Corpus Bilingüe Tomo I Vol. 1 - Archivo Abierto Institucional de la ...

CARTA DE MARYLAND 1632
designar y establecer jueces y justicias, magistrados y oficiales cualquiera, en
el mar o en tierra, para cualquier causa y con cualquier potestad que sea y en tal
forma como el dicho actual Lord Baltimore, o sus herederos, consideren más
conveniente. Y también [le concedemos potestad] para reducir, aliviar, perdonar
y abolir [las penas por] todos los crímenes y ofensas que sea contra tales leyes;
y para hacer todas y cada una de las otras cosas que correspondan al completo
establecimiento de la justicia en juzgados, judicaturas pretorianas y tribunales,
formas judiciales y modos de procedimiento, aunque no se haga mención expresa
de ellos en estas presentes [letras patentes]; y para que los jueces en que ellos
deleguen adjudiquen procedimientos, acusen y resuelvan en dicho juzgados y
tribunales, todas las acciones, demandas y causas que sea, tanto penales como
personales, reales, mixtas y pretorianas. Cuyas leyes, publicadas como se ha dicho,
es nuestro deseo, y así lo impondremos, exigiremos y mandaremos que sean
la ley más absoluta y firme, y que todos nuestros vasallos y súbditos en aquellas
regiones, y los de nuestros herederos y sucesores, las observen y cumplan inviolablemente
en todo aquello que les ataña, bajo las penas en ellas recogidas o
que se recojan. Siempre, no obstante, que las leyes dichas sean conformes con
la razón y no sean opuestas ni contrarias sino en tanto en que lo sea conveniente
conformes a las leyes, estatutos, costumbres y derechos de este nuestro reino de
Inglaterra.
Y en vista de que en el gobierno de una tan gran Provincia a menudo ocurren
accidentes imprevistos a los que sea necesario aplicar una solución antes de que
se pueda reunir a los freeholders de dicha provincia, a sus delegados o diputados,
para hacer las leyes, ni puede ser conveniente convocar instantáneamente a tanta
gente en toda situación de emergencia, para el mejor gobierno de dicha provincia
queremos y ordenamos, y por estas presentes [letras patentes] en nuestro nombre
y en el de nuestros herederos y sucesores concedemos a dicho actual Lord Baltimore,
y a sus herederos, que el dicho actual Lord Baltimore y sus herederos, por
sí mismos o mediante sus magistrados y oficiales debidamente dispuestos a ese
fin como antes se ha dicho, puedan hacer y constituir cuando sea necesario útiles
y saludables ordenanzas, para que sean cumplidas y observadas en la Provincia,
tanto para el mantenimiento de la paz como para el mejor gobierno de la gente
que viva allí; y notifiquen públicamente las [ordenanzas] a todas las personas a
las que les puedan afectar o les afecten de alguna manera; ordenanzas que queremos
que se observen incontestablemente en dicha Provincia bajo las penas reflejadas
en ellas. Siempre que dichas ordenanzas sean consecuentes con la razón y
no sean opuestas ni contrarias sino conformes, en todo lo que convenientemente
puedan serlo, con las leyes y estatutos de nuestro reino de Inglaterra, y con tal
que las dichas ordenanzas en forma alguna lleguen a obligar, imponer o embargar
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