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Relato para mis hijos - Es una colección de cinco documentales que ...

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De pronto percibí <strong>que</strong> el viento era más fuerte, nos reacomodamos <strong>para</strong> <strong>de</strong>jar alg<strong>una</strong>s <strong>de</strong> las colegas pe<strong>que</strong>ñas en el<br />

centro <strong>de</strong>l bote y los más experimentados nos <strong>que</strong>damos en los bor<strong>de</strong>s y al frente, don<strong>de</strong> el embate <strong>de</strong> las olas era más<br />

fuerte. Todos nos sentamos lo mejor <strong>que</strong> pudimos agarrándonos fuertemente a cada salto y buscando evitar con ponchos<br />

o con plásticos el agua, tanto <strong>de</strong> la lluvia torrencial ahora como <strong>de</strong>l mar <strong>que</strong> penetraba en cada embate <strong>de</strong> las olas ahora<br />

más altas y fuertes. Ya no saltamos entre olas, no era posible, se ampliaron siendo mucho más altas, quizás <strong>de</strong> entre 5 a 6<br />

metros, era difícil <strong>de</strong>cirlo y surcamos en subidas y bajadas como <strong>de</strong> tobogán entre <strong>una</strong> y otra con paciencia y persistencia.<br />

Ocasionalmente miré al capitán tratando <strong>de</strong> leer en su rostro la situación, pero parecía <strong>una</strong> estatua, fija su mirada en<br />

el horizonte, firme su mano en el motor fuera <strong>de</strong> borda… suerte tenemos <strong>de</strong> tener este capitán… pensé tratando <strong>de</strong><br />

convencerme a mí <strong>mis</strong>mo.<br />

El viento era terriblemente fuerte y se podía ver como arrancaba el agua <strong>de</strong> la cresta <strong>de</strong> las olas, así podíamos ver<br />

entre el plástico protector <strong>de</strong>l calor, por<strong>que</strong> mojados estábamos todos ya <strong>de</strong> pies a cabeza; se veía como arrastraba la<br />

espuma como pinceladas feroces <strong>de</strong> un pintor enlo<strong>que</strong>cido, moviéndose hacia atrás mientras las olas golpeaban nuestro<br />

bote sin <strong>mis</strong>ericordia. Podía sentirse la fuerza <strong>de</strong>l motor y el progreso tortuoso <strong>de</strong>l bote sobre las aguas y entre las olas<br />

embravecidas, y no podías <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> pensar en cuan pe<strong>que</strong>ño eres, en tus seres <strong>que</strong>ridos, en la fragilidad <strong>de</strong> la vida y la<br />

magnificencia <strong>de</strong>l mar…… pensé en esos bucaneros aventurados sin instrumentos, casi como nosotros pero movidos por<br />

las velas y entendí <strong>que</strong> el trabajo <strong>de</strong> mar, no es <strong>para</strong> cualquier alma, me sentí afort<strong>una</strong>do y atemorizado al <strong>mis</strong>mo tiempo.<br />

De repente el bote se <strong>de</strong>tuvo, necesitaban cambiar el tan<strong>que</strong> <strong>de</strong> combustible por uno lleno, me llamo la atención, por<strong>que</strong><br />

generalmente eso hacíamos en segundo día <strong>de</strong> la travesía, pero no dije nada, estábamos todos tan golpeados y llenos <strong>de</strong><br />

frío <strong>que</strong> no parecía importante comentar, lo único en nuestras mentes era llegar al sitio. El capitán y su asistente, hasta<br />

entonces impávido en la punta <strong>de</strong>l bote, recibiendo el mas duro castigo <strong>de</strong> las olas, se intercambiaron frases en <strong>mis</strong>kito<br />

<strong>que</strong> ninguno entendió y no sabía si <strong>que</strong>ría compren<strong>de</strong>r.<br />

El silencio llenó el bote, se escuchaba el sordo ruido <strong>de</strong>l motor cortando el agua, las gotas <strong>de</strong> lluvia en torrentes golpeando<br />

los plásticos y el ulular <strong>de</strong>l viento frío y el “splash” <strong>de</strong> las olas con cada nueva caída <strong>de</strong>l bote. Las olas parecieron crecer<br />

<strong>para</strong> mí, lucía como manos gigantes <strong>que</strong> trataban en cada intento <strong>de</strong> atrapar en su puño nuestra pe<strong>que</strong>ña embarcación <strong>que</strong><br />

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