09.05.2013 Views

Relato para mis hijos - Es una colección de cinco documentales que ...

Relato para mis hijos - Es una colección de cinco documentales que ...

Relato para mis hijos - Es una colección de cinco documentales que ...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

explorar <strong>una</strong> cañada <strong>que</strong> había visto días antes como a un kilómetro <strong>de</strong> la orilla <strong>de</strong>l Lacantún, con la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> establecer<br />

un nuevo sen<strong>de</strong>ro <strong>para</strong> el muestreo <strong>de</strong> Ungulados. Una vez localizada la cañada, iniciamos un recorrido a lo largo <strong>de</strong> ella<br />

caminando entre el agua casi estancada gracias a <strong>que</strong> siempre llevábamos botas <strong>de</strong> hule. Después <strong>de</strong> algunos cientos<br />

<strong>de</strong> metros notamos <strong>que</strong> la cañada ya no tenía agua <strong>de</strong>bido a la fuerte se<strong>que</strong>dad <strong>de</strong> la temporada y en especial <strong>de</strong> ese<br />

año. Avanzábamos lentamente y en silencio observando rastros <strong>de</strong> tapires, pecaríes, venados temazates, tepezcuintles,<br />

ocelotes y otros mamíferos, cuando al salir <strong>de</strong> <strong>una</strong> curva <strong>que</strong> hacía la cañada me <strong>que</strong>dé petrificado. “¿Ya escuchaste?”,<br />

le pregunté a Jorge. “Sí, se oyen como ronquidos y berridos, ¿qué será?”, respondió. “¡<strong>Es</strong>toy seguro <strong>que</strong> son los sensos;<br />

vamos a acercarnos con mucho cuidado!”, le dije. <strong>Es</strong>to lo <strong>de</strong>cía con plena confianza gracias a las experiencias <strong>que</strong> ya<br />

había tenido con los sensos o pecaríes <strong>de</strong> labios blancos (Tayassu pecari) años atrás en las selvas <strong>de</strong> Costa Rica, don<strong>de</strong><br />

durante un año <strong>de</strong> trabajo <strong>de</strong> campo pu<strong>de</strong> observar numerosas manadas <strong>de</strong> estos mamíferos, aprendiendo sobre sus<br />

hábitos y comportamiento.<br />

Avanzamos con mucha precaución sobre el lecho a veces arenoso y a veces fangoso <strong>de</strong> la cañada, y <strong>de</strong> repente: “¡Allá<br />

están, dándose un baño <strong>de</strong> lodo!” En un recodo <strong>de</strong> la cañada don<strong>de</strong> brota agua en tiempo <strong>de</strong> lluvias, <strong>una</strong> manada <strong>de</strong><br />

alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> cuarenta sensos <strong>de</strong> todas las eda<strong>de</strong>s estaba <strong>de</strong>scansando plácidamente sobre el lodo fresco <strong>que</strong> se había<br />

formado al <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>r el nivel <strong>de</strong>l agua alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> <strong>una</strong> amplia poza. <strong>Es</strong> posible <strong>que</strong>, a diferencia <strong>de</strong> otros años, estos<br />

mamíferos se mantuvieran alejados <strong>de</strong>l río Lacantún durante la temporada <strong>de</strong> incendios <strong>para</strong> escapar <strong>de</strong>l <strong>de</strong>nso humo <strong>que</strong><br />

circulaba sobre su cauce. En fin, como quiera <strong>que</strong> haya sido, ahí estaban los sensos saliendo y entrando al área fangosa,<br />

tomando agua, acicalándose mutuamente, buscando frutos en el suelo u hozando entre el lodo en busca <strong>de</strong> caracoles y<br />

lombrices <strong>para</strong> consumirlas con avi<strong>de</strong>z. “¿No son peligrosos?”, preguntó Jorge. “Depen<strong>de</strong> <strong>de</strong> cómo te comportes frente<br />

a ellos: si te sienten como <strong>una</strong> amenaza, podrían atacar furiosamente, sobre todo si los persigues y con mayor razón si<br />

llevas perros. Pero si te <strong>que</strong>das totalmente quieto y callado, sólo te olfatearán, harán su señal <strong>de</strong> alarma (golpeteo con<br />

los dientes) y se alejarán lo más rápido <strong>que</strong> puedan,” le respondí. Jorge, Miguel y yo comprobaríamos posteriormente esta<br />

hipótesis en varias ocasiones, al observar <strong>de</strong> cerca otras manadas <strong>de</strong> sensos en distintas localida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Montes Azules. En<br />

cada <strong>una</strong> <strong>de</strong> esas ocasiones recordaba: “¡Qué afort<strong>una</strong>dos somos al po<strong>de</strong>r ver a estos animales en su hábitat!<br />

¡<strong>Es</strong> <strong>una</strong> lástima <strong>que</strong> la mayoría <strong>de</strong> la gente no pueda o no quiera tener este privilegio!”<br />

115

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!