You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
<strong>Diario</strong> <strong>Ana</strong> <strong>Frank</strong><br />
podíamos ir al retrete. Ya sé que no es muy educado contarte lo que hemos hecho para remediarlo,<br />
pero no soy tan pudorosa como para no hablar <strong>de</strong> estas cosas. Ya al principio <strong>de</strong> nuestro período <strong>de</strong><br />
escondidos, papá y yo improvisamos un orinal; al no disponer <strong>de</strong> uno verda<strong>de</strong>ro, sacrificamos para<br />
este fin un frasco <strong>de</strong> los <strong>de</strong> hacer conservas. Durante la visita <strong>de</strong>l fontanero, pusimos dichos frascos<br />
en la habitación y allí guardamos nuestras necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> ese día. Esto me pareció mucho menos<br />
<strong>de</strong>sagradable que el hecho <strong>de</strong> tener que pasarme todo el día sentada sin moverme y sin hablar. No<br />
pue<strong>de</strong>s imaginarte lo difícil que le resultó esto a la señorita Cuacua-cuá. Habitualmente ya <strong>de</strong>bemos<br />
hablar en voz baja, pero no po<strong>de</strong>r abrir la boca ni moverse es mil veces peor.<br />
Después <strong>de</strong> estar tres días seguidos pegada a la silla, tenía el trasero todo duro y dolorido. Con<br />
unos ejercicios <strong>de</strong> gimnasia vespertina pu<strong>de</strong> hacer que se me quitara un poco el dolor.<br />
Tu <strong>Ana</strong><br />
Jueves, 1º <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1942<br />
Querida Kitty:<br />
Ayer me di un susto terrible. A las ocho alguien tocó el timbre muy fuerte. Pensé que serían ya<br />
sabes quiénes. Pero cuando todos aseguraron que serían unos gamberros o el cartero, me calmé.<br />
Los días transcurren en silencio. Levinsohn, un farmacéutico y químico judío menudo que<br />
trabaja para Kugler en la cocina, conoce muy bien el edificio y por eso tenemos miedo <strong>de</strong> que se le<br />
ocurra ir a echar un vistazo al antiguo laboratorio. Nos mantenemos silenciosos como ratoncitos<br />
bebés. ¡Quién iba a <strong>de</strong>cir hace tres meses que «doña <strong>Ana</strong> puro nervio» <strong>de</strong>bería y podría estar sentada<br />
quietecita horas y horas!<br />
El 29 cumplió años la señora Van Daan. Aunque no hubo gran<strong>de</strong>s festejos, se la agasajó con<br />
flores, pequeños obsequios y buena comida. Los claveles rojos <strong>de</strong> su señor esposo parecen una<br />
tradición familiar.<br />
Volviendo a la señora Van Daan, puedo <strong>de</strong>cirte que una fuente permanente <strong>de</strong> irritación y<br />
disgusto para mí es cómo coquetea con papá. Le acaricia la mejilla y el pelo, se sube muchísimo la<br />
falda, dice cosas supuestamente graciosas y trata <strong>de</strong> atraer <strong>de</strong> esta manera la atención <strong>de</strong> Pim. Por<br />
suerte a Pim ella no le gusta ni la encuentra simpática, <strong>de</strong> modo que no hace caso <strong>de</strong> sus coqueteos.<br />
Como sabes, yo soy bastante celosa por naturaleza, así que todo esto me sabe muy mal. ¿Acaso<br />
mamá hace esas cosas <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> su marido? Eso mismo se lo he dicho a la señora en la cara.<br />
Peter tiene alguna ocurrencia divertida <strong>de</strong> vez en cuando. Al menos una <strong>de</strong> sus aficiones que<br />
hace reír a todos, la comparte conmigo: le gusta disfrazarse. Un día aparecimos él metido en un<br />
vestido negro muy ceñido <strong>de</strong> su madre, y yo vestida con un traje suyo; Peter llevaba un sombrero y<br />
yo una gorra. Los mayores se partían <strong>de</strong> risa y nosotros no nos divertimos menos.<br />
Bep ha comprado unas faldas nuevas para Margot y para mí en los gran<strong>de</strong>s almacenes<br />
Bijenkorf. Son <strong>de</strong> una tela malísima, parece yute, como aquella tela <strong>de</strong> la que hacen sacos para meter<br />
patatas. Una falda que las tiendas antes ni se hubieran atrevido a ven<strong>de</strong>r, vale ahora 7,75 florines o<br />
24 florines, respectivamente. Otra cosa que se avecina: Bep ha encargado a una aca<strong>de</strong>mia unas<br />
clases <strong>de</strong> taquigrafía por correspon<strong>de</strong>ncia para Margot, para Peter y para mí. Ya verás en qué<br />
maravillosos taquígrafos nos habremos convertido el año que viene. A mí al menos me parece<br />
superinteresante apren<strong>de</strong>r a dominar realmente esa escritura secreta.<br />
Tengo un dolor terrible en el índice izquierdo, con lo que no puedo planchar. ¡Por suerte!<br />
El señor Van Daan quiso que yo me sentara a su lado a la mesa, porque a su gusto Margot no<br />
come suficiente; a mí no me <strong>de</strong>sagrada cambiar por un tiempo. En el jardín ahora siempre hay un<br />
gatito negro dando vueltas, que me recuerda a mi querido Moortje, pobrecillo. Mamá siempre tiene algo<br />
que objetar, sobre todo cuando estamos comiendo, por eso también me gusta el cambio que hemos<br />
hecho. Ahora la que tiene que soportarla es Margot, o mejor dicho no tiene que soportarla nada, porque<br />
total a ella mamá no le hace esos comentarios tan ponzoñosos, la niña ejemplar. Con eso <strong>de</strong> la niña<br />
ejemplar ahora me paso el día haciéndola rabiar, y ella no lo soporta. Quizá así aprenda a <strong>de</strong>jar <strong>de</strong><br />
serlo. ¡Buena hora sería!<br />
Para terminar esta serie <strong>de</strong> noticias variadas, un chiste muy divertido <strong>de</strong>l señor Van Daan:<br />
¿Sabes lo que hace 99 veces «clic» y una vez «clac»? ¡Un ciempiés con una pata <strong>de</strong> palo!<br />
Tu <strong>Ana</strong><br />
Karneeval Biblioweb – Libros Gratis 22 http://ar.geocities.com/krnv_bweb