la Oficina <strong>de</strong> Política sobre Ciencia y Tecnología <strong>de</strong> Casa Blanca no se creó sino hasta 1976; lasmujeres puertorriqueñas que, en los años cincuenta, sirvieron <strong>de</strong> conejillo <strong>de</strong> indias en losexperimentos con anticonceptivos, no tuvieron la protección <strong>de</strong> una reglamentación a<strong>de</strong>cuada. Elcontrol jurídico <strong>de</strong> las investigaciones biomédicas <strong>de</strong> esta naturaleza llegó muy tar<strong>de</strong> para ellas,pues se estableció en 1978.Debemos <strong>de</strong>stacar que la dificultad para ponerse <strong>de</strong> acuerdo en cuanto al comportamientoético <strong>de</strong>l científico, es sintomática <strong>de</strong> la necesidad <strong>de</strong> aumentar la intensidad en el diálogo entorno a estos asuntos. Atendido lo anterior, estaríamos en vías <strong>de</strong> propiciar los consensos enasuntos mucho más complejos, tales como <strong>de</strong>cidir si <strong>de</strong>sconectamos, o no, los aparatos que sostienenvivo, aunque artificialmente, a un ser humano, la transformación genética <strong>de</strong> plantas yanimales, y lo relativo al transplante <strong>de</strong> órganos y tejidos. En esos terrenos caminamos aún sinbrújulas.Permítanme aludir brevemente a dos controversias que se dilucidan actualmente entribunales franceses, vinculadas con el centro nacional para la transfusión <strong>de</strong> sangre y con eltema <strong>de</strong> la ingeniería genética. Una <strong>de</strong> ellas, pendiente ante el Tribunal Supremo <strong>de</strong> aquel país,es el caso <strong>de</strong>l Director <strong>de</strong> Investigaciones <strong>de</strong>l centro, Profesor <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Cambridge,que cumple sentencia por no haber evitado la distribución <strong>de</strong> factores <strong>de</strong> coagulacióncontaminados con el virus <strong>de</strong> la Inmuno<strong>de</strong>ficiencia Humana, a pacientes con Hemofilia. Se trata<strong>de</strong> uno <strong>de</strong> los investigadores que más ha aportado al estudio <strong>de</strong> SIDA.La otra surge como resultado <strong>de</strong> una investigación <strong>de</strong>l Departamento <strong>de</strong> Servicios Sociales<strong>de</strong> Francia, en torno al tratamiento <strong>de</strong>l enanismo en niños con una hormona <strong>de</strong>rivada <strong>de</strong> laglándula pituitaria <strong>de</strong> cadáveres. Este procedimiento se usó en Estados Unidos y en Inglaterrahasta 1985, hasta que se <strong>de</strong>terminó que la referida hormona podría estar contaminada confactores causantes <strong>de</strong> cierta enfermedad fatal. Ese año, ambos países <strong>de</strong>cidieron usar la ingenieríagenética para producir la hormona, en lugar <strong>de</strong> usar el producto extraído <strong>de</strong> cadáveres. Cuando lahormona se produce <strong>de</strong> esa manera, no hay posibilidad alguna <strong>de</strong> que cause la mortalenfermedad. Los franceses, por el contrario, optaron por tratar <strong>de</strong> remover los contaminantes ycontinuaron usando la hormona <strong>de</strong> glándulas. El resultado fue que el número <strong>de</strong> muertes enFrancia por razón <strong>de</strong> la enfermedad aumentó consi<strong>de</strong>rablemente. Ante esta situación, lasautorida<strong>de</strong>s francesas iniciaron una investigación criminal, con posible acusación <strong>de</strong> homicidioinvoluntario, contra los dos científicos que tomaron la <strong>de</strong>cisión.En ambos casos, nos enfrentamos a <strong>de</strong>sarrollos tecnológicos relativamente nuevos:capacidad para <strong>de</strong>tectar la presencia <strong>de</strong>l virus <strong>de</strong>l SIDA y capacidad para producir hormonasmediante la ingeniería genética.El juez Baudouin aludió en su ponencia a los enormes costos éticos <strong>de</strong> exponer eltransplante <strong>de</strong> órganos a la dinámica <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo económico <strong>de</strong>l mercado. Esto es, que la<strong>de</strong>manda <strong>de</strong> órganos se satisfaga en base a cuánto pueda pagar el consumidor. Sugiere que nopermitamos, como no se permite en Canadá, que un indigente venda un riñón a fin <strong>de</strong> po<strong>de</strong>rpagar los alimentos <strong>de</strong> su familia.Suce<strong>de</strong> lo mismo cuando un puertorriqueño ven<strong>de</strong> una pinta <strong>de</strong> sangre para aten<strong>de</strong>r suurgencia <strong>de</strong> la droga. Me sospecho que, aun cuando se prohibiera, esta práctica continuaría, aunqueen menor escala. Y, por ser clan<strong>de</strong>stina, sería mucho más peligrosa. Nos parece inevitableque, si la tecnología está disponible, y la urgencia se manifiesta, siempre habrá quien se incline ausarla, no obstante la norma jurídica.Estadísticas presentadas este verano en un artículo sobre bioingeniería en tejidos, en larevista Science, revelan que, en 1988, Estados Unidos contó con 3,000 donantes <strong>de</strong> hígado, para3
4unos 30,000 pacientes que murieron por fallo hepático. Hace cinco años, la <strong>de</strong>manda excedíadiez veces la cantidad disponible; hoy quizás sea aún mayor. Y nos tenemos que preguntar:¿Cuál es el nivel <strong>de</strong> suficiencia <strong>de</strong> los ciudadanos <strong>de</strong> países industrializados por biopiezas <strong>de</strong>repuesto? ¿Podría aspirar toda la humanidad a recibir transplantes <strong>de</strong> órganos, o estamos ante lapremisa inarticulada <strong>de</strong> que inevitablemente una parte <strong>de</strong> la humanidad está con<strong>de</strong>nada, ameramente, suplirlos?Y, en esa misma línea, nos volvemos a preguntar, ¿pue<strong>de</strong> un pariente obligar a otro adonarle tejido necesario para su supervivencia? En un caso reciente <strong>de</strong>l estado <strong>de</strong> Pennsylvania,McFall vs. Shimp 3 (1978), un individuo moribundo solicitó al tribunal que obligara a su primohermano a someterse a una operación para transplantarle médula ósea. Si se hubiera concedido losolicitado, que no lo fue, ¿cuál sería el límite <strong>de</strong> los transplantes involuntarios permitidos?¿Hasta qué punto sería cónsona con la ética biomédica la remoción involuntaria <strong>de</strong> tejido sano aun ser humano, para activida<strong>de</strong>s que no le beneficien directamente? ¿Habría sido diferente la<strong>de</strong>cisión <strong>de</strong>l tribunal si hubieran sido hermanos, padre e hijo, o si lo hubiera gestionado el padre<strong>de</strong> gemelos menores <strong>de</strong> edad, uno para el otro?Es menester guardarnos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>terminismo tecnológico, todo lo que técnicamente puedahacerse, <strong>de</strong>be hacerse; esto es, guardarnos <strong>de</strong> quienes sólo se preguntan: ¿cuántos órganos ytejidos humanos harían falta para salvar todas las vidas que, técnicamente, puedan salvarse? Esarealidad requiere un esfuerzo mayor, a nivel internacional, para controlar el tráfico ilícito <strong>de</strong>órganos, mientras existan compradores.A pesar <strong>de</strong> que hace ya cuarenta años <strong>de</strong>l primer transplante <strong>de</strong> riñón, aún quedan muchosasuntos por resolver en el campo <strong>de</strong> los transplantes. ¿Cuánto nos tomará dilucidar los asuntosque surgen en nuestros días? Al calor <strong>de</strong> las nuevas tecnologías médicas, nuestra sociedadindustrial ha inventado necesida<strong>de</strong>s que antes eran impensables; hasta hemos logrado atrasar lamuerte, re<strong>de</strong>finiéndola. Hemos pasado <strong>de</strong> la conceptualización <strong>de</strong>l cuerpo humano como objetoseparable en sus partes para análisis y tratamiento, a la separación física <strong>de</strong> sus partesconstitutivas.En un artículo <strong>de</strong> la <strong>Revista</strong> Jurídica <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Southwestern 4 se propuso, haráunos dos años, la “confiscación involuntaria <strong>de</strong> órganos” como una alternativa a la pena <strong>de</strong>muerte. Como fundamento para ello, se alegó un mejor uso <strong>de</strong> recursos. Según la autora, selograría que, aunque incompleto, el antes con<strong>de</strong>nado a muerte siga viviendo. Pero, si se establecieraesa modalidad, ¿cuáles serían los límites? Después <strong>de</strong> los con<strong>de</strong>nados a muerte, ¿seguiránlos pacientes <strong>de</strong> enfermeda<strong>de</strong>s mentales incurables, los comatosos? ¿Dón<strong>de</strong> marcar la línea? Elpresente mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> formulación <strong>de</strong> las normas jurídicas, nos indica el Juez Baudouin, no es <strong>de</strong>mucha ayuda. Cristalizar la referida norma nunca será tarea sencilla.Coincido con el Juez Baudouin en que los procesos legislativos <strong>de</strong>ben tener un peso relativomayor que los adjudicativos, si queremos lograr una conceptualización coherente <strong>de</strong> la aplicación<strong>de</strong> la tecnología médica. Ésta <strong>de</strong>be aten<strong>de</strong>r, a tiempo, sus aspectos éticos, sociales, económicosy políticos, <strong>de</strong> cara a las generaciones por venir.Advertimos, sin embargo, que la conciencia ética <strong>de</strong> las personas no pue<strong>de</strong> ser legislada. Engran medida, la observación <strong>de</strong>l requerimiento ético es fruto, más que <strong>de</strong> una buena legislación,<strong>de</strong> una buena educación. No me refiero a una educación que meramente transmita o divulgue los3McFall v. Shimp, 10 Pa. D & C 3d 90, 92 (1978)4 Stone, Biomedical Engineering Alternatives to the Death Penalty: Mo<strong>de</strong>rn Technology Challenges to Traditional Forms ofCapital Punishment, 19 S. CAL. REV. 17 (1990).
- Page 1 and 2: REVISTA DE LA ACADEMIA PUERTORRIQUE
- Page 3: 2enardecerá, en vez de corregir, l
- Page 9 and 10: través de la Ley, enardecerá, en
- Page 11 and 12: MEDICINE AND BIOLOGY: HOW FAR CAN T
- Page 13: unfair, in view of the total absenc
- Page 16 and 17: CONTESTACIÓN AL DISCURSO DEL HON.
- Page 20 and 21: códigos de ética existentes y los
- Page 22 and 23: REFORMING THE FEDERAL SENTENCING GU
- Page 24 and 25: narcotics and firearms, they tend t
- Page 26 and 27: Our faith in technology and plannin
- Page 28 and 29: single, all-powerful judge”. 17 W
- Page 30 and 31: CONTESTACIÓN AL DISCURSO DEL HON.
- Page 32 and 33: 3trafficking and gun-related offens
- Page 34 and 35: 5conduct which experience has shown
- Page 36 and 37: 2En este escrito trataré de establ
- Page 38 and 39: 4atender sus obligaciones económic
- Page 40 and 41: 6B. Juicio Público: Al igual que e
- Page 42 and 43: 8explicar la doctrina vigente. 47 A
- Page 44 and 45: 10tan serio disturbio emocional (
- Page 46 and 47: 12En Soto Ramos v. Superintendente
- Page 48 and 49: 14profesional y cómo ésta podría
- Page 50 and 51: 16Las implicaciones de esta exigenc
- Page 52 and 53: 18jurado. 116 Por otro lado, nuestr
- Page 54 and 55: 20forma rigurosa, de que la renunci
- Page 56 and 57: 22Tribunal Supremo ha seguido celos
- Page 58 and 59: 24protección es mayor que la que e
- Page 60 and 61: 264. Absuelto un acusado por determ
- Page 62 and 63: 28En Puerto Rico sólo cabe regular
- Page 64 and 65: 30B. Aplicación ex post facto de l
- Page 66 and 67: 32relación con el alcance 224 de l
- Page 68 and 69:
34se trata de una norma que comenz
- Page 70 and 71:
364) que la corroboración se relac
- Page 72 and 73:
38arresto. Bajo la Enmienda Cuarta,
- Page 74 and 75:
40razonable a la intimidad, no hay
- Page 76 and 77:
42Nuestra legislación permite la d
- Page 78 and 79:
44Derechos se dispone expresamente
- Page 80 and 81:
46Estados Unidos, adopta una posici
- Page 82 and 83:
2Aclarados esos puntos, coincido co
- Page 84 and 85:
La verdad es que los principios con
- Page 86 and 87:
EL DOLOR Y LA ANGUSTIA MENTALRamón
- Page 88 and 89:
3.7 8 9 10conocida y aceptada, hast
- Page 90 and 91:
5estímulo. Sin embargo, el punto e
- Page 92 and 93:
7de reconocimiento mundial, como ex
- Page 94 and 95:
dice que éste no distingue entre e
- Page 96 and 97:
11dos meses y medio más tarde cuan
- Page 98 and 99:
implicaciones negativas. Se debe de
- Page 100 and 101:
2naturaleza de los seres vivos, apl
- Page 102 and 103:
4de la clase dominante en la socied
- Page 104 and 105:
6su hora admitió ser identificado
- Page 106 and 107:
8cumpla la prestación que la norma
- Page 108 and 109:
10Encontramos la expresión todaví
- Page 110 and 111:
12La satisfacción de necesidades h
- Page 112 and 113:
14como aquí se propone, puede hace
- Page 114 and 115:
LOS DERECHOS HUMANOS FRENTE AL ESTA
- Page 116 and 117:
Como resultado, se ha llegado a un
- Page 118 and 119:
Yugoslavia, Georgia, Azerbaiján, A
- Page 120 and 121:
METASTESIS DE LA «RAZÓN» Y EL «
- Page 122 and 123:
fue quizás el producto de esa mism
- Page 124 and 125:
embargo, la corroboración de la ne
- Page 126 and 127:
VICuando Hegel, en su Phänomenolog
- Page 128 and 129:
del entendimiento (Verstehen) en el
- Page 130 and 131:
por el poder, por las estructuras y
- Page 132 and 133:
lo único que indica esta trasgresi
- Page 134 and 135:
Legislativa enmendó la Ley 53 orig
- Page 136 and 137:
Incluso, únicamente ofreció su t
- Page 138 and 139:
Al llegar a la gobernación en 1965
- Page 140 and 141:
Presidente del Tribunal Supremo y a
- Page 142 and 143:
Lamentablemente, vivimos en una soc
- Page 144 and 145:
1. El que en todas las acciones rel
- Page 146 and 147:
coordinación interagencial, con pa