TRATAMIENTO ENDOVASCULAR DE LAS ARTERIAS DISTALES DEL MIEMBRO INFERIOR ■ 101Figura 1. Tratamiento mediante angioplastia de sector infragenicular. Lesión TASC tipo B (a). Angioplastiamediante balón Amphirion 3 x 80 mm. (Invatec, Innovative Technologies) (b). Control arteriográfico (c).isquemia crítica de la extremidad, habitualmenteposeen una severa y extensa enfermedadde tres vasos y sólo el 20-30% sufren unalesión focal con un buen run-off. Los pacientessuelen ser de edad avanzada y con comorbilidadsevera, como la diabetes y la isquemiacoronaria, las cuales incrementan el riesgoquirúrgico. La cirugía de derivación fémorodistaly pedal es técnicamente demandante yse asocia con una mortalidad perioperatoriaentre el 1.8 y el 6% (15,16).Las opciones quirúrgicas para la revascularizaciónde la enfermedad oclusiva de las arteriasdistales de las extremidades inferioresincluyen el bypass autógeno o sintético, laendarterectomía o procedimientos híbridos.Por su parte, las técnicas endovasculares descritasen este sector son la angioplastia conbalón, stent, láser o dispositivos de extracciónde placa (2).Las bajas tasas de complicaciones de laangioplastia distal han llevado a varios autoresa indicar su empleo en pacientes con claudicaciónintermitente en grado IIb de Fontainepara el tratamiento de estenosis. Para oclusiones,sin embargo, la claudicación no es consideradauna indicación apropiada por un potencialporcentaje de complicación elevado.La diabetes llega a aparecer en el 63-91%de los pacientes sometidos a tratamientoendovascular distal por isquemia crítica. Lamayoría tiene afectados los tres vasos, son unaarteriopatía distal severa, pero suele existir unareconstitución de algún vaso hacia el pie. Lospacientes con enfermedad renal terminal pareceser el grupo más difícil de tratar al tenerenfermedades ateroscleróticas muy difusas,con participación de vasos distales y pedios ycalcificaciones arteriales más intensas.La lesión distal ideal sería focal y con unbuen drenaje distal. Las estenosis parecenposeer una tasa de resultados técnicos satisfactoriosmejor que las oclusiones. Estas condicionesideales sólo están presentes enmenos del 30% de los pacientes con isquemiacrítica, y si existe, suele verse en uno o dos delos vasos. La recuperación del flujo en línearecta hacia el pie al menos en un vaso despuésde la angioplastia es necesaria para eléxito clínico. La dilatación de una lesión pro-
102 ■ PIE DIABÉTICOximal cuando la arteria distal está gravementeafectada no ofrecerá un beneficio clínicoduradero. Varty et al. (21), han publicado salvamentosde extremidad a un año del 77% enpacientes con isquemia crítica de extremidadtras PTA infrainguinal. En pacientes con anatomíasfavorables, la tasa de salvamento a 2años es superior al 80%. No obstante se hanobtenido mejores resultados tras tratamientoendovascular en pacientes con enfermedadinfragenicular a varios niveles que aquelloscon enfermedad a un único nivel, quizás porposeer una aterosclerosis local más exacerbada(23).Algunos estudios publicados sobre tratamientoendovascular del sector infrapopliteorealizan la terapia exclusiva en arterias tibiales(23,24), no tratando la arteria peronea.Extrapolando los conocimientos de la cirugíaabierta, la revascularización de la arteria peroneaincluso en su tercio distal, alcanza los mismosresultados de permeabilidad y salvamentode extremidad que cualquier otra arteriacrural (25).La distribución típica de la enfermedadarteriosclerótica en los pacientes con isquemiacrítica de extremidad incluye múltiplesestenosis y oclusiones en el árbol arterialdesde la arteria femoral a la arcada plantar(17). Sin embargo, en el 25% de los pacientescon isquemia crítica, las lesiones están confinadasal territorio infrapoplíteo (26), siendoestos pacientes predominantemente diabéticosy se caracterizan por enfermedad másextensiva con vasos crurales más calcificados(27). Los tratamientos quirúrgicos abiertoscomo la amputación y el bypass han predominadodurante décadas. Las tasas de éxito sonmuy variables, debido principalmente a laselección de los pacientes.Como los bypass distales a cualquiera delas arterias tibiales o a la arteria peronea songeneralmente complejos, dificultosos y conuna incidencia significativa de oclusión tempranay con una morbimortalidad operatoriaconsiderable, estas intervenciones no deberíangeneralizarse para tratar pacientes conclaudicación intermitente, y deberían serreservados para la isquemia crítica de extremidadesinferiores. La mortalidad perioperatoriatras un bypass fémoro-distal varía entreel 0 y el 18%, pero largas series actuales la hancifrado en menor a 3% (28,29). Recons -trucciones fémorodistales con vena safenainterna obtienen una permeabilidad primariaa 5 años entre el 60 y 70%, secundaria entreel 70 y 80% y un salvamiento de extremidadentre 75 y el 85% (30,31).El tratamiento quirúrgico tradicional paraestos pacientes es el bypass o la amputaciónprimaria. Los pacientes con revascularizaciónexitosa logran una mayor supervivencia y unamayor calidad de vida en comparación con lospacientes que han sufrido amputación (32). Lacalidad de vida de los pacientes tras un bypassfémoro-distal continúa constituyendo un factorinfraestimado de los resultados a largoplazo. El éxito técnico no garantiza el bienestardel paciente. Solamente el 68% de lospacientes mantienen la habilidad de vida independienteque poseía preoperatoriamente ysólo el 14% permanecen libres de síntomas ocomplicaciones o no requieren reoperaciones(33).Por lo tanto, la restauración de aportesanguíneo al pie debería intentarse siempreque fuera posible en todos los pacientes.Existen casos en que la PTA es la única opciónreal de revascularización en pacientes conisquemia crítica (34).Incluso si la amputación no puede ser evitada,el tratamiento endovascular infrapoplíteopuede permitir un amputación menor enpacientes en los que en otro caso hubierannecesitado una amputación mayor.Los beneficios reconocidos de la terapiapercutánea infrainguinal distal son la disminucióndel tiempo operatorio, típicamentemenor a 2 horas, mientras que las técnicasquirúrgicas abiertas alcanzan una duraciónmedia de 4 horas (13); la menor estancia hospitalaria(35); el menor tiempo de recuperacióndel paciente; la preservación de la venasafena para una potencial futura intervencióncardiaca o vascular periférica (19); y el hechoque la repetición de la PTA en comparacióndel tratamiento quirúrgico abierto en casosde reestenosis resulta mucho más sencillo