You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
pedante. Yo corrí don<strong>de</strong> papá para repetirle mi pequeña discusión en todos sus<br />
pormenores, por si acaso no la había escuchado. Pim <strong>de</strong>cidió volver a hablar<br />
<strong>de</strong> <strong>el</strong>lo con Duss<strong>el</strong>, esa misma noche; <strong>el</strong> diálogo duró una media hora. La<br />
conversación transcurrió, poco más o menos, como sigue: Se trataba <strong>de</strong> saber<br />
si Ana tenía o no <strong>de</strong>recho a su mesita. Papá le recordó que <strong>el</strong>los ya habían<br />
hablado antes <strong>de</strong> eso. Él había tenido la <strong>de</strong>bilidad, en aqu<strong>el</strong> momento, <strong>de</strong> darle<br />
la razón, para mantener <strong>el</strong> prestigio <strong>de</strong> los mayores frente a los chicos. Pero ni<br />
entonces ni ahora lo consi<strong>de</strong>raba justo. Duss<strong>el</strong> protestó y dijo que Ana no tenía<br />
ningún <strong>de</strong>recho a tratarle como un importuno que se apo<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> todo; papá<br />
protestó a su vez, diciendo que él mismo acababa <strong>de</strong> ser testigo <strong>de</strong> la<br />
conversación entre Duss<strong>el</strong> y yo y que nada semejante había sido dicho.<br />
Algunas observaciones aún, <strong>de</strong> una parte y <strong>de</strong> la otra, y papá terminó por<br />
<strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r mis estudios, que Duss<strong>el</strong> <strong>de</strong>nominaba mi «egoísmo» y mis<br />
«fruslerías». Este se contentó con refunfuñar.<br />
Por último, no tuvo más remedio que acce<strong>de</strong>r y <strong>de</strong>jarme estudiar dos<br />
tar<strong>de</strong>s, sin interrupción, hasta las cinco. Ha adoptado un aire <strong>de</strong> suficiencia y<br />
no me ha dirigido la palabra durante dos días. A las cinco en punto, viene a<br />
tomar posesión <strong>de</strong> su mesita — hasta las cinco y media—, por pura niñería<br />
naturalmente. Una persona <strong>de</strong> cincuenta y cuatro años tan empecinada y<br />
pedante, ha <strong>de</strong> serlo por naturaleza y me parece difícil que cambie.<br />
Tuya, ANA<br />
Viernes 16 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1943<br />
Querida Kitty:<br />
¡Otra vez los ladrones, y esta noche entraron!<br />
Hoy, a las siete, cuando Peter bajó al <strong>de</strong>pósito como <strong>de</strong> costumbre, notó<br />
inmediatamente que la puerta <strong>de</strong> éste así como la <strong>de</strong> entrada estaban abiertas<br />
<strong>de</strong> par en par. Informó <strong>de</strong> <strong>el</strong>lo a Pim, que se apresuró a fijar la aguja d<strong>el</strong> dial<br />
d<strong>el</strong> aparato <strong>de</strong> radio en la onda <strong>de</strong> Alemania y a cerrar cuidadosamente la<br />
puerta d<strong>el</strong> <strong>de</strong>spacho privado antes <strong>de</strong> volver a subir con Peter. La consigna<br />
para estos casos es no abrir ningún grifo, y, por tanto, no lavarse, mantenerse<br />
quietos, todos organizados para las ocho, no utilizar <strong>el</strong> W.C.... Consigna<br />
estrictamente observada. Los ocho habíamos dormido bien durante la noche, y<br />
nos alegrábamos <strong>de</strong> no haber oído nada. Sólo alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> las once y media <strong>el</strong><br />
señor Koophuis subió a contarnos toda la historia: los rateros <strong>de</strong>bían <strong>de</strong> haber<br />
abierto la puerta <strong>de</strong> entrada con una ganzúa, y forzado la puerta d<strong>el</strong> <strong>de</strong>pósito.<br />
Como allí no había gran cosa que robar, habían probado suerte con <strong>el</strong> segundo<br />
piso. Se llevaron dos cajitas que contenían 40 florines, tarjetas <strong>de</strong> traspaso <strong>de</strong><br />
valores y, lo más importante, todos los bonos <strong>de</strong> azúcar, que representan una<br />
provisión <strong>de</strong> 150 kilos. El señor Koophuis piensa que estos ladrones y nuestros