Descargar - Departamento de Educación Virtual ya Distancia
Descargar - Departamento de Educación Virtual ya Distancia
Descargar - Departamento de Educación Virtual ya Distancia
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
El neonato inicia su <strong>de</strong>sarrollo perceptivo en virtud <strong>de</strong> las relaciones <strong>de</strong> objeto<br />
que establece con su madre, en aquellas secuencias que son tranquilizantes,<br />
inquietantes y también cambiantes. En las primeras semanas <strong>de</strong> vida no<br />
pue<strong>de</strong> hablarse aun <strong>de</strong> percepción en el Infante <strong>de</strong>bido a que los estímulos<br />
que impactan su sistema sensorial no tienen carácter significativo a partir <strong>de</strong><br />
la experiencia. Pero sí quedan rastros mnémicos (en la memoria ),los cuales<br />
adquirirán significado al aparecer la percepción.<br />
Para iniciar el <strong>de</strong>sarrollo perceptivo, el ser humano posee al nacer un sistema<br />
<strong>de</strong> captación <strong>de</strong>nominado Organización Cenestésica o Recepción. Este<br />
sistema <strong>de</strong> captación o recepción es generalizado, no discrimina<br />
particularida<strong>de</strong>s, por el contrario, tiene la forma <strong>de</strong> todo o nada, es visceral<br />
y se manifiesta en forma <strong>de</strong><br />
emociones. Así, un malestar como el que produce la necesidad <strong>de</strong> alimento,<br />
embarga al infante en su totalidad y ningún estimulo tranquilizador controlará<br />
su emoción. Sólo el alimento controla su emoción generalizada. La<br />
organización cenestésica, como sistema perceptivo es sustituida por la<br />
Organización Diacrítica, pero no pue<strong>de</strong> afirmarse que <strong>de</strong>saparece. Por el<br />
contrario, continúa funcionando por toda la existencia, a pesar <strong>de</strong> los<br />
controles sociales y culturales que se oponen a las gran<strong>de</strong>s expresiones<br />
emocionales. Este sistema visceral es como la fuente misma <strong>de</strong> la vida y<br />
emerge en momentos <strong>de</strong> peligro, <strong>de</strong> gran tensión, don<strong>de</strong> se pier<strong>de</strong> el control<br />
racional consciente. Así el sujeto logra enfrentar la situación imprevista, la<br />
enfermedad, la gran tensión emocional.<br />
Como <strong>ya</strong> se anunció, a partir <strong>de</strong> la organización cenestésica, aparece<br />
posteriormente en el <strong>de</strong>sarrollo la Organización Diacrítica, en la cual la<br />
percepción se efectúa a partir <strong>de</strong> los órganos sensoriales periféricos, es<br />
localizada, específica e intensiva. Sus centros <strong>de</strong> interpretación están en la<br />
corteza cerebral y sus manifestaciones son procesos cognoscitivos como el<br />
pensamiento y la atención. Esta organización diacrítica que se inicia <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
los primeros meses <strong>de</strong> vida, continúa refinándose y estructurándose durante<br />
toda la vida.<br />
Estas organizaciones que posibilitan la percepción se reciben como parte <strong>de</strong><br />
la herencia evolutiva <strong>de</strong> la especie, pero no se <strong>de</strong>sarrollan si no tienen la<br />
suficiente estimulación. El niño requiere manipular, ver, sentir los objetos<br />
ponerse en contacto con múltiples experiencias, a fin <strong>de</strong> obtener un máximo<br />
<strong>de</strong>sarrollo en su y dimensión perceptiva, hemos <strong>de</strong> enfatizar, a<strong>de</strong>más, la<br />
estrecha relación entre los procesos perceptivos y entre estos y el <strong>de</strong>sarrollo<br />
<strong>de</strong>l yo. En efecto, la percepción y la cognición son funciones que cumple el<br />
yo, el cual se consi<strong>de</strong>ra como la parte <strong>de</strong>l sistema psicofísico <strong>de</strong> la persona,<br />
que se reconoce como tal y se <strong>de</strong>sarrolla a partir <strong>de</strong>l nacimiento.<br />
En el neonato la percepción como los afectos es indiferenciada; la percepción<br />
diacrítica no existe y el infante no logra distinguir una <strong>de</strong> otra. Sin embargo,<br />
<strong>ya</strong> en el octavo día <strong>de</strong> vida comienza a observarse cierta especificidad en la