Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero
Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero de John Maynard Keynes publicado en 1936
Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero de John Maynard Keynes publicado en 1936
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EL INCENTIVO PARA INVERTIR
3) Los ejemplos más notables de una quiebra completa de la
estabilidad de la tasa de interés, debida a que la función de
liquidez se abate en un sentido o en otro, han ocurrido en circunstancias
muy anormales. En Rusia y la Europa Central después
de la guerra, se experimentó una crisis o huida de la moneda,
en la que no podía inducirse a nadie a conservar, ya fuera dinero
o deudas, en ninguna forma; y aun una tasa de interés alta y
creciente era incapaz de mantenerse en ritmo con la eficiencia marginal
del capital (especialmente tratándose de existencias de bienes
líquidos) bajo el influjo de la esperanza de una baja mayor en el
valor del dinero; mientras que en Estados L) nidos, en ciertos momentos
de 1932, hubo una crisis de naturaleza opuesta —una crisis
financiera o de liquidación, en la cpie [207] casi no se podía convencer
a nadie de que se desprendiera de su efectivo por razonables
que fueran las condiciones.
4) Queda, finalmente, la dificultad examinada en la sección iv
del capítulo 2, p. 132, de obligar a la tasa de interés efectiva a
bajar de cierta cifra, lo que puede ser importante en una época
en que ¡as tasas sean bajas; es decir, los costos de poner en contacto
al que pide prestado con el prestamista último y el margen
para, riesgos, especialmente morales, que el prestamista exige por
encima de la tasa de interés pura. Cuando ésta baja, no se deduce
por necesidad que disminuyan pari passu las reservas para gastos
y riesgos. De este modo, la tasa de interés que ha de pagar el
prestatario normal puede bajar más lentamente que la tasa de
interés pura, y puede no ser factible llevarla a un nivel inferior
a cierta cifra mínima por los métodos de la organización bancaria
y financiera existente. Esto tiene una importancia especial si la
estimación del (riesgo moral es apreciable; porque cuando el riesgo
se debe a que el prestamista dude de la honradez del solicitante,
no hay nada en la mente de este último, quien no intenta
proceder de mala fe, para equilibrar el cargo mayor que resulta.
También es importante en el caso de los préstamos a corto plazo
(por ejemplo, préstamos bancarios) cuando los gastos son fuertes
—un banco puede tener que cargar a sus clientes de 11/2 a
2 por ciento, aun cuando la tasa de interés pura sea nula para
el prestamista.
IV
A riesgo de anticipar lo que es más propiamente objeto del capítulo
21, puede ser de interés indicar brevemente desde ahora la
relación de lo anterior con la teoría cuantitativa del dinero.
INCENTIVOS PARA LA LIQUIDEZ 1 8 7
En una sociedad estática o en que, por cualquier otra razón,
nadie sienta la menor incertidumbre acerca de las futuras tasas
de interés, la función de liquidez L.¿, o la propensión a atesorar
(como podríamos llamarla) [208], será siempre cero en equilibrio.
De aquí que, en equilibrio, Ma = 0 y M = Mx; de manera que
cualquier cambio en M hará que la tasa de interés fluctúe hasta
que el ingreso alcance un nivel al cual la variación en M1 sea
igual a la que supone que ocurre en M. Ahora bien, MjF = Y,
en donde V es la velocidad-ingreso del dinero tal como se definió
antes e Y es el ingreso global. De manera que si es factible medir
la cantidad, O y el precio, P, de la producción corriente, tenemos
Y = OP y, por tanto M V = OP; lo que es muy parecido a
la teoría cuantitativa del dinero en su forma tradicional.2
Para los propósitos del mundo real, es una gran falla en la
teoría cuantitativa el que no distingue entre los cambios en los
precios que son función de los ocurridos en la producción y los que
dependen de las modificaciones en la unidad de salarios.® La
explicación de esta falla quizá se encuentre en los supuestos de
que no hay propensión a atesorar y de que siempre existe ocupación
plena; porque en este caso, siendo O constante y M2 cero,
se sigue, si podemos tomar también a V como constante, que tanto
la unidad de salarios como el nivel de precios serán directamente
proporcionales a la cantidad de dinero. [209]
2 Si hemos definido V, no como igual a Y/M, sino como igual a Y/M, entonces,
por supuesto, la teoría cuantitativa es una verdad evidente que se mantiene en cualquier
circunstancia, aunque sin importancia alguna.
8 Este punto se desarrollará con mayor amplitud en el capítulo 21.