264. Absuelto un acusado por <strong>de</strong>terminado <strong>de</strong>lito X, hay impedimento colateral para enjuiciara ese acusado por el <strong>de</strong>lito Y, cuando la conducta constitutiva <strong>de</strong>l <strong>de</strong>lito X es elemento esencial<strong>de</strong>l <strong>de</strong>lito Y. 185 En Puerto Rico se ha llegado a resolver que una absolución tiene efecto <strong>de</strong> cosajuzgada, a favor <strong>de</strong>l acusado, en cuanto a la acción civil <strong>de</strong> impugnación <strong>de</strong> confiscación, si laconfiscación está basada en la conducta <strong>de</strong>lictiva por la que fue absuelto el acusado. 186 Esto escuestionable, por <strong>de</strong>cir lo menos, en virtud <strong>de</strong>l escaso valor probatorio <strong>de</strong> una absolución, para loque basta duda razonable, a diferencia <strong>de</strong> la acción <strong>de</strong> confiscación don<strong>de</strong> es suficienteprepon<strong>de</strong>rancia <strong>de</strong> la prueba. Si se quiere, aquí hay también “factura más ancha”.5. Apelada una convicción, la revocación <strong>de</strong> la convicción no acarrea absolución <strong>de</strong>lacusado sino la concesión <strong>de</strong> un nuevo juicio, salvo que la revocación estuviera fundada eninsuficiencia <strong>de</strong> la prueba que se admitió en el juicio, in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> que parte <strong>de</strong> laprueba hubiera sido erróneamente admitida. 1876. Cuando, como resultado <strong>de</strong> apelación <strong>de</strong> convicción, el acusado obtiene un nuevo juicio,éste pue<strong>de</strong> culminar en una sentencia mayor que la originalmente impuesta. 1887. Aunque el gobierno no pue<strong>de</strong> apelar una absolución, sí pue<strong>de</strong> solicitar revisión apelativa<strong>de</strong> la sentencia o con<strong>de</strong>na impuesta al convicto. 1898. Una terminación <strong>de</strong>l primer juicio por razón <strong>de</strong> necesidad manifiesta no impi<strong>de</strong> unsegundo juicio, aunque el acusado no solicitara ni consintiera la terminación, salvo conducta<strong>de</strong>liberada <strong>de</strong>l fiscal para obligar al acusado a solicitar “mistrial”. 1909. La protección contra castigos múltiples por la misma ofensa sólo se aplica en ausencia<strong>de</strong> intención legislativa <strong>de</strong> imponer los castigos múltiples. La cláusula no protege contraestatutos que autorizan penas múltiples por la misma ofensa. En esta zona rige la voluntadlegislativa. 19110. La protección constitucional contra la doble exposición sólo se aplica con relación a unamisma jurisdicción. No hay protección si se trata <strong>de</strong> procedimientos o castigos múltiples en dosjurisdicciones distintas, como la fe<strong>de</strong>ral y la estatal, o dos estados distintos. 192Curiosamente, pue<strong>de</strong> hablarse <strong>de</strong> “factura más estrecha” <strong>de</strong> nuestra protección, lo queciertamente sería inválido por razón <strong>de</strong> que la mayor protección fe<strong>de</strong>ral se aplicaría en PuertoRico. Me refiero a dos aspectos:185 Así ocurre cuando una persona es absuelta por agresión y luego se le acusa por mutilación o asesinato a base <strong>de</strong> esa mismaagresión. El problema aquí es que una absolución por un <strong>de</strong>lito pue<strong>de</strong> estar predicada en insuficiencia <strong>de</strong> prueba sobre algún oalgunos <strong>de</strong> los elementos constitutivos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>lito, lo que implica poco valor inferencial para un planteamiento <strong>de</strong> impedimentocolateral ante una acusación por otro <strong>de</strong>lito, a base <strong>de</strong> que ambos <strong>de</strong>litos tienen un elemento común. Véanse, Chiesa, obra citadaen escolio 2, § 16.2 (E), pp. 376-385, Ashe v. Swenson, 397 U.S. 436 (1970), Dowling v. United States, 110 S. Ct. 668 (1990),Pueblo v. Lugo, 64 D.P.R. 554 (1945).186 Carlo v. Secretario <strong>de</strong> Justicia, 107 D.P.R. 356 (1978), Del Toro Lugo v. E.L.A., 94 J.T.S. 119.187 Burks v. United States, 437 U.S. 1 (1978), Lockhart v. Nelson, 109 S. Ct. 285 (1988), Pueblo v. Martínez Torres, 90 J.T.S. 89.188 North Carolina v. Pearce, 395 U.S. 711 (1969).189 United States v. Di Francesco, 449 U.S. 117 (1980).190 Illinois v. Sumerville, 410 U.S. 458 (1973), Arizona v. Washington, 434 U.S. 497 (1978), Oregon v. Kennedy, 456 U.S. 667(1982), Pueblo v. Suárez Fernán<strong>de</strong>z, 116 D.P.R. 842 (1986), Lugo v. Tribunal Superior, 99 D.P.R. 244 (1970).191 Véanse, Whaler v. United States, 445 U.S. 684 (1980), Albernaz v. United States, 450 U.S. 333 (1981), Missouri v. Hunter,459 U.S. 359 (1983). De ahí que sea preferible invocar el Artículo 63 <strong>de</strong>l Código Penal, interpretado liberalmente en cuanto aprohibición <strong>de</strong> castigos múltiples en Pueblo v. Melén<strong>de</strong>z Cartagena, 106 D.P.R. 338 (1977).192 Véanse, United States v. Lanza, 260 U.S. 377 (122); Bartkus v. Illinois, 359 U.S. 121 (1959); Abbate v. United States, 369U.S. 187 (1959); Heath v. Alabama, 474 U.S. 82 (1985) y Pueblo v. Castro, 120 D.P.R. 740 (1988). Sobre la aplicación <strong>de</strong> estadoctrina (soberanía dual) a Puerto Rico, matizada por el especial “status” <strong>de</strong> la isla, véanse, United States v. López Andino, 831F.2d 1164 (1er. Cir. 1987) y United States v. Sánchez, 992 F.2d 1143 (11mo. Cir. 1993).
27(i) Absolución perentoria: En Puerto Rico, con frecuencia, el Procurador General recurre alTribunal Supremo para revisar una resolución <strong>de</strong>l Tribunal Superior que <strong>de</strong>claró con lugar unamoción <strong>de</strong> absolución perentoria <strong>de</strong>l acusado, emitida antes <strong>de</strong> un veredicto <strong>de</strong> culpabilidad porel jurado. Esto está reñido con la protección fe<strong>de</strong>ral, pues la Corte Suprema ha resuelto que una<strong>de</strong>sestimación contra la prueba <strong>de</strong> cargo constituye una absolución en los méritos que impi<strong>de</strong>cualquier procedimiento ulterior, incluyendo la revisión <strong>de</strong> la resolución <strong>de</strong> la absoluciónperentoria o <strong>de</strong>sestimación contra la prueba <strong>de</strong> cargo. 193 Distinto es el caso en que la absoluciónperentoria se produce luego <strong>de</strong> un veredicto con<strong>de</strong>natorio, en cuyo caso el tribunal apelativo sólotendría que reinstalar el veredicto <strong>de</strong>l jurado, si opta por revocar la absolución perentoria. Loque se prohíbe es que continúen procedimientos ulteriores <strong>de</strong> presentación y evaluación <strong>de</strong> laprueba luego <strong>de</strong> la absolución perentoria.(ii) Absolución errónea: En Pueblo v. Benítez, 194 dos acusados por escalamiento agravadorenunciaron al juicio por jurado y sometieron el caso al juez a base <strong>de</strong> las <strong>de</strong>claraciones juradas ydocumentos en autos, con la anuencia <strong>de</strong>l fiscal. El Tribunal Superior emitió fallo con<strong>de</strong>natoriopor el <strong>de</strong>lito -menor que el imputado- <strong>de</strong> tentativa <strong>de</strong> escalamiento. El Procurador Generalrecurrió con certiorari al Tribunal Supremo; éste acogió el recurso y revocó el fallo con<strong>de</strong>natorio,emitiendo otro por escalamiento agravado. El Tribunal Supremo, en sentencia sin opinión, selimitó a <strong>de</strong>cir que “no se trata aquí <strong>de</strong> revisar un fallo o veredicto absolutorio y sí <strong>de</strong> corregir unerror en un fallo con<strong>de</strong>natorio”. 195 Los jueces disi<strong>de</strong>ntes (el Juez Presi<strong>de</strong>nte señor Trías Monge yel Juez Asociado señor Dávila) sostuvieron, con entera razón, que el fallo con<strong>de</strong>natorio por el<strong>de</strong>lito menor tenía efecto <strong>de</strong> fallo absolutorio por el <strong>de</strong>lito mayor, lo que es inatacable, noimporta cuán erróneo fuere. Bajo la doctrina fe<strong>de</strong>ral, la absolución <strong>de</strong>l acusado ya comenzado eljuicio, in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> cuán errónea pueda ser, es inatacable en alzada. El caso principales Sanabria v. United States, 196 don<strong>de</strong> la Corte Suprema resuelve que “that judgment ofacquittal, however erroneous, bars further prosecution on any aspect of the count and hence barsappellate review of the trial court's error”. 197L. Multas y Fianzas Excesivas. La sección once <strong>de</strong> nuestra Carta <strong>de</strong> Derechos dispone que“las fianzas y las multas no serán excesivas”. La cláusula es prácticamente idéntica a laestablecida en la Enmienda Octava: “Excessive bail shall not be required, nor excessive finesimponed”.Aquí no hay asomo <strong>de</strong> “factura más ancha”. No hay indicio <strong>de</strong> apartarnos <strong>de</strong> lajurispru<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la Corte Suprema sobre la prohibición <strong>de</strong> fianzas excesivas. La normafundamental es que una fianza por suma mayor que la indicada para garantizar la presencia <strong>de</strong>limputado está reñida con la Enmienda Octava. 198 La cláusula no tiene el efecto <strong>de</strong> un impedimentopara la <strong>de</strong>tención preventiva, sin <strong>de</strong>recho a fianza, antes <strong>de</strong> un fallo con<strong>de</strong>natorio, porrazón <strong>de</strong> la peligrosidad social que entraña la libertad bajo palabra <strong>de</strong>l imputado particular. 199Distinta es la actuación en Puerto Rico, pues nuestra Carta <strong>de</strong> Derechos provee para <strong>de</strong>recho alibertad bajo fianza antes <strong>de</strong> fallo con<strong>de</strong>natorio. En ausencia <strong>de</strong> enmienda constitucional, enPuerto Rico no pue<strong>de</strong> eliminarse el <strong>de</strong>recho a libertad bajo fianza antes <strong>de</strong> fallo con<strong>de</strong>natorio.193 Smalis v. Pennsylvania, 476 U.S. 140 (1986).194 113 D.P.R. 610 (1982).195 Id., a la pág. 613.196 437 U.S. 54 (1978).197 Id., a la pág. 69.198 Stack v. Boyle, 342 U.S. 1 (1951).199 Salerno v. United States, 481 U.S. 739 (1987).
- Page 1 and 2:
REVISTA DE LA ACADEMIA PUERTORRIQUE
- Page 3:
2enardecerá, en vez de corregir, l
- Page 9 and 10: través de la Ley, enardecerá, en
- Page 11 and 12: MEDICINE AND BIOLOGY: HOW FAR CAN T
- Page 13: unfair, in view of the total absenc
- Page 16 and 17: CONTESTACIÓN AL DISCURSO DEL HON.
- Page 18 and 19: la Oficina de Política sobre Cienc
- Page 20 and 21: códigos de ética existentes y los
- Page 22 and 23: REFORMING THE FEDERAL SENTENCING GU
- Page 24 and 25: narcotics and firearms, they tend t
- Page 26 and 27: Our faith in technology and plannin
- Page 28 and 29: single, all-powerful judge”. 17 W
- Page 30 and 31: CONTESTACIÓN AL DISCURSO DEL HON.
- Page 32 and 33: 3trafficking and gun-related offens
- Page 34 and 35: 5conduct which experience has shown
- Page 36 and 37: 2En este escrito trataré de establ
- Page 38 and 39: 4atender sus obligaciones económic
- Page 40 and 41: 6B. Juicio Público: Al igual que e
- Page 42 and 43: 8explicar la doctrina vigente. 47 A
- Page 44 and 45: 10tan serio disturbio emocional (
- Page 46 and 47: 12En Soto Ramos v. Superintendente
- Page 48 and 49: 14profesional y cómo ésta podría
- Page 50 and 51: 16Las implicaciones de esta exigenc
- Page 52 and 53: 18jurado. 116 Por otro lado, nuestr
- Page 54 and 55: 20forma rigurosa, de que la renunci
- Page 56 and 57: 22Tribunal Supremo ha seguido celos
- Page 58 and 59: 24protección es mayor que la que e
- Page 62 and 63: 28En Puerto Rico sólo cabe regular
- Page 64 and 65: 30B. Aplicación ex post facto de l
- Page 66 and 67: 32relación con el alcance 224 de l
- Page 68 and 69: 34se trata de una norma que comenz
- Page 70 and 71: 364) que la corroboración se relac
- Page 72 and 73: 38arresto. Bajo la Enmienda Cuarta,
- Page 74 and 75: 40razonable a la intimidad, no hay
- Page 76 and 77: 42Nuestra legislación permite la d
- Page 78 and 79: 44Derechos se dispone expresamente
- Page 80 and 81: 46Estados Unidos, adopta una posici
- Page 82 and 83: 2Aclarados esos puntos, coincido co
- Page 84 and 85: La verdad es que los principios con
- Page 86 and 87: EL DOLOR Y LA ANGUSTIA MENTALRamón
- Page 88 and 89: 3.7 8 9 10conocida y aceptada, hast
- Page 90 and 91: 5estímulo. Sin embargo, el punto e
- Page 92 and 93: 7de reconocimiento mundial, como ex
- Page 94 and 95: dice que éste no distingue entre e
- Page 96 and 97: 11dos meses y medio más tarde cuan
- Page 98 and 99: implicaciones negativas. Se debe de
- Page 100 and 101: 2naturaleza de los seres vivos, apl
- Page 102 and 103: 4de la clase dominante en la socied
- Page 104 and 105: 6su hora admitió ser identificado
- Page 106 and 107: 8cumpla la prestación que la norma
- Page 108 and 109: 10Encontramos la expresión todaví
- Page 110 and 111:
12La satisfacción de necesidades h
- Page 112 and 113:
14como aquí se propone, puede hace
- Page 114 and 115:
LOS DERECHOS HUMANOS FRENTE AL ESTA
- Page 116 and 117:
Como resultado, se ha llegado a un
- Page 118 and 119:
Yugoslavia, Georgia, Azerbaiján, A
- Page 120 and 121:
METASTESIS DE LA «RAZÓN» Y EL «
- Page 122 and 123:
fue quizás el producto de esa mism
- Page 124 and 125:
embargo, la corroboración de la ne
- Page 126 and 127:
VICuando Hegel, en su Phänomenolog
- Page 128 and 129:
del entendimiento (Verstehen) en el
- Page 130 and 131:
por el poder, por las estructuras y
- Page 132 and 133:
lo único que indica esta trasgresi
- Page 134 and 135:
Legislativa enmendó la Ley 53 orig
- Page 136 and 137:
Incluso, únicamente ofreció su t
- Page 138 and 139:
Al llegar a la gobernación en 1965
- Page 140 and 141:
Presidente del Tribunal Supremo y a
- Page 142 and 143:
Lamentablemente, vivimos en una soc
- Page 144 and 145:
1. El que en todas las acciones rel
- Page 146 and 147:
coordinación interagencial, con pa