04.08.2021 Views

RDB-JULIO-2021

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

fin de semana, hombres/mujeres están ebrios por completo. Mientras

habla, unos niños miran a un hombre que parece muerto, pero solo está

‘perdido de la perra’. Sorprende que su cabello se funde con un tapete

que lo cubre y que parece no haberse lavado desde el génesis. Lo que,

bueno, no importa porque está por fuera del tiempo. Por eso parece

muerto.

Además, de su pecho brota una hierba que parece hervir, quizás por el

fuego del alcohol ingerido. Para terminar, el rictus de su boca deja ver

el placer del beber cumplido: no del deber… porque alcoholizarse no es

ninguna obligación, salvo para el que está harto del otro yugo, el del

trabajo. Un claroscuro, a la Rembrandt, muestra tres figuras: dos

hombres y una monja, con un grueso libro abierto, especie de Biblia

ampliada. El campesino de la izquierda es Guadalupe, ‘Lupe’, gran amigo

de S. S. cuando llevaba el pelo y la barba rubios/pelirrojos muy largos.

Un día, en la montaña, le dijo: “Mira, Sebastião, yo sé que te han enviado

del cielo”. S. S. añade: “Porque según la leyenda de Saraguros, los

dioses, a la imagen de Cristo, volverían a la tierra para verlos, para

observarlos y notar quiénes merecían el cielo”.

‘Lupe’ en su pieza de adobe cuarteado, sentado en la cama de madera,

con su cobija (apenas) dos tigres, con la virgen y otras imágenes en la

pared y al lado cuatro sombreros, aparte del que lleva puesto. Cubierto

por la típica ruana que le ayuda a soportar el frío de Los Andes. ‘Lupe’,

dice S. S.: “Creía firmemente que yo estaba allí para observarlos”. Frase

dotada de cierto mesianismo: obvio, del propio S. S. Quien relata que

270

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!