10.02.2018 Views

el_diario_de_ana_frank

diario

diario

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

por su mo<strong>de</strong>stia!<br />

A lo que replicó la señora Van Daan:<br />

— ¡Me gustaría saber en qué carezco yo <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>stia! Si no me ocupase <strong>de</strong><br />

mi misma, nadie aquí lo haría, y se me <strong>de</strong>jaría morir <strong>de</strong> hambre.<br />

Esta absurda observación hizo reír a mamá, lo que irritó más aún a la<br />

señora Van Daan que continuó su perorata sazonada <strong>de</strong> palabras interminables,<br />

en un magnífico alemán— holandés y holandés— alemán, hasta que perdida<br />

en sus propias palabras, resolvió abandonar la habitación. Al levantarse, se<br />

volvió para <strong>de</strong>jar caer su mirada sobre mí. ¡Era como para verlo! En ese<br />

momento yo tuve la <strong>de</strong>sgracia <strong>de</strong> menear la cabeza, casi inconscientemente,<br />

con una expresión <strong>de</strong> lástima mezclada sin duda <strong>de</strong> ironía, a tal punto me<br />

sentía fascinada por su oleada <strong>de</strong> palabras. La señora se crispó, se puso a<br />

lanzar injurias en alemán, sirviéndose <strong>de</strong> una jerga sumamente vulgar. ¡Era un<br />

lindo espectáculo! Si hubiera sabido dibujar, la habría pintado en esa actitud; a<br />

tal punto resultaba cómica, <strong>de</strong>masiado cómica, la pobre y estúpida mujer.<br />

Después <strong>de</strong> esta escena, <strong>de</strong> cualquier modo, estoy segura <strong>de</strong> una cosa:<br />

p<strong>el</strong>eándose abiertamente una buena vez es como se apren<strong>de</strong> a conocerse a<br />

fondo. ¡Es entonces cuando en realidad pue<strong>de</strong> juzgarse un carácter!<br />

Tuya, ANA<br />

Martes 29 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 1942<br />

Querida Kitty:<br />

¡Las personas que viven escondidas pasan por experiencias curiosas!<br />

Figúrate que no tenemos bañera, y que nos lavamos en una artesa. Y como hay<br />

agua caliente en la oficina (quiero <strong>de</strong>cir en todo <strong>el</strong> piso inferior), los siete<br />

aprovechamos esta ventaja por turno.<br />

Pero como somos muy diferentes unos <strong>de</strong> otros — algunos se han<br />

mostrado más pudorosos—, cada miembro <strong>de</strong> la familia se reserva su rincón<br />

personal a guisa <strong>de</strong> cuarto <strong>de</strong> baño. Peter se da <strong>el</strong> suyo en la cocina, a pesar <strong>de</strong><br />

la puerta vidriera. Cuando piensa bañarse anuncia durante media hora que no<br />

habrá que pasar por d<strong>el</strong>ante <strong>de</strong> la cocina. Esta medida le parece suficiente. El<br />

señor Van Daan se toma <strong>el</strong> suyo en la alcoba; la seguridad <strong>de</strong> lavarse en su<br />

cuarto le compensa <strong>el</strong> fastidio <strong>de</strong> subir <strong>el</strong> agua al tercer piso. La señora Van<br />

Daan simplemente no se baña por <strong>el</strong> momento, está esperando hallar <strong>el</strong> lugar<br />

más a<strong>de</strong>cuado. Papá ha <strong>el</strong>egido la oficina privada como cuarto <strong>de</strong> baño, y<br />

mamá la cocina, <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> la pantalla <strong>de</strong> la estufa; Margot y yo nos hemos<br />

reservado la oficina <strong>de</strong> d<strong>el</strong>ante. Se bajan las cortinas todos los sábados por la<br />

tar<strong>de</strong>; la que aguarda su turno espía, por una estrecha rendija, a la extraña

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!