13.05.2013 Views

Diario de Ana Frank - moninotic

Diario de Ana Frank - moninotic

Diario de Ana Frank - moninotic

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>Diario</strong> <strong>Ana</strong> <strong>Frank</strong><br />

escuchándole muda y sin replicar, y sobre todo... contestando a sus múltiples chistes y bromas<br />

pesadas con otra broma. A la señora hay que ganársela hablando abiertamente y cediendo en todo.<br />

Ella misma también reconoce sus fallos, que son muchos, sin regatear. Me consta que ya no piensa<br />

tan mal <strong>de</strong> mí como al principio, y sólo es porque soy sincera y no ando lisonjeando a la gente así<br />

como así. Quiero ser sincera, y creo que siéndolo se llega mucho más lejos. A<strong>de</strong>más, la hace sentir a<br />

una mucho mejor.<br />

Ayer la señora me habló <strong>de</strong>l arroz que le hemos dado a Kleiman.<br />

-Le hemos dado, y dado, y vuelto a dar -dijo-. Pero llega un momento en que hay que <strong>de</strong>cir:<br />

basta, ya es suficiente. El propio señor Kleiman, si se toma la molestia, pue<strong>de</strong> conseguir arroz por su<br />

cuenta. ¿Por qué hemos <strong>de</strong> dárselo todo <strong>de</strong> nuestras provisiones? Nosotros aquí lo necesitamos<br />

igual que él.<br />

-No, señora -le contesté-. No estoy <strong>de</strong> acuerdo con usted. Tal vez sea cierto que el señor<br />

Kleiman pue<strong>de</strong> conseguir arroz, pero le fastidia tener que ocuparse <strong>de</strong> ello. No es asunto nuestro<br />

criticar a quienes nos protegen. Debemos darles todo lo que no nos haga absolutamente falta a<br />

nosotros y que ellos necesiten. Un platito <strong>de</strong> arroz a la semana no nos sirve <strong>de</strong> mucho, también po<strong>de</strong>mos<br />

comer legumbres.<br />

A la señora no le pareció que fuera así, pero también dijo que aunque no estaba <strong>de</strong> acuerdo,<br />

no le importaba ce<strong>de</strong>r, que eso ya era otra cosa.<br />

Bueno, <strong>de</strong>jémoslo ahí; a veces sé muy bien cuál es mi lugar, y otras aún estoy en la duda, pero<br />

ya me abriré camino. ¡Ah!, y sobre todo ahora, que tengo ayuda, porque Peter me ayuda a roer<br />

bastantes huesos duros y a tragar mucha saliva.<br />

De verdad no sé hasta qué punto me quiere o si alguna vez nos llegaremos a dar un beso. De<br />

cualquier manera, no quisiera forzarlo. A papá le he dicho que voy mucho a ver a Peter y le pregunté<br />

si le parecía bien. ¡Naturalmente que le pareció bien!<br />

A Peter le cuento cosas con gran facilidad, que a otros nunca<br />

les cuento. Así, por ejemplo, le he dicho que más tar<strong>de</strong> me gustaría mucho escribir, e incluso<br />

ser escritora, o al menos no <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> escribir aunque ejerza una profesión o <strong>de</strong>sempeñe alguna otra<br />

tarea.<br />

No soy rica en dinero ni en bienes terrenales; no soy hermosa, ni inteligente, ni lista; ¡pero soy<br />

feliz y lo seguiré siendo! Soy feliz por naturaleza, quiero a las personas, no soy <strong>de</strong>sconfiada y quiero<br />

verlas felices conmigo.<br />

Tuya, afectísima, <strong>Ana</strong> M. <strong>Frank</strong><br />

De nuevo el día no ha traído nada, ha sido como la noche cerrada.<br />

(Esto es <strong>de</strong> hace unas semanas y ahora ya no cuenta. Pero como mis versos son tan<br />

contados, he querido escribírtelos.)<br />

Lunes, 27 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1944<br />

Querida Kitty:<br />

En nuestra historia escrita <strong>de</strong> escondidos, no <strong>de</strong>bería faltar un extenso capítulo sobre política,<br />

pero como el tema no me interesa tanto, no le he prestado <strong>de</strong>masiada atención. Por eso, hoy <strong>de</strong>dicaré<br />

una carta entera a la política.<br />

Es natural que haya muchas opiniones distintas al respecto, y es aún más lógico que en estos<br />

tiempos difíciles <strong>de</strong> guerra se hable mucho <strong>de</strong>l asunto, pero... ¡es francamente estúpido que todos se<br />

peleen tanto por ella! Que apuesten, que se rían, que digan palabrotas, que se quejen, que hagan lo<br />

que les venga en gana y que se pudran si quieren, pero que no se peleen, porque eso por lo general<br />

acaba mal. La gente que viene <strong>de</strong> fuera nos trae muchas noticias que no son ciertas; sin embargo,<br />

nuestra radio hasta ahora nunca ha mentido. En el plano político, los ánimos <strong>de</strong> todos (Jan, Miep,<br />

Kleiman, Bep y Kugler) van para arriba y para abajo, los <strong>de</strong> Jan algo menos que los <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más.<br />

Aquí, en la Casa <strong>de</strong> atrás, el ambiente en lo que a política se refiere es siempre el mismo. Los<br />

múltiples <strong>de</strong>bates sobre la invasión, los bombar<strong>de</strong>os aéreos, los discursos, etc., etc., van acompañados<br />

<strong>de</strong> un sinnúmero <strong>de</strong> exclamaciones, tales como «¡Im-posii-ble! ¡Por el amor <strong>de</strong> Dios, si todavía<br />

no han empezado, adón<strong>de</strong> irremos a parrar! ¡Todo va viento en poo-pa, es-tu-penn-do, exce-lenn-te!<br />

Karneeval Biblioweb – Libros Gratis 105 http://ar.geocities.com/krnv_bweb

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!