You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
y yo estaba todavía con los pequeños. Venía a buscarme a la escu<strong>el</strong>a, o bien yo<br />
iba a buscarle a la suya. Peter Wess<strong>el</strong> era la imagen misma <strong>de</strong> la b<strong>el</strong>leza, alto,<br />
d<strong>el</strong>gado, con un rostro serio, calmo e int<strong>el</strong>igente. Tenía cab<strong>el</strong>los negros y ojos<br />
castaños magníficos, tez mate, mejillas tersas y nariz puntiaguda. Me<br />
enloquecía su risa, que le daba un aspecto audaz <strong>de</strong> muchacho travieso. Luego<br />
me fui al campo para las vacaciones. Entretanto, Peter se había mudado, para<br />
ir a vivir con un compañero mucho mayor que él.<br />
Este sin duda le hizo notar que yo no era todavía más que una mocosa.<br />
Resultado: Peter me <strong>de</strong>jó. Yo lo amaba a tal punto, que no podía resignarme, y<br />
no me <strong>de</strong>sprendía <strong>de</strong> él; hasta <strong>el</strong> día en que comprendí que, si me empecinaba<br />
así por más tiempo, me tomarían por una buscona. Pasaron los años, Peter<br />
tenía amigas <strong>de</strong> su edad, y ya no se tomaba <strong>el</strong> trabajo <strong>de</strong> saludarme; pero yo no<br />
podía olvidarlo. En <strong>el</strong> liceo judío, muchos muchachos <strong>de</strong> mi clase se habían<br />
enamorado <strong>de</strong> mí; eso me halagaba, pero sin causarme la menor impresión.<br />
Luego fue Harry quien se prendó <strong>de</strong> mí, más seriamente, pero, como ya lo he<br />
dicho, nunca volví a enamorarme.<br />
Según un dicho popular, las heridas se curan con <strong>el</strong> tiempo, y así solía<br />
suce<strong>de</strong>rme. Creí haber olvidado a Peter Wess<strong>el</strong>, pensando que ya no me<br />
impresionaba. Sin embargo, su recuerdo vivía tan fuerte en mí, en mi<br />
subconsciente, que a veces me he sentido c<strong>el</strong>osa <strong>de</strong> sus otras amigas, y por<br />
esta razón ya no lo encontraba tan atractivo. Esta mañ<strong>ana</strong> he comprendido que<br />
nada cambió entre nosotros; al contrario, mi amor por él ha crecido y<br />
madurado conmigo. Ahora veo bien que Peter <strong>de</strong>bía <strong>de</strong> juzgarme muy niña<br />
para él; pero eso no me impedía sufrir por su olvido total. Des<strong>de</strong> que su rostro<br />
se me ha aparecido tan claramente, tengo la certeza <strong>de</strong> que nadie podrá nunca<br />
a<strong>de</strong>ntrarse tan profundamente en mi corazón.<br />
Me siento toda turbada por ese sueño. Cuando papá me besó esta mañ<strong>ana</strong>,<br />
hubiera querido gritarle: «¡Oh, si tú fueras Peter!». No puedo hacer nada sin<br />
pensar en él; durante todo <strong>el</strong> día no he cesado <strong>de</strong> repetirme: «¡Peter! ¡Querido<br />
Peter!......<br />
¿Quién podrá ayudarme ahora? No me queda más que proseguir la vida <strong>de</strong><br />
todos los días y rogar a Dios que si alguna vez salgo <strong>de</strong> aquí, Peter se cruce<br />
nuevamente en mi camino, y al leer en mis ojos mis sentimientos diga: «¡Oh<br />
Ana! ¡Si yo lo hubiera sabido, hace mucho tiempo que hubiera acudido a ti!».<br />
Al mirarme al espejo, me he encontrado completamente cambiada. Veo mis<br />
ojos claros y profundos, mis mejillas teñidas <strong>de</strong> rosa, lo que no me sucedía<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace muchas sem<strong>ana</strong>s; mi boca parece también más dulce. Parezco<br />
dichosa y, sin embargo, no sé qué pensamiento triste ha hecho <strong>de</strong>saparecer<br />
súbitamente la sonrisa <strong>de</strong> mis labios. No puedo ser dichosa, porque <strong>de</strong>bo<br />
<strong>de</strong>cirme que estoy lejos <strong>de</strong> los pensamientos <strong>de</strong> Peter Wess<strong>el</strong>. Con todo, sigo<br />
viendo sus hermosos ojos que me miran, y siento todavía su mejilla fresca