09.05.2013 Views

Relato para mis hijos - Es una colección de cinco documentales que ...

Relato para mis hijos - Es una colección de cinco documentales que ...

Relato para mis hijos - Es una colección de cinco documentales que ...

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

278<br />

En el fragor <strong>de</strong>l difícil <strong>de</strong>scenso y tal vez con exceso <strong>de</strong> confianza, tomé la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> subirme sobre <strong>una</strong> gran roca <strong>que</strong><br />

parecía muy firme. <strong>Es</strong>ta roca con forma irregular tendría aproximadamente un metro <strong>de</strong> altura y cerca <strong>de</strong> un metro <strong>de</strong><br />

diámetro, pesando según <strong>mis</strong> cálculos unos quinientos kilos, por lo menos. Pues bien, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> un par <strong>de</strong> segundos<br />

<strong>de</strong> estar <strong>para</strong>do sobre la gran roca y viendo la ruta <strong>que</strong> podría seguir al bajarme <strong>de</strong> ella, sentí <strong>que</strong> el piso se movía y un<br />

instante <strong>de</strong>spués me veía volando pendiente abajo. ¡Ah caray, esta sí <strong>que</strong> será <strong>una</strong> caída como pocas!, recuerdo <strong>que</strong><br />

pensé angustiado durante la fracción <strong>de</strong> segundo <strong>que</strong> tardé en llegar al suelo. Y efectivamente, la caída fue muy a<strong>para</strong>tosa<br />

y en el <strong>mis</strong>mo momento escuché dos sonidos <strong>que</strong> <strong>que</strong>darán grabados en mi mente por el resto <strong>de</strong> mi vida: el primero es<br />

el <strong>de</strong> la gran roca <strong>de</strong>slizándose varios metros pendiente abajo, y el segundo el <strong>de</strong> mi tibia y peroné <strong>que</strong>brándose como<br />

frágiles varas al ser aplastadas por el peso <strong>de</strong> la roca.<br />

¡Ya me fracturé la pierna!, ¿Y ahora cómo voy a salir <strong>de</strong> aquí?.. fue lo primero <strong>que</strong> pensé. En esos primeros momentos<br />

se agolparon en mi cabeza pensamientos muy <strong>de</strong>primentes: ¿Y si la fractura fue expuesta?, ¡Podría <strong>de</strong>sangrarme aquí<br />

antes <strong>de</strong> <strong>que</strong> me encuentren!; ¿Y si me <strong>de</strong>smayo?, ¡Nunca me encontrarán si no puedo gritar!. Dentro <strong>de</strong> mi triste<br />

situación, el dolor agudo en la pierna rota y también en mi espalda a causa <strong>de</strong> las afiladas rocas <strong>de</strong>spertaron mi instinto<br />

<strong>de</strong> supervivencia, obligándome a analizar rápidamente las alternativas <strong>que</strong> tenía: si me <strong>que</strong>do como estoy (recostado<br />

sobre piedras filosas y con la pierna rota prensada por la gran roca), lo más probable es <strong>que</strong> el dolor me venza y pierda<br />

el conocimiento. Lo mejor sería tratar <strong>de</strong> liberar la pierna y moverme con cuidado a <strong>una</strong> posición menos incómoda.<br />

Después <strong>de</strong> algunos minutos <strong>de</strong> dolorosa cavilación me armé <strong>de</strong> valor y <strong>de</strong>cidí liberar la pierna atrapada, <strong>que</strong><br />

afort<strong>una</strong>damente se había mantenido <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la bota <strong>de</strong> hule. Entonces tomé <strong>una</strong> piedra gran<strong>de</strong> <strong>que</strong> tenía al alcance y<br />

comencé a golpear lo más fuerte <strong>que</strong> pu<strong>de</strong> el bor<strong>de</strong> <strong>de</strong> la gran roca <strong>que</strong> prensaba mi bota. Pasaban los minutos, mi mano<br />

ya sangraba y mi brazo comenzaba a acalambrarse por los golpes <strong>que</strong> daba con todas las fuerzas <strong>que</strong> me <strong>que</strong>daban. Pero la<br />

gran roca apenas perdía <strong>una</strong>s cuantas partículas en cada serie <strong>de</strong> golpes, así <strong>que</strong> comencé a <strong>de</strong>sesperarme. Sacando fuerzas<br />

no sé <strong>de</strong> don<strong>de</strong>, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> aproximadamente media hora <strong>de</strong> golpear la roca logré <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>r un pedazo mayor y con eso<br />

logré zafar la bota y pierna atrapadas. En ese momento levanté la pierna y ví con horror cómo la parte baja se me colgaba<br />

grotescamente por falta <strong>de</strong>l soporte <strong>de</strong> los huesos. <strong>Es</strong>tando cerca nuevamente <strong>de</strong> un <strong>de</strong>smayo pensé: A lo mejor logro salir <strong>de</strong><br />

aquí, pero quién sabe si pueda volver a caminar bien. ¡Creo <strong>que</strong> hasta aquí llegaron <strong>mis</strong> días <strong>de</strong> trabajo <strong>de</strong> campo!.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!