32relación con el alcance 224 <strong>de</strong> la regla <strong>de</strong> exclusión. Hay que examinar cuál es la situación fe<strong>de</strong>ralen cuanto a los límites <strong>de</strong> la regla <strong>de</strong> exclusión, y <strong>de</strong>terminar si esos límites se aplican a nuestraregla <strong>de</strong> exclusión. Veamos.(i) El requisito <strong>de</strong> “standing”: La Corte Suprema <strong>de</strong> los Estados Unidos ha resuelto quequien invoca la regla <strong>de</strong> exclusión ha <strong>de</strong> tener “standing”, 225 en el sentido <strong>de</strong> que no basta con serel beneficiado con la exclusión <strong>de</strong> la evi<strong>de</strong>ncia: quien invoca la regla <strong>de</strong> exclusión -que es elremedio contra la violación constitucional- ha <strong>de</strong> ser la persona a quien se le ha violado laprotección “sustantiva” por así <strong>de</strong>cirlo. No tengo espacio aquí para aten<strong>de</strong>r los pormenores <strong>de</strong> ladoctrina <strong>de</strong> “standing” (legitimación activa) en la zona <strong>de</strong> invocar la regla <strong>de</strong> exclusión. 226 Loimportante aquí es señalar que cualquier duda que había sobre el requisito <strong>de</strong> “standing”, enPuerto Rico, para invocar la regla <strong>de</strong> exclusión, 227 <strong>de</strong>sapareció con Pueblo v. Ramos Santos. 228Así pues, no hay “factura más ancha” en cuanto a la exigencia <strong>de</strong> “standing”.(ii) El registro o incautación <strong>de</strong> buena fe: En United States v. León 229 la Corte Suprema <strong>de</strong>los Estados Unidos resolvió que la regla <strong>de</strong> exclusión <strong>de</strong> la Enmienda Cuarta no impi<strong>de</strong> el uso,como prueba sustantiva, <strong>de</strong> evi<strong>de</strong>ncia obtenida por los funcionarios gubernamentales que actúan<strong>de</strong> buena fe al confiar en una or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> registro expedida por un magistrado, aunque luego se<strong>de</strong>terminara que la or<strong>de</strong>n fue expedida sin causa probable. Se resuelve así a base <strong>de</strong>l propósitoprincipal <strong>de</strong> la regla <strong>de</strong> exclusión, a saber, disuadir a los funcionarios <strong>de</strong> que actúen en violacióna la Enmienda Cuarta. Si el funcionario actúa al amparo <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n judicial, sin vicio aparente, laaplicación <strong>de</strong> la regla <strong>de</strong> exclusión no tiene valor disuasivo. Lo que la Constitución le exige alfuncionario es lo que éste ha hecho: obtener una or<strong>de</strong>n judicial. Se aclara que la norma <strong>de</strong>lregistro o actuación <strong>de</strong> buena fe no se aplica cuando el agente ha obtenido la or<strong>de</strong>n judicial abase <strong>de</strong> una <strong>de</strong>claración jurada cuya falsedad sabía o <strong>de</strong>bió haber sabido; tampoco hay “buenafe” cuando el agente actúa al amparo <strong>de</strong> una or<strong>de</strong>n judicial cuya invali<strong>de</strong>z es patente. Junto conLeón la Corte Suprema resolvió, en Massachusetts v. Shepard, 230 que tampoco <strong>de</strong>be suprimirse laevi<strong>de</strong>ncia producto <strong>de</strong> una or<strong>de</strong>n judicial cuyo <strong>de</strong>fecto es no i<strong>de</strong>ntificar con precisión los bienes aser incautados, cuando el oficial que solicita la or<strong>de</strong>n ha <strong>de</strong>scrito suficientemente dichos bienesen la <strong>de</strong>claración jurada; tampoco se a<strong>de</strong>lanta en ese caso el propósito disuasivo si se aplicara laregla <strong>de</strong> exclusión.224 Me refiero a lo dilatado <strong>de</strong> la protección, más allá <strong>de</strong> su origen.225 Rakas v. Illinois, 439 U.S. 128 (1978); United States v. Salvucci, 448 U.S. 83 (1980); Rawlings v. Kentucky, 448 U.S. 98(1980) y Minnesota v. Olson, 110 S. Ct. 1684 (1990).226 Véase mi obra citada en el escolio 2, Vol. I, § 6.5.227 Véase, Pueblo v. Rovira Ramos, 116 D.P.R. 945 (1986). En este caso tres jueces (honorables Rebollo López, Naveira <strong>de</strong>Rodón y Hernán<strong>de</strong>z Denton) sostienen que quien invoca la regla <strong>de</strong> exclusión tiene “standing” automático si lo que alega es quela evi<strong>de</strong>ncia es producto <strong>de</strong> un registro o arresto ilegal, aunque el peticionario no sea la persona que sufrió la violaciónconstitucional. Es suficiente con que la evi<strong>de</strong>ncia ilegalmente obtenida se pretenda usar como prueba contra un acusado, paraque éste pueda solicitar su supresión. Se invocó la presencia expresa <strong>de</strong> la regla <strong>de</strong> exclusión en nuestra sección 10, a diferencia<strong>de</strong> la situación fe<strong>de</strong>ral, don<strong>de</strong> la regla <strong>de</strong> exclusión es producto judicial.228 92 J.T.S. 176, pág. 10260. En este caso se resolvió que el acusado no tenía “standing” para solicitar la supresión <strong>de</strong> evi<strong>de</strong>nciaocupada en un apartamento en el que el acusado estaba ilegalmente: “El acusado no tenía legitimación activa para solicitar susupresión, pues carecía <strong>de</strong> una expectativa legítima <strong>de</strong> privacidad”. 92 J.T.S. 176, a la pág. 10260. Curiosamente, la opinión <strong>de</strong>lTribunal fue emitida por la Juez Asociada señora Naveira <strong>de</strong> Rodón, quien fue una <strong>de</strong> los tres jueces que se oponían al requisito<strong>de</strong> “standing” en Rovira Ramos. Los otros dos jueces con similar posición en Rovira Ramos (honorables Rebollo López yHernán<strong>de</strong>z Denton) concurrieron con el resultado en Ramos Santos, sin hacer expresión alguna sobre el problema <strong>de</strong> “standing”.229 468 U.S. 897 (1984).230 468 U.S. 981 (1984).
33Posteriormente, la Corte Suprema, en Illinois v. Krull, 231 resolvió que tampoco es exigenciaconstitucional aplicar la regla <strong>de</strong> exclusión cuando las autorida<strong>de</strong>s ocupan evi<strong>de</strong>ncia al amparo<strong>de</strong> un estatuto, que luego es <strong>de</strong>clarado inconstitucional por los tribunales. No se a<strong>de</strong>lanta elpropósito disuasivo con la aplicación <strong>de</strong> la regla <strong>de</strong> exclusión, cuando el funcionario actúa alamparo <strong>de</strong> un estatuto, cuya vali<strong>de</strong>z se presume. Una vez el estatuto es <strong>de</strong>claradoinconstitucional, <strong>de</strong>be aplicarse la regla <strong>de</strong> exclusión.El Procurador General, en varios recursos apelativos, le ha solicitado al Tribunal Supremo<strong>de</strong> Puerto Rico la aplicación <strong>de</strong> la doctrina <strong>de</strong>l registro <strong>de</strong> buena fe. En Pueblo v. MuñozSantiago, 232 el Tribunal Supremo señaló que <strong>de</strong>jaría para otra ocasión la cuestión <strong>de</strong> si <strong>de</strong>bíaaplicarse en Puerto Rico la doctrina <strong>de</strong> León; 233 no fue necesario recurrir a León pues se resolvióque la or<strong>de</strong>n judicial impugnada por el apelante era válida, por existir la requerida causaprobable.A mi juicio, las disposiciones <strong>de</strong> la Regla 234 <strong>de</strong> Procedimiento Criminal 234 no sonobstáculo insalvable para aplicar en Puerto Rico la doctrina <strong>de</strong> León. Esta regla, adoptada en1963, refleja, esencialmente, el estado <strong>de</strong> la regla <strong>de</strong> exclusión como cuestión constitucional; setrata <strong>de</strong> la codificación procesal <strong>de</strong> la regla <strong>de</strong> exclusión en cuanto a los frutos <strong>de</strong> un registroilegal, incluyendo lo relativo al registro producto <strong>de</strong> una or<strong>de</strong>n judicial inválida o <strong>de</strong>fectuosa. Nose trata, a mi juicio, <strong>de</strong> intención legislativa <strong>de</strong> conce<strong>de</strong>r protección estatutaria mayor que la protecciónconstitucional. Tampoco me parece insalvable el escollo <strong>de</strong> que la regla <strong>de</strong> exclusiónesté expresamente establecida en nuestra sección 10, distinto al caso <strong>de</strong> la Enmienda Cuarta.Una cosa es el rango <strong>de</strong>l remedio (la regla <strong>de</strong> exclusión) y otra es su alcance. No es menoscierto, sin embargo, que la doctrina <strong>de</strong>l registro <strong>de</strong> buena fe es más fácilmente justificable bajo laCuarta Enmienda, cuya regla <strong>de</strong> exclusión es <strong>de</strong> hechura judicial. En fin, sobre la aplicación <strong>de</strong> ladoctrina <strong>de</strong>l registro <strong>de</strong> buena fe en Puerto Rico, quaere.(iii) Uso <strong>de</strong> impugnación <strong>de</strong> evi<strong>de</strong>ncia ilegalmente obtenida: Bajo la Enmienda Cuarta, laregla <strong>de</strong> exclusión no es impedimento para usar evi<strong>de</strong>ncia obtenida en violación a la protecciónconstitucional -y por lo tanto inadmisible como prueba sustantiva o <strong>de</strong> cargo- para impugnar lacredibilidad <strong>de</strong>l acusado que opta por <strong>de</strong>clarar en el juicio. 235 Se permite el uso <strong>de</strong> la evi<strong>de</strong>nciaobtenida en violación a la Enmienda Cuarta para impugnar lo <strong>de</strong>clarado por el acusado durantesu examen directo 236 o durante el contra-interrogatorio; 237 no se permite esta evi<strong>de</strong>ncia, sinembargo, para impugnar la credibilidad <strong>de</strong> otros testigos <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa. 238 No conozco <strong>de</strong>jurispru<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> nuestra Tribunal Supremo que acepte o rechace esta norma limitativa <strong>de</strong> laregla <strong>de</strong> exclusión, con la cual estoy en total acuerdo. De nuevo, la presencia <strong>de</strong> la regla <strong>de</strong>exclusión al final <strong>de</strong> la sección 10 <strong>de</strong> la Carta <strong>de</strong> Derechos no es obstáculo insalvable. Se trataaquí <strong>de</strong> un caso más sobre el alcance <strong>de</strong> una garantía constitucional. En fin, estamos, ante otraincógnita. Pero es importante advertir que no ha habido rechazo <strong>de</strong>l Tribunal Supremo. A<strong>de</strong>más,231 480 U.S. 340 (1987).232 92 J.T.S. 149.233 Id., en la pág. 10083.234 Bajo la Regla 234 se pue<strong>de</strong> solicitar la supresión <strong>de</strong> evi<strong>de</strong>ncia obtenida mediante or<strong>de</strong>n judicial <strong>de</strong>fectuosa <strong>de</strong> su faz, o sin la<strong>de</strong>bida causa probable, o que fue diligenciada ilegalmente, o sin la <strong>de</strong>bida especificidad en relación con el lugar por ser registradoo la propiedad por ocuparse, o expedida a base <strong>de</strong> una <strong>de</strong>claración jurada insuficiente, por razón <strong>de</strong> ser parcial o totalmente falsolo afirmado bajo juramento.235 Véase, Chiesa, obra citada en escolio 2, Vol. I, § 6.3.236 Wal<strong>de</strong>r v. United States, 347 U.S. 62 (1954).237 United States v. Havens, 446 U.S. 620 (1980).238 James v. Illinois, 110 S. Ct. 648 (1990).
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