NEUROLOCIA. VOLUMEN 5, NUMERO <strong>10</strong>, DICIEMBRE <strong>1990</strong>pac¡entes que fue examinada pesar de no haber padecidoparálisis pero sí parestesias tras mínimos fenóme--anos compresivos tronculares- mostraba también una neuropatíadifusa con inexcitabilidad de los nervios surales.La madre y el caso 2 presentan, clínicamente, una arreflexiaprofunda global.Concluimos que la neuropatía tomacular, autosómicodominante, de predominio en sexo masculino, representael substrato anatómico de las parálisis heredadas conlabilidad selectiva a las presiones y que las formas plexularesson simples variedades clínicas de éstas. Es probableque cambie la expresividad clínica a lo largo de losaños a tenor de cambios mielínicos que confieren menosfenómenos de bloqueo y más neuropatía difusa.Un caso de enfermedad de la motoneuronaproducida por ¡ntoxicación plúmbicaJ. Fueyoi P. Comas] J. Pascuall A. Pou* yl.M. Espadaler**Servicios de *Neurología y **Neurofisiología. Hospital del Mar.<strong>Barcelona</strong>.La coincidencia de enfermedad de neurona motora y signosclínicos de intoxicación por plomo fue descrita porprimera vez por Aran en 1850. Pocos años después, Arany Wilson asumieron que la intoxicación plúmbica podíaproducir un síndrome de esclerosis lateral amiotrófica(ELA) y desde entonces numerosos autores se han sumadoa este criterio. Sin embargq una clara relación de causaefectoentre la intoxicación por este metal pesado y la ELAno ha podido ser suficientemente probada.Presentamos el caso clínico de un paciente varón de 52años de edad, trabajador expuesto al plomo, que desdeI meses antes de ser visitado por nosotros padecía unapérdida de fuerza progresiva con atrofia muscular y calambres.La exploracilón física (atrofia muscular e hiperreflexia)y el estudio electromiográfico (EMC) fueron compatiblesa su ingreso con una ELA. Se determinaron nivelesde plomo, protoporfirina de cinc y actividad deltaaminolevulínico-dehidratasa en sangre y de ácido aminolevulínicoen orina 2 meses antes del inicio de los síntomasy al mes, 6 y B meses del debut de la sintomatología.Se practicaron estudios EMG a los 8, 12 y <strong>15</strong> meses del comienzode la enfermedad. Una vez apartado el pacientede la exposición al plomo, los parámetros bioquímicosde intoxicación y los EMC evolucionaron paralelos a la progresivamejoría clínica. Al cabo de un año de iniciada laenfermedad el paciente está asintomático.La etiología de la ELA sigue absolutamente desconociday su pronóstico infausto. La aportación de cualquiernuevo caso que incida sobre las causas tratables de enfermedadde la motoneurona o que aporte datos sobreposibles patogenias de la ELA consideramos que tiene interésextraordinario. El caso clínico que presentamos reúneestas dos condiciones.Asociación de miastenia gravis con colitis ulcerosal. Royo, F. Pujadas, M. Tintoré, J. Montalbán y A. CodinaServicio de Neurología. Hospital Ceneral Vall d'Hebron. <strong>Barcelona</strong>.Es bien conocida la existencia de distintas alteracionesinmunológicas en pacientes con miastenia gravls talescomo mala función de los linfocitos 1l presencia de inmu-nocomplejos circulantes y especialmente la existencia deautoanticuerpos. Por otra parte, factores genéticos podríaninfluir en el desarrollo de la enfermedad, observándosecierta relación de la miastenia gravis con los haplotiposA, BB, DW3 del sistema HLA. Todo ello explicaría la asociaciónde la miastenia gravis con otras enfermedadesautoinmunes, principalmente enfermedades tiroideas ycon menor f recuencia, artritis reumatoide, anemia perniciosay espondilitis anquilopoyética. Sin embargo, es excepcionalsu asociación con colitis ulcerosa.Presentamos una paciente diagnosticada de colitis ulcerosaa los 14 años y tratada con salazopirina y prednisona.Unos meses más tarde, sufrió un brote severo dela enfermedad que requirió tratamiento con ciclosporina.Durante 2 años la paciente no presentó ningún síntomapor lo que se retiró dicho fármaco. Dos años después, ya raíz de un episodio de debilidad proximal en las extremidades,fue diagnosticada de miasteniagravis. Se practicótimectomía mostrando el estudio histológico una hiperplasiatímica. Desde entonces ha permanecido balo tratamientocon prednisona a dosis de 40 mg a días alternos.La paciente ha sufrido varias recaídas de su miasteniagravispero no ha presentado ningún otro brote de colitis ulcerosa.Destacamos la rareza de tal asociación, únicamente hemosencontrado otro caso descrito en la literatura utilizandolas bases Medline (1984<strong>1990</strong>) y Excerpta Medica(197+<strong>1990</strong>), y la benignidad evolutiva de la colitis ulcerosatras la aparición de la miastenia gravls.Neuropatía craneal múltiple idiopáticaE. Cómez Tortosa, M. Asensio*, J. Egido*, P. Carcía Ruiz,A. Jiménez*, A. Vázquez y E. Varela de SeijasServício de Neurología. Hospital Clínico. Madrid. *Unidad de Neurologia.Hospital del INSALUD. Soria.En la práctica clínica se encuentran periódicamente pac¡entescon afectación de múltiples pares craneales. Descartadosprocesos infecciosos, neoplásicos, vasculitis y sarcoidosis,el diagnóstico de estos casos se encuadra dentrode la entidad neuropatía craneal múltiple idiopática(NMCI) de la que recientemente se han separado las formassecundarias a síndrome de Cuillain-Barré oligosintomático,infección por mycoplasma o mononucleosis y síndromede Tolosa-Hunt. Presentamos 2 pacientes conNMCI, que resaltan la heterogenicidad clínica de estecuadro.Nuestro primer paciente era un varón de 55 años queconsultó por cefalea de <strong>15</strong> días de evolución, seguida dedesviación de la comisura bucal y 24 horas después diplopia.La exploración mostró paresia del Vl par derecho,a la que se añadió en 48 horas paresia del lll par del mismolado, junto con facial periférico izquierdo. El resto dela exploración fue normal. Las pruebas complementarias(hemograma y SMA-12, radiografía de tórax y cráneo, TCcraneal con y sin contraste y RM) fueron normales. El LCRmostró 44 linfocitos/mm3, proteínas 118 mg % y glucosanormal. El estudio citológico, bacteriológico y micológicofue negativo, así como cultivos en medio de Lowesteiny la determinación de ADA. La serología aBorrelia fue negativa.La sintomatología mejoró con tratamiento corticoideo.El segundo paciente era una muler de 19 años sin antecedentespersonales de interés, consulta por presentar parálisisfacial periférica izquierda, por lo que se inició tra-388
XLll Reunión <strong>Anual</strong> de la <strong>Sociedad</strong> Española de Neurologíatamiento con cort¡coides. En los días siguientes comenzóa notar parestesia e hipoestesia en la hemicara izquierday dificultad en la masticación y deglución de alimentos.En la exploración neurológica se obletivó paresia facial periférica,hipoestesia en territorio trigeminal y debilidad dehipogloso izquierdo sin atrofia. Las exploraciones realizadas(hemograma, glucemia, creatinina, urea, ASAT, radiografíade tórax, TC craneal con contraste, RM, punción lumbar,VDRL y serología a Borrelia) fueron normales. Se siguiótratamiento corticoideo quedando únicamente unleve déficit residual de la parálisis facial.Notalgia parestésicaA. Jiménez Escrig, L.l.D. Pozc* y M. AsensioUnidad de Neurología y *Dermatología. Hospital del INSALUD. Soria.La notalgia parestésica es un cuadro producido por lalesión usualmente compresiva, de las ramas dorsales delos nervios espinales, originando un cuadro clínico de evoluciónde parestesias y prurito en la región que recubreel borde interno de la escápula, con hipoestesia de la zona,que usualmente está hiperpigmentada. Aunque la clínicaes característica permitiendo por sí sola el diagnóstico, laEMC o/y la biopsia cutánea pueden ayudar a la confirmaciónde casos dudosos.Presentamos 3 pacientes con notalgia parestésica. Se tratade 2 varones y 1 mujer, en edades medias, con cuadrode más de 5 años de evolución de prurito, parestesias, hipoestesia,alteración en la sudación con existencia de unalesión cutánea hiperpigmentada en la zona. En los 3 casosse real¡zó una biopsia cutánea que mostró los hallazgostípicos de esta entidad (queratinocitos necróticos intraepidérmicos,melanina dérmica y melanófagos responsablesde la hiperpigmentación). En un caso existíadepósito de amiloide. Se ensayaron diferentes tratamientos(analgésicos antiinflamatorios, antidepresivos tricíclicosy medidas locales) sin resultados satisfactorios, porlo que se realizó un intento terapéutico con capsaicinatópica con mejoría parcial.Estudio anatomopatológico de la atrofiaolivo-pontocerebelosa. Estudio de 3 casosC. Muñoz, M. Cutiérrez, C. Morales, M. Laray B. AncionesServicio de Neurología. Hospital La Paz. Madrid.En los últimos años hemos tenido la oportunidad de estudiar3 casos de OPCA y tener información de los datoshistopatológicos. Se correspondían con 3 pacientes de 59,59 y 67 años que presentaban otras tantas formas anatomoclínicasde OPCA: uno era una forma dominante, otrouna esporádica y el tercero asociaba una degeneración estrionígrica.En los 3 casos existían clínica y morfológicamentealteraciones comunes aunque con un grado diversode gravedad. Los datos más sobresalientes de la anatomíapatológica fueron:1. La pérdida neuronal y la gliosis severa de los núcleospropios de la protuberancia y de la oliva bulbar.2. La desmielinización y gliosis importante de los hacestransversos de la protuberancia, pedúnculos cerebelosos(más constantemente el inferior) y de la substanciablanca del cerebelo.3. Afectación de cerebelo (córtex) y núcleos (sobre tododentado).4. Severa afectación de la substancia negra (en particularen el caso de la atrofia multisistémica).5. Pérdida neuronal de carácter desigual de los diferentespares craneales con la significación de que en laforma dominante los más despoblados eran los oculomotores.6. La afectación discreta, pero constante, de los parescraneales lX, X, Xl y Xll a nivel nuclear.7. oDegeneración, de cordones laterales y posteriores(2 casos) y pérdida neuronal en asta anterior y ganglioposterior (2 casos).B. Pérdida de fibras mielinizadas gruesas en nervio sensitivo(2 casos).Estos datos y otros menos significativos permiten contribuir,aunque sea de manera modesta, al conocimientomorfológico de una patología controvertida como la quenos ocupa. El correlato clínico-patológico es un aditamentode interés en estas consideraciones.Escleromixedema y miopatíaJ. Catalá, J.J.Yílchez, J. López-Aldeguer, MJ. Catalá,J. López-Arlandis y B. CasanovaServicío de Neurología. Hospital La Fe. Valencia.El escleromixedema o liquen mixedematoso generalizadoes una dermatosis rara de etiología desconocida y evolucióncrónica, que se caracteriza por la presencia de pápulascerúleas densamente agrupadas, con eritema, induracióny engrosamiento difuso de la piel. Histológicamentese aprecia un depósito de mucina en la dermis papilarcuyo principal componente es el ácido hialurónico. Desdesu descripción se ha descrito asociada a diversas alteracionessistémicas: gammapatía monoclonal, mielomamúltiple, linfoma, alteraciones del peristaltismo esofágicoy miopatía inflamatoria entre otras. Hemos tenido ocasiónde estudiar clínica y anatomopatológicamente a unvarón de 45 años afecto de escleromixedema con miopatía.El interés de su descripción reside en la baia prevalenciade esta entidad, tanto en su forma cutánea comocon participación sistémica, y en la buena respuesta terapéuticadel cuadro miopático a la asociación de corticoidesy ciclofosfamida.Parálisis facial asociada a varicelaE. Cutiérrez-Rivas, A. Alonso-Ortiz, F. Vanaclocha,M. Seijo y l.L. TruebaServicios de Neurología y Dermatología. Hospital 12 de Octubre. Madrid.La infección por el virus herpes zoster varicela (HZV) esuna causa bien conocida de parálisis facial periférica (enfermedadde Ramsay-Hunt). Sin embargo, no conocemoscasos de lesión del VII nervio craneal asociada a un cuadroclínico de varicela.Presentamos un niño de 7 años que presentó lesionescutáneas vesiculosas en la espalda, cabeza, cuello y extremidades,con febrícula y fue diagnosticado de varicela.Diez días después del inicio del cuadro cutáneo presentóbruscamente una parálisis facial periférica izquierda,intenso dolor ótico izquierdo, sin ageusia, ni hiperacusia,ni lesiones cutáneas en pabellón auricular. La ex-73389
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