13.05.2013 Views

Diario de Ana Frank - moninotic

Diario de Ana Frank - moninotic

Diario de Ana Frank - moninotic

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>Diario</strong> <strong>Ana</strong> <strong>Frank</strong><br />

Lo segundo es algo que me cuesta muchísimo contártelo, porque se trata <strong>de</strong> mí misma. No soy<br />

pudorosa, Kitty, pero cuando aquí en casa a menudo se ponen a hablar con todo <strong>de</strong>talle sobre lo que<br />

hacen en el retrete, siento una especie <strong>de</strong> repulsión en todo mi cuerpo.<br />

Resulta que ayer leí un artículo <strong>de</strong> Sis Heyster sobre por qué nos sonrojamos. En ese artículo<br />

habla como si se estuviera dirigiendo sólo a mí. Aunque yo no me sonrojo tan fácilmente, las otras<br />

cosas que menciona sí son aplicables a mí. Escribe más o menos que una chica, cuando entra en la<br />

pubertad, se vuelve muy callada y empieza a reflexionar acerca <strong>de</strong> las cosas milagrosas que se<br />

producen en su cuerpo. También a mí me está ocurriendo eso, y por eso últimamente me da la<br />

impresión <strong>de</strong> que siento vergüenza frente a Margot, mamá y papá. Sin embargo Margot, que es<br />

mucho más tímida que yo, no siente ninguna vergüenza.<br />

Me parece muy milagroso lo que me está pasando, y no sólo lo que se pue<strong>de</strong> ver <strong>de</strong>l lado<br />

exterior <strong>de</strong> mi cuerpo, sino también lo que se <strong>de</strong>sarrolla en su interior. Justamente al no tener a nadie<br />

con quien hablar <strong>de</strong> mí misma y sobre todas estas cosas, las converso conmigo misma. Cada vez<br />

que me viene la regla -lo que hasta ahora sólo ha ocurrido tres veces- me da la sensación <strong>de</strong> que, a<br />

pesar <strong>de</strong> todo el dolor, el malestar y la suciedad, guardo un dulce secreto y por eso, aunque sólo me<br />

trae molestias y fastidio, en cierto modo me alegro cada vez que llega el momento en que vuelvo a<br />

sentir en mí ese secreto.<br />

Otra cosa que escribe Sis Heyster es que a esa edad las adolescentes son muy inseguras y<br />

empiezan a <strong>de</strong>scubrir que son personas con i<strong>de</strong>as, pensamientos y costumbres propias. Como yo<br />

vine aquí cuando acababa <strong>de</strong> cumplir los trece años, empecé a reflexionar sobre mí misma y a<br />

<strong>de</strong>scubrir que era una .persona por mí misma» mucho antes. A veces, por las noches, siento una<br />

terrible necesidad <strong>de</strong> palparme los pechos y <strong>de</strong> oír el latido tranquilo y seguro <strong>de</strong> mi corazón.<br />

Inconscientemente, antes <strong>de</strong> venir aquí ya había tenido sensaciones similares, porque<br />

recuerdo una vez en que me quedé a dormir en casa <strong>de</strong> Jacque y que no podía contener la<br />

curiosidad <strong>de</strong> conocer su cuerpo, que siempre me había ocultado, y que nunca había llegado a ver.<br />

Le pedí que, en señal <strong>de</strong> nuestra amistad, nos tocáramos mutuamente los pechos. Jacque se negó.<br />

También ocurrió que sentí una terrible necesidad <strong>de</strong> besarla, y lo hice. Cada vez que veo una figura<br />

<strong>de</strong> una mujer <strong>de</strong>snuda, como por ejemplo la Venus en el manual <strong>de</strong> historia <strong>de</strong> arte <strong>de</strong> Springer, me<br />

quedo extasiada contemplándola. A veces me parece <strong>de</strong> una belleza tan maravillosa, que tengo que<br />

contenerme para que no se me salten las lágrimas. ¡Ojalá tuviera una amiga!<br />

Jueves, 6 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1944<br />

Querida Kitty:<br />

Mis <strong>de</strong>seos <strong>de</strong> hablar con alguien se han vuelto tan gran<strong>de</strong>s que <strong>de</strong> alguna manera muy<br />

extraña se me ha ocurrido escoger a Peter para ello. Antes, cuando <strong>de</strong> tanto en tanto entraba <strong>de</strong> día<br />

en la pequeña habitación <strong>de</strong> Peter, me parecía siempre un sitio muy acogedor, pero como Peter es<br />

tan mo<strong>de</strong>sto y nunca echaría a una persona que se pusiera latosa <strong>de</strong> su habitación, nunca me atreví<br />

a quedarme mucho tiempo, temiendo que mi visita le resultara aburrida. Buscaba la ocasión <strong>de</strong><br />

quedarme en su habitación sin que se diera cuenta, charlando, y esa ocasión se presentó ayer. Y es<br />

que a Peter le ha entrado <strong>de</strong> repente la manía <strong>de</strong> resolver crucigramas, y ya no hace otra cosa. Me<br />

puse a ayudarle, y al poco tiempo estábamos sentados uno a cada lado <strong>de</strong> su escritorio, uno frente al<br />

otro, él en la silla y yo en el diván.<br />

Me dio una sensación muy extraña mirarlo a los ojos, <strong>de</strong> color azul oscuro, y ver lo cohibido<br />

que estaba por la inusual visita. Todo me transmitía su mundo interior; en su rostro vi aún ese<br />

<strong>de</strong>samparo y esa actitud <strong>de</strong> inseguridad, y al mismo tiempo un asomo <strong>de</strong> conciencia <strong>de</strong> su<br />

masculinidad. Al ver esa actitud tan tímida, sentí que me <strong>de</strong>rretía por <strong>de</strong>ntro. Hubiera querido pedirle<br />

que me contara algo sobre sí mismo; que viera más allá <strong>de</strong> ese eterno afán mío <strong>de</strong> charlar. Sin<br />

embargo, me di cuenta <strong>de</strong> que ese tipo <strong>de</strong> peticiones son más fáciles <strong>de</strong> pensar que <strong>de</strong> llevar a la<br />

práctica.<br />

El tiempo transcurría y no pasaba nada, salvo que le conté aquello <strong>de</strong> que se ruborizaba. Por<br />

supuesto que no le dije lo mismo que he escrito aquí, pero sí que con los años ganaría más seguridad.<br />

Por la noche, en la cama, lloré. Lloré, y sin embargo nadie <strong>de</strong>bía oírme. La i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que <strong>de</strong>bía<br />

suplicar los favores <strong>de</strong> Peter me repelía. Una hace cualquier cosa para satisfacer sus <strong>de</strong>seos, como<br />

podrás apreciar, porque me propuse ir a sentarme más a menudo con él para hacer que, <strong>de</strong> una u<br />

otra manera, se <strong>de</strong>cidiera a hablar.<br />

Karneeval Biblioweb – Libros Gratis 71 http://ar.geocities.com/krnv_bweb

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!