Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>Diario</strong> <strong>Ana</strong> <strong>Frank</strong><br />
<strong>de</strong>seos <strong>de</strong>... ¡<strong>de</strong> todo! Deseos <strong>de</strong> hablar, <strong>de</strong> ser libre, <strong>de</strong> ver a mis amigos, <strong>de</strong> estar sola. Tengo tantos<br />
<strong>de</strong>seos <strong>de</strong>... ¡<strong>de</strong> llorar! Siento en mí una sensación como si fuera a estallar, y sé que llorar me<br />
aliviaría. Pero no puedo. Estoy intranquila, voy <strong>de</strong> una habitación a la otra, respiro por la rendija <strong>de</strong><br />
una ventana cerrada, siento que mi corazón palpita como si me dijera: «¡Cuándo cumplirás mis<br />
<strong>de</strong>seos!»<br />
Creo que siento en mí la primavera, siento el <strong>de</strong>spertar <strong>de</strong> la primavera, lo siento en el cuerpo y<br />
en el alma. Tengo que contenerme para comportarme <strong>de</strong> manera normal, estoy totalmente confusa,<br />
no sé qué leer, qué escribir, qué hacer, sólo sé que ardo en <strong>de</strong>seos...<br />
Tu <strong>Ana</strong><br />
Lunes, 14 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1944<br />
Querida Kitty:<br />
Mucho ha cambiado para mí <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el sábado. Lo que pasa es que sentía en mí un gran <strong>de</strong>seo<br />
(y lo sigo sintiendo), pero... en parte, en una pequeñísima parte, he encontrado un remedio.<br />
El domingo por la mañana me di cuenta (y confieso que para mi gran alegría) <strong>de</strong> que Peter me<br />
miraba <strong>de</strong> una manera un tanto peculiar, muy distinta <strong>de</strong> la habitual, no sé, no puedo explicártelo,<br />
pero <strong>de</strong> repente me dio la sensación <strong>de</strong> que no estaba tan enamorado <strong>de</strong> Margot como yo pensaba.<br />
Durante todo el día me esforcé en no mirarlo mucho, porque si lo hacía él también me miraba<br />
siempre, y entonces... bueno, entonces eso me producía una sensación muy agradable <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> mí,<br />
que era preferible no sentir <strong>de</strong>masiado a menudo.<br />
Por la noche estaban todos sentados alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> la radio, menos Pim y yo, escuchando<br />
«Música inmortal <strong>de</strong> compositores alemanes». Dussel no <strong>de</strong>jaba <strong>de</strong> tocar los botones <strong>de</strong>l aparato, lo<br />
que exasperaba a Peter y también a los <strong>de</strong>más. Después <strong>de</strong> media hora <strong>de</strong> nervios contenidos,<br />
Peter, un tanto irritado, le rogó a Dussel que <strong>de</strong>jara en paz los botones. Dussel le contestó <strong>de</strong> lo más<br />
airado:<br />
-Yo hago lo que me place.<br />
Peter se enfadó, se insolentó, el señor Van Daan le dio la razón y Dussel tuvo que ce<strong>de</strong>r. Eso<br />
fue todo.<br />
El asunto en sí no tuvo <strong>de</strong>masiada trascen<strong>de</strong>ncia, pero parece que Peter se lo tomó muy a<br />
pecho; lo cierto es que esta mañana, cuando estaba yo en el <strong>de</strong>sván, buscando algo en el baúl <strong>de</strong> los<br />
libros, se me acercó y me empezó a contar toda la historia. Yo no sabía nada; Peter se dio cuenta <strong>de</strong><br />
que había encontrado a una interlocutora interesada y atenta, y pareció animarse.<br />
-Bueno, ya sabes -me dijo-, yo nunca digo gran cosa, porque sé <strong>de</strong> antemano que se me va a<br />
trabar la lengua. Tartamu<strong>de</strong>o, me pongo colorado y lo que quiero <strong>de</strong>cir me sale al revés, hasta que en<br />
un momento dado tengo que callarme porque ya no encuentro las palabras. Ayer me pasó igual;<br />
quería <strong>de</strong>cir algo completamente distinto, pero cuando me puse a hablar, me hice un lío y la verdad<br />
es que es algo horrible. Antes tenía una mala costumbre, que aun ahora me gustaría seguir poniendo<br />
en práctica: cuando me enfadaba con alguien, prefería darle unos buenos tortazos antes que<br />
ponerme a discutir con él. Ya sé que este método no lleva a ninguna parte, y por eso te admiro. Tú al<br />
menos no te lías al hablar, le dices a la gente lo que le tienes que <strong>de</strong>cir y no eres nada tímida.<br />
-Te equivocas <strong>de</strong> medio a medio -le contesté-. En la mayoría <strong>de</strong> los casos digo las cosas <strong>de</strong> un<br />
modo muy distinto <strong>de</strong>l que me había propuesto, y entonces digo <strong>de</strong>masiadas cosas y hablo <strong>de</strong>masiado<br />
tiempo, y eso es un mal no menos terrible.<br />
-Es posible, pero sin embargo tienes la gran ventaja <strong>de</strong> que a ti nunca se te nota que eres<br />
tímida. No cambias <strong>de</strong> color ni te inmutas.<br />
Esta última frase me hizo reír para mis a<strong>de</strong>ntros, pero quería que siguiera hablando sobre sí<br />
mismo con tranquilidad; no hice notar la gracia que me causaba, me senté en el suelo sobre un cojín,<br />
abrazando mis rodillas levantadas, y miré a Peter con atención.<br />
Estoy muy contenta <strong>de</strong> que en casa todavía haya alguien al que le <strong>de</strong>n los mismos ataques <strong>de</strong><br />
furia que a mí. Se notaba que a Peter le hacía bien po<strong>de</strong>r criticar a Dussel duramente, sin temor a<br />
que me chivara. Y a mí también me hacía sentirme muy bien, porque notaba una fuerte sensación <strong>de</strong><br />
solidaridad, algo que antes sólo había tenido con mis amigas.<br />
Tu <strong>Ana</strong><br />
Karneeval Biblioweb – Libros Gratis 82 http://ar.geocities.com/krnv_bweb