivalente en la Constitución <strong>de</strong> los Estado Unidos. 336Por último, estimo que no <strong>de</strong>be adjudicarse una controversia invocando el aforismo <strong>de</strong>“factura más ancha”, sin ulterior análisis <strong>de</strong> en qué medida hay, en puridad, “factura más ancha”y si es <strong>de</strong>seable que la haya. Debemos celebrar y mantener la “factura más ancha” <strong>de</strong> nuestros<strong>de</strong>rechos constitucionales, allí don<strong>de</strong> ello constituye una virtud en el balance <strong>de</strong> intereses inherentea la esencia <strong>de</strong> lo justo. Pero la virtud, como sostenía Aristóteles, está en un justo medioentre dos extremos que constituyen vicios, uno por <strong>de</strong>fecto y otro por exceso. En uno que otrocaso, la “factura más ancha” constituye un exceso, con más <strong>de</strong> vicio que <strong>de</strong> virtud.332 Así ocurre con relación al registro <strong>de</strong> un vehículo como inci<strong>de</strong>ntal al arresto bajo custodia <strong>de</strong>l conductor o pasajero. En Pueblov. Malave, 120 D.P.R. 470 (1988) se adopta una “factura más ancha” sin referencia o rechazo alguno a la norma más restrictivaestablecida en New York v. Belton, 453 U.S. 454 (1981).333 Esta situación es muy frecuente. El caso más reciente es Pueblo en interés <strong>de</strong>l Menor N .O. R., 94 J.T.S. 118, en el que nuestroTribunal Supremo sigue lo resuelto en Schneckloth v. Bustamante, 412 U.S. 218 (1973), en el sentido <strong>de</strong> que para la vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong> unregistro por consentimiento no se requiere conciencia o conocimiento por parte <strong>de</strong> quien renuncia al <strong>de</strong>recho, sino que essuficiente con que la renuncia sea voluntaria.334 Así ocurre en relación con el “registro <strong>de</strong> buena fe” <strong>de</strong> U.S. v. León, 464 U.S. 897 (1984). En Pueblo v. Muñoz Santiago, 92J.T.S. 149, página 10083, el Tribunal Supremo señaló que no era necesario pronunciarse sobre la adopción o rechazo <strong>de</strong> León.335 Este es el caso, tal vez, más frecuente. Así ocurre, por ejemplo, con el caso <strong>de</strong> la admisibilidad <strong>de</strong> evi<strong>de</strong>ncia ilegalmenteobtenida para fines <strong>de</strong> impugnación <strong>de</strong> credibilidad <strong>de</strong>l acusado que opta por <strong>de</strong>clarar.336 Se <strong>de</strong>stacan la prohibición <strong>de</strong> la pena <strong>de</strong> muerte, la prohibición <strong>de</strong> la intercepción <strong>de</strong> comunicaciones telefónicas y el <strong>de</strong>rechoabsoluto a la fianza.
CONTESTACIÓN AL DISCURSO DELLCDO. ERNESTO L. CHIESA APONTE *Lcdo. Lino J. Saldaña **Tengo la grata y honrosa encomienda <strong>de</strong> contestar, como se acostumbra en la ceremonia <strong>de</strong>instalación en esta <strong>Aca<strong>de</strong>mia</strong>, el discurso inaugural <strong>de</strong>l Profesor Ernesto Luis Chiesa. Los temasque Chiesa acaba <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollar en forma ejemplar, al hablarnos <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> los acusadosy lo que nuestro Tribunal Supremo ha llamado "la factura más ancha" <strong>de</strong> nuestra Carta <strong>de</strong>Derechos, tocan áreas <strong>de</strong> vital importancia para nuestra vida jurídica. Se trata nada menos que<strong>de</strong> <strong>de</strong>slindar los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong>l ciudadano en la esfera procesal penal bajo nuestra Carta <strong>de</strong>Derechos, comparándolos con lo que le conce<strong>de</strong> su equivalente expreso o implícito en laConstitución <strong>de</strong> los Estados Unidos. Su discurso es la culminación y síntesis <strong>de</strong> un largo ysostenido análisis <strong>de</strong> los problemas que surgen en la intersección entre el <strong>de</strong>recho constitucionaly el <strong>de</strong>recho procesal penal en relación con los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> los acusados. Chiesa ha venidoocupándose <strong>de</strong> esos problemas en la cátedra, en numerosos artículos y comentarios, y en sutratado en tres volúmenes sobre el Derecho Procesal Penal <strong>de</strong> Puerto Rico y Estados Unidos.La teoría <strong>de</strong> la "factura más ancha" <strong>de</strong> nuestra carta <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos sirve varias funciones.Primero, <strong>de</strong>staca el hecho <strong>de</strong> que existen garantías reconocidas en nuestra constitución que notienen equivalente en la Constitución Fe<strong>de</strong>ral. Segundo, invita a que, en los casos en que nuestraCarta <strong>de</strong> Derechos tiene un equivalente expreso o implícito en la Constitución <strong>de</strong> los EstadosUnidos, el Tribunal Supremo adopte una interpretación <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos fundamentales <strong>de</strong>lciudadano más abarcadora y protectora que la prevaleciente en la jurisdicción fe<strong>de</strong>ral.No hay duda <strong>de</strong> que nuestro Tribunal Supremo en los casos <strong>de</strong> equivalencia está en libertad<strong>de</strong> adoptar una interpretación distinta <strong>de</strong> la que rige en la jurisdicción fe<strong>de</strong>ral. Pue<strong>de</strong> ser igual omás protectora. A<strong>de</strong>más, aunque se afirma a menudo que la norma fe<strong>de</strong>ral establece un nivelmínimo <strong>de</strong> protección que los tribunales <strong>de</strong> Puerto Rico tienen que acatar al interpretar nuestraConstitución, esta aseveración es, a mi juicio, analíticamente inexacta. Nada impi<strong>de</strong> dar unainterpretación a nuestra Constitución que se queda corta <strong>de</strong>l mínimo fe<strong>de</strong>ral. Lo que ocurre esque no podría aplicarse mientras no se altere la norma fe<strong>de</strong>ral. Podría aplicarse válidamente, sinembargo, en caso <strong>de</strong> que por jurispru<strong>de</strong>ncia se elimine la protección fe<strong>de</strong>ral, o se reduzca a unnivel inferior al que conce<strong>de</strong> nuestra Constitución. Como esto no suce<strong>de</strong> a menudo, lainterpretación fe<strong>de</strong>ral establece un mínimo <strong>de</strong> protección que nuestros tribunales vienenobligados a acatar tomando en cuenta el principio <strong>de</strong> la supremacía <strong>de</strong> la Constitución y las leyesfe<strong>de</strong>rales. Por otro lado, según señala Chiesa, el mismo principio <strong>de</strong> supremacía pue<strong>de</strong> imponerun máximo a los <strong>de</strong>rechos constitucionales estatales. Esta situación surge cuando la “factura másancha” <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho constitucional estatal <strong>de</strong> un litigante inva<strong>de</strong> o infringe un <strong>de</strong>recho que laConstitución fe<strong>de</strong>ral reconoce a otro <strong>de</strong> los litigantes. Por ejemplo, como sucedió en el casoreciente <strong>de</strong> El Vocero, en que nuestro Tribunal Supremo dio una protección al acusado (vistapreliminar en privado) con base en el <strong>de</strong>recho a la dignidad y a no sufrir ataques abusivos a suhonra, a su reputación y a su vida privada familiar y a nuestra presunción <strong>de</strong> inocencia, enmenoscabo <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho fe<strong>de</strong>ral <strong>de</strong> acceso <strong>de</strong> El Vocero (público y prensa) al amparo <strong>de</strong> laPrimera Enmienda. 92 JTS 108. Su <strong>de</strong>cisión fue revocada por el Supremo Fe<strong>de</strong>ral.* Sesión solemne celebrada el 9 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1995 en el Aula Magna <strong>de</strong> la Escuela <strong>de</strong> Derecho <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Puerto Rico.** Académico <strong>de</strong> Número <strong>de</strong> la <strong>Aca<strong>de</strong>mia</strong> Puertorriqueña <strong>de</strong> Jurispru<strong>de</strong>ncia y Legislación.
- Page 1 and 2:
REVISTA DE LA ACADEMIA PUERTORRIQUE
- Page 3:
2enardecerá, en vez de corregir, l
- Page 9 and 10:
través de la Ley, enardecerá, en
- Page 11 and 12:
MEDICINE AND BIOLOGY: HOW FAR CAN T
- Page 13:
unfair, in view of the total absenc
- Page 16 and 17:
CONTESTACIÓN AL DISCURSO DEL HON.
- Page 18 and 19:
la Oficina de Política sobre Cienc
- Page 20 and 21:
códigos de ética existentes y los
- Page 22 and 23:
REFORMING THE FEDERAL SENTENCING GU
- Page 24 and 25:
narcotics and firearms, they tend t
- Page 26 and 27:
Our faith in technology and plannin
- Page 28 and 29:
single, all-powerful judge”. 17 W
- Page 30 and 31: CONTESTACIÓN AL DISCURSO DEL HON.
- Page 32 and 33: 3trafficking and gun-related offens
- Page 34 and 35: 5conduct which experience has shown
- Page 36 and 37: 2En este escrito trataré de establ
- Page 38 and 39: 4atender sus obligaciones económic
- Page 40 and 41: 6B. Juicio Público: Al igual que e
- Page 42 and 43: 8explicar la doctrina vigente. 47 A
- Page 44 and 45: 10tan serio disturbio emocional (
- Page 46 and 47: 12En Soto Ramos v. Superintendente
- Page 48 and 49: 14profesional y cómo ésta podría
- Page 50 and 51: 16Las implicaciones de esta exigenc
- Page 52 and 53: 18jurado. 116 Por otro lado, nuestr
- Page 54 and 55: 20forma rigurosa, de que la renunci
- Page 56 and 57: 22Tribunal Supremo ha seguido celos
- Page 58 and 59: 24protección es mayor que la que e
- Page 60 and 61: 264. Absuelto un acusado por determ
- Page 62 and 63: 28En Puerto Rico sólo cabe regular
- Page 64 and 65: 30B. Aplicación ex post facto de l
- Page 66 and 67: 32relación con el alcance 224 de l
- Page 68 and 69: 34se trata de una norma que comenz
- Page 70 and 71: 364) que la corroboración se relac
- Page 72 and 73: 38arresto. Bajo la Enmienda Cuarta,
- Page 74 and 75: 40razonable a la intimidad, no hay
- Page 76 and 77: 42Nuestra legislación permite la d
- Page 78 and 79: 44Derechos se dispone expresamente
- Page 82 and 83: 2Aclarados esos puntos, coincido co
- Page 84 and 85: La verdad es que los principios con
- Page 86 and 87: EL DOLOR Y LA ANGUSTIA MENTALRamón
- Page 88 and 89: 3.7 8 9 10conocida y aceptada, hast
- Page 90 and 91: 5estímulo. Sin embargo, el punto e
- Page 92 and 93: 7de reconocimiento mundial, como ex
- Page 94 and 95: dice que éste no distingue entre e
- Page 96 and 97: 11dos meses y medio más tarde cuan
- Page 98 and 99: implicaciones negativas. Se debe de
- Page 100 and 101: 2naturaleza de los seres vivos, apl
- Page 102 and 103: 4de la clase dominante en la socied
- Page 104 and 105: 6su hora admitió ser identificado
- Page 106 and 107: 8cumpla la prestación que la norma
- Page 108 and 109: 10Encontramos la expresión todaví
- Page 110 and 111: 12La satisfacción de necesidades h
- Page 112 and 113: 14como aquí se propone, puede hace
- Page 114 and 115: LOS DERECHOS HUMANOS FRENTE AL ESTA
- Page 116 and 117: Como resultado, se ha llegado a un
- Page 118 and 119: Yugoslavia, Georgia, Azerbaiján, A
- Page 120 and 121: METASTESIS DE LA «RAZÓN» Y EL «
- Page 122 and 123: fue quizás el producto de esa mism
- Page 124 and 125: embargo, la corroboración de la ne
- Page 126 and 127: VICuando Hegel, en su Phänomenolog
- Page 128 and 129: del entendimiento (Verstehen) en el
- Page 130 and 131:
por el poder, por las estructuras y
- Page 132 and 133:
lo único que indica esta trasgresi
- Page 134 and 135:
Legislativa enmendó la Ley 53 orig
- Page 136 and 137:
Incluso, únicamente ofreció su t
- Page 138 and 139:
Al llegar a la gobernación en 1965
- Page 140 and 141:
Presidente del Tribunal Supremo y a
- Page 142 and 143:
Lamentablemente, vivimos en una soc
- Page 144 and 145:
1. El que en todas las acciones rel
- Page 146 and 147:
coordinación interagencial, con pa