Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero
Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero de John Maynard Keynes publicado en 1936
Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero de John Maynard Keynes publicado en 1936
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CAPÍTULO 8
LA PROPENSIÓN A CONSUMIR: I. LOS FACTORES
OBJETIVOS
I
P o d e m o s ya volver nuestra atención sobre el tema principal, del
que nos apartamos al final del Libro I con el fin de ocuparnos
de ciertos problemas generales de método y definición. El objeto
final de nuestro análisis es descubrir lo que determina el volumen
de ocupación. Ya hemos establecido la conclusión preliminar
de que el volumen de ocupación está determinado por el punto dé
intersección de la función de oferta global con la función
de demanda global. La función de oferta global, sin embargo,
que depende principalmente de las condiciones físicas de la oferta,
lleva consigo pocas consideraciones que no sean ya familiares. La
forma puede ser poco conocida, pero los factores que hay en el
fondo no son nuevos. Volveremos a ocuparnos de la función de
oferta global en el capítulo 20, en el que estudiaremos su recíproca
con el nombre de función de ocupación. Pero, en general, lo que
se ha descuidado ha sido la parte correspondiente a la función de
demanda global, y a ella dedicaremos los Libros III y IV.
(La función de demanda global relaciona cualquier nivel dado
de ocupación con los “productos” de ventas que se esperan del
mismo. {[Los “productos” se forman de la suma de dos cantidades
—la que se gastará en consumir cuando la ocupación está
a cierto nivel y la que se destinará [89] a la inversión—. Los factores
que determinan estas dos cantidades son muy distintos. En
este Libro estudiamos los primeros, es decir, aquellos que determinan
la suma que se gastará en consumo cuando la ocupación
está a determinado nivel; y en el Libro IV nos ocuparemos de
los que fijan la suma que se empleará en la inversión.
Como en esta parte nos interesa determinar qué suma se gastará
en consumir, cuando la ocupación está a cierto nivel, deberíamos,
hablando en sentido estricto, considerar la función que
liga la primera cantidad (C) con la segunda (N). Conviene más,
sin embargo,! operar con una función algo diferente, es decir, la
(que liga el consumo, medido en unidades de salario (C.),
con el ingreso en términos de unidades de salario Y, correspondiente
a un nivel dado de ocupación N.
Esto está sujeto a la objeción de que Y no es función única