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Relato para mis hijos - Es una colección de cinco documentales que ...

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La Reserva Chamela-Cuixmala tiene como principal ecosistema la selva baja caducifolia, lo <strong>que</strong> quiere <strong>de</strong>cir <strong>que</strong> en los meses<br />

<strong>de</strong> sequía los árboles pier<strong>de</strong>n sus hojas, y la temperatura pue<strong>de</strong> alcanzar más <strong>de</strong> cuarenta grados centígrados. En esta<br />

temporada fue <strong>que</strong> planeamos la recuperación <strong>de</strong>l trans<strong>mis</strong>or.<br />

Una vez <strong>que</strong> llegamos al camino <strong>de</strong> terracería, <strong>que</strong> se acercaba mas a la ruta <strong>que</strong> seguiríamos Kathy, Noé y yo, alistamos<br />

nuestro “itacate” con fruta, agua y un machete <strong>para</strong> abrir brecha en los sitios más cerrados por la vegetación. Antes <strong>de</strong><br />

comenzar a caminar realizamos algunos registros con la antena <strong>de</strong> mano y el receptor <strong>para</strong> ubicar el rumbo don<strong>de</strong> estaría<br />

el trans<strong>mis</strong>or. También observamos con nuestros binoculares el terreno y este no parecía nada fácil a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> no contar<br />

con veredas. Sin embargo nuestro entusiasmo era <strong>de</strong>sbordado y los cálculos apuntaban a <strong>que</strong> en un tiempo aproximado<br />

<strong>de</strong> tres horas estaríamos <strong>de</strong> regreso. No podíamos esperar y comenzamos a bajar por <strong>una</strong> pendiente, caminamos entre<br />

los árboles y nuestro paso era bueno y constante. Durante el camino encontramos algunos tramos con vegetación muy<br />

cerrada por lo <strong>que</strong> fue necesario abrir brechas con el machete; esta actividad la fuimos alternando entre todos. Mientras<br />

avanzábamos pudimos comentar alg<strong>una</strong>s anécdotas <strong>de</strong> biólogos, pasadas y presentes.<br />

Ahora yo recuerdo <strong>una</strong>, fue durante <strong>una</strong> sesión <strong>de</strong> monitoreo en la estación <strong>de</strong> Cuixmala. <strong>Es</strong>a mañana Kathy y yo nos<br />

dirigimos en las cuatrimotos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> “la 45” a la casa <strong>de</strong>l Sr. Humberto (“El Zapato”, Q.E.P.D.). Como en otras ocasiones<br />

llegamos a saludarlo, pero era común encontrarlo con su gran amigo “El Pirulí”, su caballo <strong>que</strong> lo seguía a todas partes.<br />

Si no era con ese amigo, lo podíamos ver dando <strong>de</strong> comer a un grupo <strong>de</strong> pecaríes salvajes <strong>que</strong> llegaban a su casa y <strong>que</strong><br />

al parecer Humberto siempre supo controlar y mantener a raya. Cuando llegaban personas extrañas como nosotros, los<br />

pecaríes siempre erizaban sus pelos y chas<strong>que</strong>aban los dientes, por lo cual siempre fue pru<strong>de</strong>nte mantenerse a raya y no<br />

invadir espacios. Pero en el mejor <strong>de</strong> los casos lo encontramos en el portal <strong>de</strong> su casa hablando con su perico.<br />

Después <strong>de</strong> hacer esta breve <strong>para</strong>da cada uno <strong>de</strong> nosotros nos dirigimos hacia su estación <strong>de</strong> monitoreo <strong>para</strong> buscar<br />

pericos, coatíes, pumas y jaguares con radio trans<strong>mis</strong>ores. Así transcurrió la mañana hasta llegada la tar<strong>de</strong>. Cuando ya<br />

terminaba <strong>de</strong> girar la antena, sentí <strong>una</strong> sensación muy extraña <strong>que</strong> me hizo voltear a otro punto don<strong>de</strong> pu<strong>de</strong> observar<br />

como un jaguarundi caminaba por el área abierta don<strong>de</strong> me encontraba. Fue <strong>para</strong> mí el primer encuentro con este gato<br />

silvestre, <strong>que</strong> a pesar <strong>de</strong> su pe<strong>que</strong>ña talla lucía en todo su esplendor al iluminarse con los últimos rayos <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>, y su

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