13.05.2013 Views

Diario de Ana Frank - moninotic

Diario de Ana Frank - moninotic

Diario de Ana Frank - moninotic

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

<strong>Diario</strong> <strong>Ana</strong> <strong>Frank</strong><br />

Tu <strong>Ana</strong><br />

Viernes, 20 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1942<br />

Querida Kitty:<br />

Ninguno <strong>de</strong> nosotros sabe muy bien qué actitud adoptar. Hasta ahora nunca nos habían<br />

llegado tantas noticias sobre la suerte <strong>de</strong> los judíos y nos pareció mejor conservar en lo posible el<br />

buen humor. Las pocas veces que Miep ha soltado algo sobre las cosas terribles que le sucedieron a<br />

alguna conocida o amiga, mamá y la señora Van Daan se han puesto cada vez a llorar, <strong>de</strong> modo que<br />

Miep <strong>de</strong>cidió no contarles nada más. Pero a Dussel en seguida lo acribillaron a preguntas, y las<br />

historias que contó eran tan terribles y bárbaras que no eran como para entrar por un oído y salir por<br />

el otro. Sin embargo, cuando ya no tengamos las noticias tan frescas en nuestras memorias,<br />

seguramente volveremos a contar chistes y a gastarnos bromas. De nada sirve seguir tan<br />

apesadumbrados como ahora. A los que están fuera <strong>de</strong> todos modos no po<strong>de</strong>mos ayudarlos. ¿Y qué<br />

sentido tiene hacer <strong>de</strong> la Casa <strong>de</strong> atrás una «casa melancolía»?<br />

En todo lo que hago me acuerdo <strong>de</strong> todos los que están ausentes. Y cuando alguna cosa me<br />

da risa, me asusto y <strong>de</strong>jo <strong>de</strong> reír, pensando en que es una vergüenza que esté tan alegre. ¿Pero es<br />

que tengo que pasarme el día llorando? No, no puedo hacer eso, y esta pesadumbre ya se me<br />

pasará.<br />

A todos estos pesares se les ha sumado ahora otro más, pero <strong>de</strong> tipo personal, y que no es<br />

nada comparado con la <strong>de</strong>sgracia que acabo <strong>de</strong> relatar. Sin embargo, no puedo <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> contarte que<br />

últimamente me estoy sintiendo muy abandonada, que hay un gran vacío <strong>de</strong>masiado gran<strong>de</strong> a mi<br />

alre<strong>de</strong>dor. Antes nunca pensaba realmente en estas cosas; mis alegrías y mis amigas ocupaban<br />

todos mis pensamientos. Ahora sólo pienso en cosas tristes o acerca <strong>de</strong> mí misma. Y finalmente he<br />

llegado a la conclusión <strong>de</strong> que papá, por más bueno que sea, no pue<strong>de</strong> suplantar él solo a mi antiguo<br />

mundo. Mamá y Margot ya no cuentan para nada en cuanto a mis sentimientos.<br />

¿Pero por qué molestarte con estas tonterías, Kitty? Soy muy ingrata, ya lo sé, ¡pero la cabeza<br />

me da vueltas cuando no hacen más que reñirme, y a<strong>de</strong>más, sólo me vienen a la mente todas estas<br />

cosas tristes!<br />

Tu <strong>Ana</strong><br />

Sábado, 28 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1942<br />

Querida Kitty:<br />

Hemos estado usando mucha luz, excediéndonos <strong>de</strong> la cuota <strong>de</strong> electricidad que nos<br />

correspon<strong>de</strong>. La consecuencia ha sido una economía exagerada en el consumo <strong>de</strong> luz y la<br />

perspectiva <strong>de</strong> un corte en el suministro. ¡Quince días sin luz! ¿Qué te parece? Pero quizá no<br />

lleguemos a tanto. A las cuatro o cuatro y media <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong> ya está <strong>de</strong>masiado oscuro para leer, y<br />

entonces matamos el tiempo haciendo todo tipo <strong>de</strong> tonterías. Adivinar acertijos, hacer gimnasia a<br />

oscuras, hablar inglés o francés, reseñar libros, pero a la larga todo te aburre. Ayer <strong>de</strong>scubrí algo<br />

nuevo: espiar con un catalejo las habitaciones bien iluminadas <strong>de</strong> los vecinos <strong>de</strong> atrás. Durante el día<br />

no po<strong>de</strong>mos correr las cortinas ni un centímetro, pero cuando todo está tan oscuro no hay peligro.<br />

Nunca antes me había dado cuenta <strong>de</strong> lo interesante que podían resultar los vecinos, al menos<br />

los nuestros. A unos los encontré sentados a la mesa comiendo, una familia estaba haciendo una<br />

proyección y el <strong>de</strong>ntista <strong>de</strong> aquí enfrente estaba atendiendo a una señora mayor muy miedica.<br />

El señor Dussel, el hombre <strong>de</strong>l que siempre <strong>de</strong>cían que se entendía tan bien con los niños y<br />

que los quería mucho a todos, ha resultado ser un educador <strong>de</strong> lo más chapado a la antigua, a quien<br />

le gusta soltar sermones interminables sobre buenos modales y buen comportamiento. Dado que<br />

tengo la extraordinaria dicha (!) <strong>de</strong> compartir mi lamentablemente muy estrecha habitación con este<br />

archidistinguido y educado señor, y dado que por lo general se me consi<strong>de</strong>ra la peor educada <strong>de</strong> los<br />

tres jóvenes <strong>de</strong> la casa, tengo que hacer lo imposible para eludir sus reiteradas regañinas y<br />

recomendaciones <strong>de</strong> viejo y hacerme la sueca. Todo esto no sería tan terrible si el estimado señor no<br />

fuera tan soplón y, para colmo <strong>de</strong> males, no hubiera elegido justo a mamá para irle con el cuento.<br />

Cada vez que me suelta un sermón, al poco tiempo aparece mamá y la historia se repite. Y cuando<br />

estoy realmente <strong>de</strong> suerte, a los cinco minutos me llama la señora Van Daan para pedirme cuentas, y<br />

Karneeval Biblioweb – Libros Gratis 33 http://ar.geocities.com/krnv_bweb

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!