Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero
Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero de John Maynard Keynes publicado en 1936
Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero de John Maynard Keynes publicado en 1936
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CAPÍTULO 1 4
LA TEORÍA CLÁSICA DE LA TASA DE INTERÉS
I
¿ C u á l es la teoría clásica de la tasa ele interés? Es algo que a
todos nos han enseñado y que hemos aceptado sin gran reserva
hasta hace poco tiempo. Sin embargo, me es difícil expresarla de
modo preciso o descubrir una exposición explícita de ella en los
principales tratados de escuela clásica moderna.1
Está claro; sin embargo, que esa tradición ha considerado la
tasa de interés como el factor que equilibra la demanda de inversiones
con la inclinación al ahorro. La inversión representa
la demanda de recursos invertibles y los ahorros la oferta, en tanto
que la tasa de interés es el precio de los recursos invertibles al
cual se igualan ambas. Del mismo modo que el precio de una
mercancía se fija necesariamente en el nivel en que la demanda
es igual a la oferta, así la tasa de interés necesariamente se detiene,
bajo el juego de las fuerzas del mercado, en el punto donde
el monto de la inversión a esa tasa de interés es igual al de los
ahorros, a dicha tasa de interés.
Lo anterior no se encuentra en los Principies de Marshall expresado
en esos términos. No obstante, parece que ésta es su
teoría, la misma en que yo también fui educado y, además, enseñé
a otros por muchos años. Tómese, por ejemplo, el siguiente
pasaje de sus Principies: “Siendo el interés el precio pagado por
el uso del capital en cualquier [175] mercado, tiende a un nivel
de equilibrio en el que la demanda global de capital en dicho
mercado a esa tasa de interés es igual al capital total que se proveerá
a esa tasa”; 12 y en el libro Nature and Necessity of Interest,
del profesor Cassel, se explica que la inversión es la “demanda de
espera” y el ahorro la “oferta de espera”, y se da a entender que
el interés es un “precio” que sirve para igualarlas a ambas, aunque
tampoco aquí he encontrado palabras concretas que citar. El capítulo
vi de Distribution of Wealth, del profesor Carver,3 concibe
claramente al interés como el factor que pone en equilibrio
1 Véase en el apéndice a este capítulo un resumen de lo que he podido encontrar.
2 Cf. p. 167 para un examen más amplio de este pasaje.
3 El estudio del profesor Carver sobre el interés es difícil de seguir 1) por su
inconsistencia sobre lo que quiere decir por “productividad marginal del capital”, si
cantidad de producto marginal o valor del producto marginal y 2) debido a que no
intenta definir la cantidad de capital.
TEORÍA CLÁSICA DEL INTERES 1 5 9
la desutilidad marginal de la espera con la productividad marginal
del capital. Sir Alfred Flux (Economic Principies, p. 95)
escribe; “Si es justo lo argumentado en nuestra discusión general,
debe admitirse que se produce un ajuste automático entre el
ahorro y las oportunidades de emplear capital lucrativamente...
El ahorro no habrá excedido de sus posibilidades de ser útil...
mientras la tasa de interés neta sea supei'ior a cero.” El profesor
Taussig (Principies, vol. n, p. 29) traza una curva de oferta de
ahorros y una curva de demanda que representan “la productividad
decreciente de las diversas dosis sucesivas de capital”, habiendo
previamente sentado (p. 20) que “la tasa de interés se
estabiliza a un nivel donde la productividad marginal del capital
basta para hacer surgir la dosis marginal de ahorro”.4 Walras, en
[176] el Apéndice I (III ) de sus Eléments d’Économie puré, donde
se ocupa de “el cambio de ahorros por capitales nuevos”, sostiene
expresamente que correspondiendo a cada posible tasa de
interés, hay una suma que los individuos ahorrarán y también
otra que invertirán en bienes nuevos de capital; que estas dos
cantidades tienden a igualarse entre sí; y que la tasa de interés
es la variable que los iguala; de tal manera que ésta se fija en el
nivel donde el ahorro, que representa la oferta de capital nuevo,
es igual a la demanda del mismo. Así, se encuentra estrictamente
dentro de la tradición clásica.
Ciertamente, el hombre de tipo medio —banquero, funcionario
público o político —educado en la teoría tradicional, y también
el economista, han mantenido la idea de que siempre que un
individuo ejecuta un acto de ahorro ha hecho algo que automáticamente
rebaja la tasa' de interés; que tal cosa estimula automáticamente
la producción de capital, y que la baja en la tasa de
interés es precisamente la que se necesita para alentar la producción
de capital en una extensión igual al aumento de los
ahorros; y, además, que esto es un proceso autorregulador de
ajuste que opera sin necesidad de intervención especial alguna o
cuidado paternal de parte de la autoridad monetaria. De manera
4 En un estudio muy reciente de estos problemas (“Capital, Time and tlie Interest
Rate", por el profesor F. H. Kniglit, Económica, agosto, 1932), que contiene muchas
observaciones profundas e interesantes sobre la naturaleza del capital, y confirma la solidez
de la tradición marshalliana sobre la utilidad del análisis de Bohm-Bawerk, la
teoría del interés se expone precisamente según el molde clásico tradicional. El equilibrio,
en el campo de la producción de capital, quiere decir, de acuerdo con el
profesor Knight, “una tasa tal de interés que los ahorros fluyen al mercado precisamente
al mismo ritmo o velocidad que hacia las inversiones, produciendo la misma
. tasa de rendimiento neto que la pagada por su uso a quienes ahorran”.