Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero
Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero de John Maynard Keynes publicado en 1936
Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero de John Maynard Keynes publicado en 1936
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I
9 4 LA PROPENSIÓN' A CONSUMIR
ingreso real aumenta. Pero, ahórrese o no una proporción mayor,
consideramos como regla ¿^sicológica fundamental de cualquier
sociedad actual que, cuando su ingreso real va en aumento, su consumo
no crecerá en una suma absoluta igual, de manera que tendrá
que ahorrarse una suma absoluta mayor, a menos que al mismo
tienqjo ocurra un cambio desusado en los otros factores. | Como
veremos después,3 la estabilidad del sistema económico depende
esencialmente de que esta regla opere en la práctica. Esto quiere
(decir, si la ocupación y, ¿ror tanto, el ingreso total aumentan, no
toda la ocupación? adicional se requerirá para satisfacer las necesidades
del consumo adicional. [97]
Por otra parte, una disminución del ingreso, debida a un
descenso en el nivel de ocupación, si llega lejos, puede incluso
ser motivo de que el consumo exceda a los ingresos,)! no solamente
debido a que ciertos individuos o instituciones usen las reservas
financieras que hayan acumulado en mejores tiempos, sino también
el gobierno, que podrá caer, de buena o mala gana, en un
déficit presupuestal o procurará algún alivio a la desocupación,
por ejemplo, con dinero prestado. Así, (cuando la ocupación desciende
a un nivel bajo, el consumo total decaerá en proporción
menor de lo que haya bajado el ingreso real, debido a la conducta
habitual de los individuos y también a la ¿jolítica probable de los
gobiernos; lo cual explica por qué es a menudo posible alcanzar
una nueva posición de equilibrio con una fluctuación de pequeña
amplitud. De no ser así, el descenso en la ocupación y el ingreso,
una vez iniciado, podría llegar muy lejos.
Este sencillo principio conduce, como se verá, a la misma conclusión
que antes, a saber, que la ocupación solamente puede
aumentar parí passu con un crecimiento de la inversión, a menos,
desde luego, que ocurra ún cambio en la propensión a consumir;
porque desde el momento en que los consumidores van a gastar
menos de lo que importa el alza en el precio de oferta total cuando
la ocujiación es mayor, el aumento de ésta dejará de ser costeable,
excepto si hay aumento en la inversión para llenar la brecha.
IV
No debemos subestimar la importancia del hecho ya mencionado
antes de que, (mientras la ocupación es función del consumo y la
inversión previstos, el consumo es, ceteris paribus, función del
a Cf. pp. 221-2.
h íM p
FACTORES OBJETIVOS 9 5
ingreso neto, es decir, la inversión neta (siendo el ingreso neto
igual al consumo más la inversión neta). En otras palabras, cuanto
mayor sea la reserva financiera que se crea necesario apartar
antes de considerar el [98] ingreso neto, tanto menos favorable
será para el consumo y, por tanto, ¿rara la ocupación, un nivel
determinado de inversión.
Cuando toda esta reserva financiera (o costo suplementario)
se gasta de hecho en la conservación del equipo productor existente,
no es probable que esto se olvide; pero cuando excede al
gasto real de conservación, los resultados prácticos, por lo que
respecta a sus efectos sobre la ocupación, no siempre se aprecian;
porque el monto de este excedente ni da origen de modo directo
a una inversión corriente ni se encuentra disponible para dedicarlo
al consumo. Tiene, por tanto, que, equilibrarse con nuevas
inversiones, cuya demanda ha surgido en forma por completo independiente
del desgaste actual del equipo viejo, para el que se
ha hecho la reserva financiera; con la consecuencia de que la nueva
inversión disponible para proveer el ingreso actual disminuye paralelamente
y se hace necesaria una demanda más intensa para
nuevas inversiones, de manera que sea posible alcanzar un nivel
dado de ocupación. Todavía más, las mismas consideraciones se
aplican, en gran parte, a la partida relativa a desgaste incluida
en el costo de uso, en la medida en que aquél no se enmiende en
realidad.
Pensemos, por ejemplo, en una casa que sigue siendo habitable
hasta que es demolida o abandonada. Si de la rent*i anual
pagada por los inquilinos se descuenta cierta suma de su valor,
que el propietario no gasta en su conservación ni considera como
ingreso neto disponible., para el consumo, esta reserva, ya forme
parte de U o de V, constituye una traba para la ocupación durante
todo el tiempo que dure la casa, que desaparece de pronto
cuando ésta tiene que ser reconstruida.
En una economía estacionaria quizá no valiera la pena mencionar
todo esto, ya que en cada año los márgenes de tolerancia
¿jara la depreciación, con respecto a las casas viejas, quedarían
compensados exactamente por las casas nuevas que se construyeran
en sustitución de las que llegan al fin de su vida cada año;
¿jero tales factores pueden ser de mucha im¿Jortancia en una economía
no estática, especialmente [99] durante el periodo que
sigue de inmediato a un vigoroso brote de inversión de capital
a largo plazo; ¿jorque en tales circunstancias gran parte de las
nuevas partidas de inversión puede ser absorbida por las mayores