09.05.2013 Views

Relato para mis hijos - Es una colección de cinco documentales que ...

Relato para mis hijos - Es una colección de cinco documentales que ...

Relato para mis hijos - Es una colección de cinco documentales que ...

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

70<br />

Empecé a recordar en don<strong>de</strong> estaba. Tenía frío y hambre. A<strong>de</strong>más estaba el asunto <strong>de</strong> los cocodrilos, así <strong>que</strong> emprendí<br />

el regreso, temblando por la gran <strong>de</strong>scarga <strong>de</strong> adrenalina creada por la persecución y el sprint <strong>de</strong> más <strong>de</strong> 50 metros <strong>de</strong><br />

distancia <strong>que</strong> había nadado. Volví a revisar ese cuerpo <strong>de</strong> agua, así <strong>que</strong> seguí su contornó, vi los lugares en <strong>que</strong> se había<br />

alimentado el manatí, partes en don<strong>de</strong> las algas habían sido comidas, así <strong>que</strong> supe <strong>que</strong> este lugar era muy utilizado por<br />

este animal y quizás otros también lo visitaban. La presencia <strong>de</strong>l manatí me hizo olvidar a los cocodrilos. Si estaban por<br />

ahí ya veríamos, como el agua era clara y estaba cerca <strong>de</strong> la orilla, confiaba en po<strong>de</strong>r verlos y escapar o bien <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rme<br />

con mi tri<strong>de</strong>nte.<br />

Una garza gris (Ar<strong>de</strong>a herodias) me veía <strong>de</strong>s<strong>de</strong> afuera. Me estaba siguiendo y yo, viendo su pico, me dije: “ésta me va<br />

a atravesar”, así <strong>que</strong> pegué un brinco fuera <strong>de</strong>l agua y salió volando emitiendo graznidos <strong>de</strong> <strong>de</strong>scontento. Muchas otras<br />

garzas y aves distintas emprendieron el vuelo, al tiempo <strong>que</strong> los peces bajo el agua huían. Seguí nadando y finalmente<br />

encontré el canal. El agua era más cálida conforme me iba acercando al mar; se me iba quitando el frío, pero el hambre<br />

era mortal: eran las dos <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>. Volví a ver a la barracuda y aun<strong>que</strong> era gran<strong>de</strong> e inquisitiva esto me tranquilizó, si<br />

estaba ella aquí, no <strong>de</strong>bería haber cocodrilos. Salí por mi bolsa <strong>de</strong> buceo y caminé hacia la caleta y me tumbé al sol. Aún<br />

tenía frío: me sequé al aire y saqué mi lata <strong>de</strong> atún. Me comí <strong>una</strong> completa con medio pa<strong>que</strong>te <strong>de</strong> galletas, <strong>una</strong> naranja<br />

y un chocolate Carlos V. Me puse a escribir el suceso en mi libreta <strong>de</strong> campo.<br />

La tar<strong>de</strong> caía y los pescadores no venían; no sabía si habían venido y no me habían encontrado, así <strong>que</strong> <strong>de</strong>cidí ir a buscar<br />

a la manatí. <strong>Es</strong>ta vez me fui con toda calma, caminando por la vereda y <strong>de</strong>spués entré el mangle, don<strong>de</strong> la volví a ver.<br />

<strong>Es</strong>taba muy oscuro por las sombras y <strong>de</strong> vez en vez veía <strong>que</strong> subía su nariz <strong>para</strong> respirar. Los moscos atacaban sin piedad<br />

y no valía la pena tomar <strong>una</strong> foto así. Salí <strong>de</strong> la selva y no había señales <strong>de</strong> los pescadores, atar<strong>de</strong>ció, anocheció, y no<br />

llegaron. No había dón<strong>de</strong> meterme y hacía calor. Había chaquistes y moscos así <strong>que</strong> <strong>para</strong> evitar su picadura me puse <strong>una</strong><br />

ligera chamarra y la toalla alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> la cabeza ya <strong>que</strong> los chaquistes se meten entre el pelo y pican fuerte: no traen<br />

proboscis sino abrelatas. <strong>Es</strong>to me dio más calor, no hallaba don<strong>de</strong> dormir y me daban escalofríos mirar en la dirección <strong>de</strong><br />

la ruina maya: tenía un “no sé qué” <strong>que</strong> no me gustaba. Miré la casa y con mi navaja me fui <strong>de</strong>cidido a abrir la puerta y<br />

meterme <strong>para</strong> dormir: imposible. A<strong>de</strong>más, no había ningún alambre <strong>que</strong> me sirviera <strong>para</strong> hacer <strong>una</strong> ganzúa y meterme. La

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!