09.05.2013 Views

Relato para mis hijos - Es una colección de cinco documentales que ...

Relato para mis hijos - Es una colección de cinco documentales que ...

Relato para mis hijos - Es una colección de cinco documentales que ...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

vez…no…. era muy pe<strong>que</strong>ño <strong>para</strong> ser <strong>una</strong> barba amarilla, pero caminaba <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> las hojas casi como serpiente.<br />

Cuando por fin salió, me dió un gran susto y risa al <strong>mis</strong>mo tiempo: ¡Era la cucaracha más gran<strong>de</strong> <strong>que</strong> jamás había visto<br />

en mi vida! Juraría <strong>que</strong> era <strong>de</strong>l tamaño <strong>de</strong> <strong>una</strong> rata— ¡Un animal enorme! Pero al revés <strong>de</strong> lo <strong>que</strong> hubiera hecho si<br />

estuviera en mi casa, no se me ocurrió matarla. Al contrario, la admiré, ya <strong>que</strong> en primera, era yo quien estaba en su casa,<br />

y en segundo era el privilegiado en tener el honor <strong>de</strong> encontrar al rey <strong>de</strong> todas las cucarachas.<br />

Durante las dos horas <strong>que</strong> estuvimos en la guardia, pensamos oír un montón <strong>de</strong> cosas—anacondas, jaguares, ladrones—<br />

pero resulta <strong>que</strong> nunca vimos a ning<strong>una</strong> <strong>de</strong> estas amenazas en concreto. Cuando por fin regresamos a nuestras bolsas<br />

a dormir, el miedo se reemplazó con el sueño en unos segundos. Me <strong>de</strong>sperté con el movimiento <strong>de</strong> un compañero, y<br />

cuando abrí los ojos <strong>de</strong>scubrí <strong>que</strong> los <strong>de</strong>más ya se habían levantado y estaban cargando las lanchas. Rápido me levanté,<br />

me hice un sándwich <strong>de</strong> mermelada, <strong>de</strong>voré mi <strong>de</strong>sayuno en <strong>una</strong>s mordidas - seguido por un traguito <strong>de</strong> agua - y ya, listo.<br />

Pero al rato me <strong>de</strong>primí un poco por<strong>que</strong> me di cuenta <strong>que</strong> estaba listo pero <strong>para</strong> otras ocho horas <strong>de</strong> río, observando la<br />

<strong>de</strong>strucción <strong>de</strong> la selva.<br />

Felizmente, esta vez estaba equivocado. Después <strong>de</strong> tan solo <strong>una</strong> hora <strong>de</strong> lancha llegamos a la confluencia <strong>de</strong>l Río Alta<br />

Madre <strong>de</strong> Dios y el Río Manú, y allí nos dimos vuelta. Pasamos por la entrada <strong>de</strong>l Par<strong>que</strong> Nacional <strong>de</strong> Manú, y <strong>para</strong>mos<br />

a <strong>una</strong> pe<strong>que</strong>ña casa <strong>de</strong> vigilancia en don<strong>de</strong> enseñamos nuestros per<strong>mis</strong>os a los guarda-par<strong>que</strong>s. Dejando esto atrás, el<br />

paisaje se transformó rápidamente. La primera cosa en <strong>que</strong> me fijé era <strong>que</strong> los árboles se habían convertidos en arbolotes.<br />

¡Ahora eran gruesos, altos y majestuosos!.. Luego me di cuenta <strong>que</strong> había más ruido, pero <strong>que</strong> no provenía <strong>de</strong>l motor. Se<br />

escuchaban los gritos, canciones y carcajadas <strong>de</strong> las aves al fondo—como si alguien hubiera <strong>de</strong>jado encendida la radio<br />

en un canal pirateado por los loros. A cada rato había grupos <strong>de</strong> loros ver<strong>de</strong>s pasando arriba <strong>de</strong> nosotros en su cacofonía,<br />

golondrinas volando erráticamente como aviones <strong>de</strong> caza en batalla, y varios tipos <strong>de</strong> garzas caminando en su elegante<br />

manera sobre las barras <strong>de</strong> arena. Pudimos ver a un par <strong>de</strong> guacamayas rojas cruzando el cielo, ladrando como perros<br />

sopranos y batiendo sus alas con <strong>una</strong> rapi<strong>de</strong>z sorpren<strong>de</strong>nte.<br />

El tiempo ya no tardaba tanto en pasar como ayer. La verdad es <strong>que</strong> ya ni me fijaba en el tiempo. Por un lado se distinguía<br />

a los monos sacudiendo las ramas en los árboles, y por otro a los agutis acercándose cautelosamente a la orilla <strong>para</strong><br />

229

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!