11.07.2015 Views

Revista Volumen V - Academia Puertorriqueña de Jurisprudencia y ...

Revista Volumen V - Academia Puertorriqueña de Jurisprudencia y ...

Revista Volumen V - Academia Puertorriqueña de Jurisprudencia y ...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

22Tribunal Supremo ha seguido celosamente los imperativos que impone Miranda v. Arizona, 151 enesta zona. Valga señalar que recientemente nuestro Tribunal Supremo ha hecho hincapié en algoelemental, pero a veces ignorado: que las reglas y advertencias <strong>de</strong> Miranda sólo se activancuando se somete a un sospechoso a interrogatorio bajo custodia: si falta alguno <strong>de</strong> estosaspectos -esto es, si el interrogado no era todavía “sospechoso”, o el sospechoso no fue sometidoa “interrogatorio”, o si el interrogatorio no fue “bajo custodia”-, no es necesario que se impartanlas advertencias. 152 El Tribunal Supremo <strong>de</strong> Puerto Rico también ha citado y seguido conaprobación jurispru<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la Corte Suprema Fe<strong>de</strong>ral en cuanto a la renuncia <strong>de</strong>l interrogado asu <strong>de</strong>recho a no <strong>de</strong>clarar y a estar representado por abogado durante el interrogatorio bajocustodia. 153 Hay otra jurispru<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la Corte Suprema <strong>de</strong> los Estados Unidos cuya aplicabilida<strong>de</strong>n Puerto Rico no ha sido consi<strong>de</strong>rada por nuestro Tribunal Supremo. Así ocurre con lajurispru<strong>de</strong>ncia fe<strong>de</strong>ral que permite para fines <strong>de</strong> impugnar la credibilidad <strong>de</strong>l acusado que optapor <strong>de</strong>clarar, <strong>de</strong>claraciones obtenidas por los agentes en violación a las reglas <strong>de</strong> Miranda y queno serían admisibles como prueba sustantiva. 154 Tampoco se sabe el status en Puerto Rico <strong>de</strong> lallamada excepción <strong>de</strong> “seguridad pública”. 155(ii) Alcance <strong>de</strong>l privilegio: Peligro real <strong>de</strong> convicción. No hay indicio alguno <strong>de</strong> exten<strong>de</strong>r elprivilegio contra la auto-incriminación más allá <strong>de</strong> situaciones don<strong>de</strong> obligar a <strong>de</strong>clarar ponga alinterrogado en peligro real <strong>de</strong> responsabilidad criminal. 156 No basta peligro <strong>de</strong> responsabilidadcivil o administrativa, ni mucho menos <strong>de</strong> responsabilidad social. A<strong>de</strong>más, el peligro ha <strong>de</strong> serreal, lo que no se cumple cuando la acción penal en que se fundaría el reclamo <strong>de</strong>l privilegio estáprescrita, extinguida o hay impedimento (doble exposición, etc.).(iii) Alcance <strong>de</strong>l privilegio: limitación a testimonio compelido: Tampoco hay indicio alguno<strong>de</strong> que en Puerto Rico el <strong>de</strong>recho contra la auto-incriminación se extienda más allá <strong>de</strong> la esfera<strong>de</strong> testimonio compelido <strong>de</strong> una persona natural. 157 El privilegio no se extien<strong>de</strong> a prohibición <strong>de</strong>compeler a muestras <strong>de</strong> sangre 158 o escritura, 159 ni a exhibir características físicas, incluyendo elcuerpo 160 o la voz. 161 La prohibición es sólo contra testimonio compelido y no contra compulsióna producir todo tipo <strong>de</strong> evi<strong>de</strong>ncia. 162 Tampoco hay prohibición <strong>de</strong> compeler a producción <strong>de</strong>151 384 U.S. 436 (1966). Se trata <strong>de</strong> un asunto complejo, pues la progenie <strong>de</strong> Miranda tiene sus sutilezas. Véase, Chiesa, obracitada en escolio 2, Vol. I, § 2.3, pp. 69-105.152 Pueblo v. López Guzmán, 92 J.T.S. 142, pág. 10058.153 Pueblo v. López Rodríguez, 118 D.P.R. 515 (1987).154 Harris v. New York, 401 U.S. 222 (1971), Oregon v. Hass, 420 U.S. 714 (1975).155 New York v. Quarles, 467 U.S. 649 (1984). Aquí se resuelve que pue<strong>de</strong> someterse a un interrogatorio bajo custodia alsospechoso, sin previas advertencias <strong>de</strong> Miranda, en circunstancias extraordinarias, para proteger la seguridad pública, esto es,cuando impartir las advertencias engendra un grave peligro para la seguridad <strong>de</strong> terceros.156 Ullman v. United States, 350 U.S. 422 (1956).157 El privilegio o <strong>de</strong>recho no se extien<strong>de</strong> a entida<strong>de</strong>s jurídicas, como a corporaciones, socieda<strong>de</strong>s, uniones obreras, etc. Véanse,Hale v. Henkel, 201 U.S. 43 (1906), United States v. White, 322 U.S. 694 (1944), Braswell v. United States, 108 S.Ct. 2284(1988).158 Véanse, Schmerber v. California, 384 U.S. 757 (1966) y Pueblo v. Falú Martínez, 116 D.P.R. 828 (1986).159 Véanse, Gilbert v. California, 388 U.S. 263 (1967) y Pueblo v. Tribunal Superior, 96 D.P.R. 397 (1968). En este último caso,nuestro Tribunal Supremo resuelve que no eran admisibles como prueba contra un acusado unas muestras <strong>de</strong> escrituras tomadasal acusado sin asistencia <strong>de</strong> abogado, pero no por violar el <strong>de</strong>recho contra la auto-incriminación, sino por violar el <strong>de</strong>recho contraasistencia <strong>de</strong> abogado: como se trataba <strong>de</strong> un caso <strong>de</strong> falsificación <strong>de</strong> documentos, la toma <strong>de</strong> muestra <strong>de</strong> escritura era una etapacrucial que requería asistencia <strong>de</strong> abogado.160 Véase, Pueblo v. Aspurría, 61 D.P.R. 252 (1953).161 Véase, Pueblo v. Adorno Quiñones, 101 D.P.R. 429 (1973).162 Véase, Baltimore City Department of Social Services v. Bouknight, 110 S.Ct. 900 (1990). Aquí se sostiene la vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong>or<strong>de</strong>nar, so pena <strong>de</strong> <strong>de</strong>sacato, a una señora a que entregara a su pequeño hijo, ante sospecha <strong>de</strong> maltrato, aunque la producción <strong>de</strong>lniño reflejara que había sido maltratado. No se trata <strong>de</strong> testimonio compelido. En Puerto Rico, véase, Melén<strong>de</strong>z (FEI) v. TribunalSuperior, 94 J.T.S. 42.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!