Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero
Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero de John Maynard Keynes publicado en 1936
Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero de John Maynard Keynes publicado en 1936
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264 SALARIOS NOMINALES Y PRECIOS
en respuesta a las modificaciones en la cantidad de dinero, debe,
por tanto, dirigirse a los cinco [296] factores de complicación mencionados
antes.
Los examinaremos por turno. Pero no debe permitirse que este
procedimiento nos lleve al supuesto de que son independientes,
hablando en sentido estricto. Por ejemplo, la proporción en que
se dividen los efectos de un crecimiento de la demanda efectiva
entre el alza de la producción y la de los precios, puede afectar
la forma en que la cantidad de dinero se relaciona con la magnitud
de la demanda efectiva. O, nuevamente, las '‘diferencias en
las proporciones en que cambian las remuneraciones de los diferentes
factores pueden influir sobre la relación entre la cantidad
de dinero y la magnitud de la demanda efectiva. El objetivo de
nuestro análisis no es proveer un mecanismo o método de manipulación
ciega que nos dé una respuesta infalible, sino dotarnos
de un método organizado y ordenado de razonar sobre problemas
concretos; y, después que hayamos alcanzado una conclusión provisional,
aislando los factores de complicación uno a uno, tendremos
que volver sobre nuestros pasos y tener en cuenta, lo mejor
que podamos, las probables interacciones de dichos factores. Ésta
es la naturaleza del pensamiento económico. Cualquier otro modo
de aplicar nuestros principios formales de pensamiento (sin los
que, no obstante, estaremos perdidos en el bosque) nos llevará
a error. Una falla importante de los métodos pseudo-matemáticos
simbólicos de dar forma a un sistema de análisis económico, tal
como indicaremos en la sección vi de este capítulo, es el hecho
de suponer de manera expresa una independencia estricta de los
factores qué*entran en juego, y que dichos métodos pierden toda
su fuerza lógica y su autoridad si se rechaza esta hipótesis; mientras
que, en el razonamiento ordinario, donde no se manipula
a ciegas, sino que se sabe en todo momento lo que se está haciendo
y lo que las palabras significan, podemos conservar “en el fondo
de nuestra mente” las necesarias reservas y limitaciones y las correcciones
que tendremos que hacer después, de un modo en el
que no podemos retener diferenciales parciales complicadas “al reverso”
de algunas páginas de álgebra, que suponen [297] el desvanecimiento
de todas ellas. Una parte demasiado grande de la
economía “matemática” reciente es una simple mixtura, tan imprecisa
como los supuestos originales que la sustentan, que permite
al autor perder de vista las complejidades e interdependencias
del mundo real en un laberinto de símbolos pretensiosos e inútiles.
LA TEORÍA DE LOS PRECIOS 265
IV
1) El efecto primario de un cambio en la cantidad de dinero
sobre el volumen de la demanda efectiva se ejerce al través de su
influencia sobre la tasa de interés. Si ésta fuese la única reacción,
el efecto cuantitativo podría derivarse de tres elementos: a) la
curva de preferencia por la liquidez, que nos indica en qué cuantía
tendrá que bajar la tasa de interés para que el nuevo dinero
pueda ser absorbido por poseedores inclinados a recibirlo; b) la
curva de las eficiencias marginales, que nos dice en cuánto aumentará
la inversión a consecuencia de una baja dada en la tasa de
interés, y c) el multiplicador de inversión, que nos ilustra sobre
cuánto subirá la demanda efectiva, en conjunto, con un aumento
dado en la inversión.
Pero aunque este análisis sea valioso por introducir orden y
método en nuestra investigación, presenta una simplicidad engañosa
si olvidamos que a) , b) y c) son también parte integrante
de los elementos de complicación 2), 3), 4) y 5 ) , que todavía
no hemos tomado en cuenta; porque la curva misma de preferencia
por la liquidez depende de la cantidad del nuevo dinero
que sea absorbida por la circulación de productos y de ingresos, que
a su vez depende de la proporción en que crece la demanda
efectiva y de cómo se divide el aumento entre la respectiva alza
de precios, de salarios, y el volumen de producción y de ocupación.
Más todavía, la curva de las eficiencias marginales dependerá
parcialmente del efecto que tengan las circunstancias concomitantes
al aumento en la cantidad de dinero sobre las previsiones respecto
a las futuras probabilidades de la situación monetaria. Y,
finalmente, el multiplicador estará [298] influido por el modo en
que se distribuya el nuevo ingreso resultante del aumento de la
demanda efectiva entre las diferentes clases de consumidores. Tampoco,
por supuesto, es completa esta lista de interacciones. Sin
embargo, si tenemos presentes todos los hechos, tendremos suficientes
ecuaciones simultáneas para obtener un resultado determinado.
Elabrá un volumen concreto de crecimiento en la magnitud
de la demanda efectiva que, después de tomar todo en
cuenta, corresponderá al aumento de la cantidad de dinero y estará
en equilibrio con él. Además, sólo en circunstancias muy
excepcionales ocurre que un aumento en la cantidad de dinero
irá asociado con una disminución en la magnitud de la demanda
efectiva.